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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La operación de Kellogg’s quizá sea más dulce para su vendedor

Ferrero, sin embargo, puede acabar con el tipo de indigestión que acompaña a poner Nutella en los Corn Flakes

Ferrero ha añadido otro artículo a su imperio. El jueves, el fabricante italiano de Nutella se hizo con WK Kellogg por 3.100 millones de dólares incluyendo deuda, sumándose a una ventisca de operaciones en EE UU que desde 2018 se ha hecho con el negocio de confitería de Nestlé y el fabricante de helados Blue Bunny Wells. El vendedor, que se separó del fabricante de Pringles y Pop-Tarts Kellanova en 2023, parece haber obtenido la parte más dulce del acuerdo.

A primera vista, Ferrero, de capital privado y control familiar, parece estar creando un equivalente comestible de los bancos malos que albergaron los préstamos morosos de los endebles sistemas bancarios europeos tras la crisis financiera mundial de 2008. Su nueva adquisición parece bastante poco apetecible. En el primer trimestre, el beneficio de explotación de WK Kellogg se desplomó a solo 20 millones, más de un 50% menos, y su cifra de negocio se reducirá en los próximos años. Antes de dispararse un 30% el jueves sus acciones no habían subido más que cuando salió a Bolsa en 2023.

Hay varias cuestiones: una de ellas es que los compradores con poco dinero han descubierto alternativas más baratas. Los adelgazantes GLP-1 están reduciendo el consumo de alimentos poco saludables. Y algunos Gobiernos están tomando medidas enérgicas: el Reino Unido restringirá a partir de octubre la publicidad de alimentos poco saludables, incluidos los cereales azucarados. En teoría, la combinación de todo este azúcar tiene su lógica. La escala reduce los costes unitarios, lo que significa que Ferrero tiene más posibilidades de hacer frente a las alternativas de bajo precio. Además, gracias a sus mayores recursos, puede invertir más en marketing e innovación.

Los números no parecen cuadrar. Los analistas esperan que WK Kellogg obtenga 177 millones de beneficios operativos. El rendimiento del capital invertido es inferior al 5%, por debajo del coste de capital del 8% estimado. Y lo que es peor, no cuenta con muchas sinergias. WK Kellogg, por el contrario, obtiene más efectivo para revitalizarse lejos de los mercados. Sus accionistas obtienen una prima notable respecto a la cotización de sus acciones. Ferrero, sin embargo, puede acabar con el tipo de indigestión que acompaña a poner Nutella en los Corn Flakes.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Pierre Lomba Leblanc, es responsabilidad de CincoDías.

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