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Análisis
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿Rearmar España? Sí, pero con financiación europea

El gasto en defensa en cuatro años tendría que ser de 95.588 millones para cumplir con la UE

Un caza despega del portaaviones Juan Carlos I.

En el corazón del Gobierno tiene lugar un debate de envergadura sobre si aumentar el gasto militar en consonancia con las posiciones del resto de socios tanto de la Unión Europea como de la OTAN; un aumento que, resaltan los críticos, puede comprometer el gasto social destinado a educación, sanidad, cuidados, vivienda, etcétera

Los técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, hemos hecho cálculos con los compromisos de España. Compromisos en plural, ya que actualmente hay dos sobre la mesa: ReArmar Europa, el último que hemos conocido, un plan anunciado por la Comisión Europea que pide a los Estados miembros alcanzar un gasto presupuestario del 1,5% del PIB destinado a defensa hasta 2028.

El otro plan es anterior al presentado estos días por el Ejecutivo comunitario presidido por Úrsula von der Leyen: el acuerdo con la OTAN para alcanzar el 2% del PIB en gasto militar hasta 2029.

Más allá de la discusión –acalorada– de la procedencia o no de consignar más espacio en los Presupuestos Generales del Estado o a reducir la dependencia armamentística de Estados Unidos, especialmente ahora que afloran las tensiones entre aliados bajo la Administración Trump, lo que está fuera de duda es que ambos acuerdos suponen un esfuerzo suplementario, que podemos calificar de enorme en términos presupuestarios.

De ahí que para Gestha, las alternativas más realistas para financiar el aumento en el gasto de España en defensa sean las propuestas de apertura de una línea de financiación, la mutualización de la deuda, las cláusulas de escape a las normas de estabilidad presupuestaria y las compras centralizadas por la UE, así como una consideración amplia de los componentes del gasto en defensa.

Igualmente, el acceso a créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) es una herramienta adicional para tratar de alcanzar a corto plazo los ambiciosos objetivos de gasto e inversión del 1,5% del PIB del plan ReArmar Europa. Y fórmulas similares serían necesarias en el caso de los compromisos con la OTAN que van en la dirección comunitaria, solo que suponen una mayor inversión todavía.

Repasemos las cifras. En el caso de la UE, para cumplir con el plan ReArmar Europa –que promueve un espacio fiscal de cerca de 650.000 millones durante los próximos cuatro años–, España debe mantener un gasto de 23.897 millones de euros cada año hasta 2028, según nuestras estimaciones.

A falta de conocer a final de este mes los datos de ejecución presupuestaria del pasado año, España se comprometió a ejecutar un gasto de defensa de 20.392 millones de euros en 2024, lo que supone el 1,28% del PIB provisional. La diferencia hasta alcanzar la meta comunitaria son 3.505 millones de euros. En total, el gasto en defensa en cuatro años en España tendría que alcanzar 95.588 millones (a razón de 23.897 millones de euros cada año) para cumplir los objetivos comunitarios.

En el caso de la OTAN, los números se disparan. Para alcanzar el 2%, habría que añadir otros 7.806 millones más al coste presupuestario del objetivo europeo entre 2027 y 2028, a los que se añadirían otros 7.966 millones en 2029.

Con esta senda presupuestaria, se podría alcanzar un coste total de 135.257 millones de euros en el quinquenio 2025-2029, para cumplir también con el objetivo comprometido por la organización atlántica.

Estamos hablando de cantidades muy considerables y, desde Gestha, entendemos el temor a que un aumento en defensa suponga la merma de otras partidas muy necesarias para garantizar nuestro bienestar. Somos igualmente conscientes de que en 2023 el gasto en defensa de España fue del 1,24% del PIB, ocupando el antepenúltimo lugar entre los 30 países de la OTAN, solo por delante de Bélgica y Luxemburgo.

Únicamente, Polonia, Estados Unidos, Grecia, Estonia y Lituania están por encima de la media del gasto de los países de la OTAN.

Por esta razón, con los pros y contras sobre la mesa, la opción más viable descansa sobre la financiación europea. A la vista está el éxito de NextGenerationEU, que voces como el expresidente del BCE y primer ministro italiano, Mario Draghi, piden ampliar para mantener una UE competitiva ante otras regiones como Estados Unidos o China.

Finalmente, instamos al Gobierno y a los grupos parlamentarios a alcanzar un acuerdo que permita la aprobación de los Presupuestos para 2025, entre otros motivos, para que se recojan las inversiones plurianuales hasta 2028. Un acuerdo que, a día de hoy, parece que es muy improbable.

José María Mollinedo es secretario general de los Técnicos de Hacienda (Gestha) .


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