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Editorial
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El mercado reparte lecciones de humildad

El Ibex 35 está entre los mejores índices del globo, y entre los grandes solo rivaliza con el Dax alemán

Bolsa de Madrid, este lunes.
CINCO DÍAS

El debate sobre si tiene sentido intentar anticipar las tendencias del mercado es casi tan antiguo como el mercado mismo. Los precios se forman a partir de las expectativas de los inversores; por tanto, lo que los inversores esperan está ya en el precio y, por tanto, hay dos vías de ganar dinero: sumándose a la manada o apartándose de ella antes de que cambie de dirección. El camino de las Bolsas parecía escrito de antemano a finales de 2024: aranceles, pujanza económica de EE UU (con riesgo de recalentamiento) y debilidad europea. El mercado doméstico español, directamente, fuera del radar, con apenas un puñado de productos de inversión vinculados y olvidado por las grandes tendencias mundiales.

Medio año después, el Ibex 35 está entre los mejores índices del globo, y entre los grandes solo rivaliza con el Dax alemán. Multiplica por cuatro el rendimiento de EE UU y duplica con creces el de la zona euro. No solo eso. La rotación de activos a favor de las Bolsas europeas ha marcado el primer semestre del año, con un diferencial, por momentos, histórico. Histórica ha sido también la caída del dólar respecto al euro, la más abultada desde que existe la moneda única. Si en etapas anteriores al inversor le convenía seguir la manada (y la gestión pasiva ha sido la gran beneficiada), este 2025 el mercado ha pillado a contrapié a casi todo el mundo.

Incluidos los analistas más escépticos. No han faltado este año los expertos que consideran que la acumulación de riesgos de todo pelaje, combinada con una valoración de las Bolsas un tanto exigente, abría la puerta a una corrección. Que llegó, en el autodenominado día de la liberación, fasto populista que parecía programado para marcar la presidencia de Trump (o al menos su arranque), pero cuyos efectos duraron apenas una semana. Una cura de humildad, también, para un presidente de Estados Unidos que está marcando la agenda del mundo, pero, por una vez, no se salió con la suya. El mercado no termina de ver que América se esté haciendo grande de nuevo, y tiene dudas crecientes sobre el binomio dólar y deuda del Tesoro como piedra angular del mercado mundial.

Incluso, la fe en la inteligencia artificial, que parecía a prueba de bombas a principios de año, se vio socavada en sus cimientos por la llegada del modelo chino DeepSeek, antes de recuperar brío, con fuerza renovada. Y, Nvidia está hoy a un paso de ser la primera empresa de la historia en valer más de cuatro billones de dólares. El mercado siembre ha sido escurridizo, pero nunca como ahora.

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