El giro climático de Wall Street es superficial, por ahora

Los enfoques individuales de BlackRock y los bancos para afrontar el calentamiento global siguen intactos

Protesta ecologista en Nueva York contra BlackRock y JP Morgan, en 2021.Erik McGregor (LightRocket via Getty Images)

Qué inoportuno. Hace cinco años, BlackRock hizo de la lucha contra el cambio climático una prioridad. El jueves se retiró de la iniciativa Net Zero Asset Managers (NZAM) mientras grandes franjas de Los Ángeles ardían en incendios agravados, al menos en parte, por los gases de efecto invernadero. Otros pesos pesados de Wall Street, como JP Morgan y Goldman Sachs, han abandonado últimamente la Alianza Bancaria Net Zero (NZBA). Lo que parece una gran evasión climática, sin embargo, es por ahora sobre todo superficial.

El regreso de Donald Trump probablemente haya acelerado sus decisiones. Pero estados como Texas y Florida ya habían apretado las tuercas, denegando negocios de instituciones financieras pertenecientes a organizaciones que querían que sus miembros se comprometieran a eliminar gradualmente la financiación del carbón, el petróleo o el gas, así como las armas de fuego.

Pero la victoria de la agenda anti-ASG solo llega hasta cierto punto. Grupos como NZAM y NZBA ya han logrado parte de su fin: ayudar a las empresas financieras a comprender y cuantificar los riesgos y oportunidades del cambio climático. Parte de ese trabajo parece que va a continuar, incluso en NZAM, que suspenderá el seguimiento de los esfuerzos de sus miembros mientras revisa su papel.

Aparte, los enfoques individuales de BlackRock y los bancos para afrontar al cambio climático siguen intactos. Cada entidad sigue aspirando a invertir hasta 2030 hasta un billón de dólares en financiación y asesoramiento a compañías con bajas o nulas emisiones de carbono.

Estos grupos siguen usando datos de instituciones como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU para orientar su gestión de riesgos y análisis de cartera. Todos mantienen su compromiso de llegar a cero emisiones netas en 2050. E independientemente de lo que pase en EE UU, tienen que cumplir las obligaciones de información sobre el clima que ya se aplican o están a punto de aplicarse en la UE, Australia, Japón o Reino Unido.

Eso no significa que Wall Street vaya a estar lleno de silenciosos defensores del clima: los bancos no son responsables políticos, sino intermediarios del capital. Pero tampoco se han rendido aún al escepticismo de Trump sobre el cambio climático.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías


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