Reducir la estacionalidad del mercado laboral

Las autoridades deberían acelerar el cambio productivo para lograr una economía más estable y con más valor añadido

Un operario trabaja en una obra en Valencia.Ana Escobar (EFE)

Cualquiera que ayer leyera los titulares de los datos de empleo, y no esté especializado en la materia, podría alarmarse por la destrucción de 242.000 puestos de trabajo y el aumento del paro en 39.000 personas durante el pasado enero. Se trata del peor mes de enero para el empleo desde 2020, según los datos difundidos ayer por el Ministerio de Seguridad Social.

Pero las cifras cuentan historias diferentes según se miren. El mercado laboral español está aquejado de una elevada estacionalidad. Durante los meses inmediatamente anteriores a la temporada turística se produce un fuerte aumento de contrataciones porque las empresas se preparan para la campaña de verano. Algo parecido ocurre con la temporada de compras de Navidad y la época de rebajas.

Visto así, el pasado mes de enero, no fue tan malo para el empleo. El ministerio de Trabajo recalcula la estadística para eliminar los efectos volátiles del calendario en el mercado laboral. Según esta fórmula, durante el pasado enero se crearon 35.000 nuevos puestos de trabajo. El caso es que nunca hubo tanta gente trabajando durante un enero. Un total de 21.095.814 personas estaban afiliadas a la Seguridad Social.

Que el mercado laboral esté sujeto a tantas variaciones en las contrataciones habla mal de nuestro sistema laboral. Aunque la temporalidad se ha reducido notablemente desde la reforma laboral y los contratos indefinidos se han disparado desde entonces, millones de trabajadores españoles están expuestos a una enorme inestabilidad porque sus contratos dependen de la época del año. Aunque el contrato fijo discontinuo ha contribuido a paliar algo el efecto, las variaciones del empleo entre los meses del año evidencian que el fenómeno no está resuelto.

El Gobierno acaba de actualizar sus previsiones macroeconómicas. Ha elevado en dos décimas, hasta el 2,6% su proyección de crecimiento para este año. En su nueva hoja de ruta espera, además, mantener el ritmo de creación de empleo de los últimos años y alcanzar los 23 millones de trabajadores a finales de 2026, algo inimaginable hace algunos años. Sin embargo, haría bien el Gobierno en acelerar las transformaciones y reformas económicas para cambiar el modelo productivo español. Para depender menos de sectores muy estacionales y que ganen peso, otros sectores más estables y que generen más valor añadido. Cuando eso ocurra no tendremos que bucear en las estadísticas laborales para ver si los eneros son buenos o malos para el mercado laboral.


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