La conectividad regional: un motor para el acceso a la vivienda asequible
Hay que ampliar y modernizar la red de trenes regionales y cercanías, así como fomentar el teletrabajo y la digitalización

En un reciente estudio editado por Funcas con el título Mercado inmobiliario y política de la vivienda en España se planteaba que desde el año 2021 se está produciendo en España un desajuste importante entre la oferta de vivienda y la demanda del mercado, de tal forma que la oferta de vivienda nueva es notablemente insuficiente, lo que deriva en un tensionamiento del mercado que presiona los precios al alza y dificulta el acceso a la vivienda, en particular, a los jóvenes.
Como complemento a esta acertada visión del problema de acceso a la vivienda, otro factor relevante podría ayudar en la solución de lo que ya es una de las mayores preocupaciones de los españoles. Se trata de la conectividad regional como motor para el acceso a la vivienda asequible.
Un sistema de transporte eficiente, accesible y bien distribuido permite que los ciudadanos puedan residir en áreas más asequibles sin perder el acceso a oportunidades laborales, educativas y culturales que suelen concentrarse en los grandes núcleos urbanos. Las grandes ciudades españolas, como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla, concentran gran parte de las oportunidades económicas y sociales del país. Esta centralización ha llevado a una elevada demanda de vivienda en estos núcleos, lo que ha disparado los precios del alquiler y la compra, dejando a muchas personas fuera del mercado, cuando no obligándolas a destinar una parte desproporcionada de sus ingresos a sus necesidades habitacionales.
Mientras tanto, en áreas rurales o periféricas, los precios de la vivienda son significativamente más bajos, pero la falta de oportunidades laborales y la escasez de conexiones eficientes con los centros urbanos dificultan que estas zonas sean opciones viables para muchas personas. Este desequilibrio pone de manifiesto la necesidad de abordar el problema desde una perspectiva más amplia, que integre la mejora de la conectividad regional como parte de la solución.
La conectividad regional se refiere a la calidad y eficiencia de las redes de transporte que conectan diferentes áreas dentro de un territorio. Esto incluye trenes, autobuses, carreteras y sistemas de transporte público interurbano. Una conectividad sólida no solo reduce los tiempos de viaje y mejora la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también tiene un impacto directo en el acceso a la vivienda asequible, al ampliar el rango de áreas habitables.
Impacto directo de la conectividad
Varios son los impactos directos que la mejora de la conectividad tendría sobre el acceso a una vivienda asequible. El primero de ellos es la ampliación de las opciones residenciales de modo que, cuando las personas pueden viajar fácilmente desde áreas periféricas o rurales hasta los centros urbanos en tiempos razonables, se amplían las opciones de vivienda. Esto reduce la presión sobre el mercado inmobiliario en las ciudades y distribuye mejor la demanda.
Un segundo impacto es el desarrollo de las regiones periféricas, puesto que la mejora de la conectividad impulsa la actividad económica de áreas menos pobladas, creando empleo y aumentando los servicios disponibles. Esto, a su vez, incrementa el atractivo de estas zonas para nuevos residentes.
Y un tercer impacto es la reducción de la desigualdad territorial. Las infraestructuras de transporte bien diseñadas pueden equilibrar las oportunidades entre regiones, fomentando un crecimiento más equitativo y sostenible.
Ejemplos internacionales de éxito
Algunos países europeos han implementado con éxito estrategias de mejora de la conectividad regional que han tenido un impacto positivo en el acceso a la vivienda asequible. El caso de Francia y su sistema de trenes de alta velocidad (TGV) ha permitido el crecimiento de la población en ciudades periféricas como Tours o Reims, aprovechando su conexión con París.
Otro ejemplo es Alemania y su extensa red de trenes regionales y cercanías, conectando pequeñas localidades con grandes ciudades, que ha permitido una distribución más uniforme de la población y ha reducido la presión sobre los mercados inmobiliarios de ciudades como Berlín o Múnich.
En referencia a España, cuenta con un sistema de transporte avanzado en muchos aspectos, pero enfrenta importantes desafíos en términos de conectividad regional. En el caso del tren de alta velocidad (AVE), que conecta algunas de las principales ciudades del país, su elevado coste y la limitada cobertura regional hacen que no sea una solución práctica para muchas personas, al no haber logrado integrar suficientemente a las ciudades intermedias, lo que ha reducido notablemente su impacto positivo en el acceso a la vivienda asequible.
En cuanto al transporte de los trenes de cercanías, son conocidos los graves problemas de saturación, retrasos y falta de mantenimiento en regiones como Madrid y Barcelona, que dificultan la movilidad de las personas y desincentivan cualquier impacto positivo en el acceso a la vivienda fuera del centro de estas ciudades.
Peor lo tienen en las áreas rurales del resto de España, donde muchas localidades carecen de transporte público eficiente, lo que las aísla aún más de los grandes núcleos urbanos y reduce su atractivo para nuevos residentes.
Propuestas para mejorar
Para que la conectividad regional sea un factor clave en la mejora del acceso a la vivienda asequible es necesario implementar estrategias específicas, que van desde la ampliación y modernización de la red de trenes regionales y de cercanías, así como la introducción de sistemas de transporte público asequibles y sostenibles en regiones con baja densidad de población para fomentar su repoblación y desarrollo económico, hasta la promoción del teletrabajo y la digitalización que fomenten el trabajo remoto, permitiendo que más personas vivan en áreas rurales sin necesidad de desplazarse diariamente.
La mejora de la conectividad regional en España puede ser un factor relevante para abordar el problema del acceso a la vivienda asequible. Al integrar las áreas rurales y periféricas en un sistema de transporte eficiente, se puede aliviar la presión sobre los mercados inmobiliarios urbanos, fomentar un desarrollo más equilibrado y ofrecer a los ciudadanos opciones residenciales más diversificadas.
Pedro Fernández es profesor del IEB, abogado y miembro del Congreso de los Diputados de España por Vox