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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El impulso de la UE a las ‘stablecoins’: mejor tarde que nunca

Los bancos, entre ellos CaixaBank, tendrán que convencer a los usuarios potenciales de que es una tecnología necesaria y estable

Nueve bancos europeos no se dejan intimidar por el reducido tamaño del mercado de las stablecoins basadas en el euro. UniCredit, ING, CaixaBank y otras entidades de la UE afirman que quieren lanzar un “estándar de pago fiable”: criptomonedas cuyo valor, en teoría, está vinculado a una cesta de activos líquidos seguros. Tiene sentido que los bancos se preparen para una mayor competencia por parte de las stablecoins denominadas en dólares y para la posible llegada de un euro digital que podría lanzar el BCE en 2029. Pero las entidades tendrán que convencer a los usuarios potenciales de que es una tecnología que necesitan y de que es realmente estable y canjeable a demanda.

Las stablecoins basadas en el euro supone un minúsculo 1% de un mercado global valorado en más de 300.000 millones de dólares. De ese porcentaje, Tether tiene el 60%, y Circle, con sede en EE UU, es el segundo actor más importante. El dominio de los productos basados en el dólar podría aumentar aún más tras la aprobación por parte del Congreso de EE UU de la Ley Genius, que proporciona un entorno regulatorio seguro, y la intención declarada de Washington de utilizar el crecimiento de las monedas estables para impulsar la demanda de letras del Tesoro y ayudar a financiar su déficit. Estos instrumentos también proporcionan una forma conveniente para que los usuarios de las economías en desarrollo se protejan contra la debilidad de sus monedas.

Europa cuenta con su propia directiva sobre la regulación de los mercados de criptoactivos (MiCA) desde diciembre, pero las stablecoins basadas en el euro no han despegado. Para que gane una amplia aceptación, los bancos tendrán que convencer a los usuarios potenciales de que las necesitan. La UE sigue sin contar con un sistema de pagos transfronterizos rápido y eficiente: sigue fragmentada y depende de Visa y Mastercard para la mayoría de sus transacciones electrónicas, con la consiguiente fuga de datos a EE UU. Pero, a medida que los actores financieros se adapten lentamente, la necesidad de stablecoins en euros puede bajar.

Los emisores de monedas estables también tendrán que encontrar la manera de garantizar la parte estable de su oferta. La línea oficial es que el valor de los tokens está garantizado, por lo que pueden canjearse al instante y libremente cuando se solicite. Una regulación estricta de los emisores y la obligación de presentar informes periódicos pueden garantizar que los activos que respaldan el fondo común de stablecoins mantengan su valor: si se deprecian, el emisor está obligado a reponerlos en efectivo o a comprar activos adicionales. Pero respaldado no es sinónimo de canjeable. En caso de pánico, algunas tenencias, como los bonos del Estado, no pueden venderse al instante, incluso si los activos, tal y como se exige, han sido debidamente delimitados.

En ese sentido, los bancos sólidos de la UE podrían dar a los usuarios un poco más de confianza en que sus activos están seguros. La letra pequeña de las stablecoins será importante. Pero si las entidades quieren evitar que sus clientes se pregunten si siguen teniendo un papel que desempeñar, no tienen más remedio que entrar en el juego.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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