_
_
_
_
Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El legado de Jimmy Carter, más vivo que nunca

El expresidente de EE UU, fallecido el domingo, apostó por las renovables y estableció relaciones diplomáticas completas con China

Fotografía de archivo de 2007 del expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter saludando a su llegada a un hotel en Lueneburg (Alemania).
Fotografía de archivo de 2007 del expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter saludando a su llegada a un hotel en Lueneburg (Alemania).ANDREAS TAMME (EFE)

Mientras Jimmy Carter, fallecido el domingo con 100 años, descansa, las cuestiones políticas que dominaron su etapa en la Casa Blanca han vuelto a cobrar vida. Su legado sigue siendo tan relevante como siempre.

Vivió lo suficiente como para que las nuevas generaciones sepan menos de su presidencia que de su dedicación a construir viviendas asequibles, supervisar elecciones en todo el mundo y luchar contra el gusano de Guinea. Para los de más edad y los estudiosos de la política, al antiguo agricultor de cacahuetes de Georgia y oficial de la Marina, que una vez descendió a un reactor nuclear canadiense averiado para ayudar a evitar una fusión total, se le asocia a menudo con una larga crisis de rehenes en Irán y el discurso de 1979 en el que describió una “crisis de confianza” en todo EE UU.

En él, pidió a un país frustrado y desmoralizado por la incesante inflación, la escasez de combustible y el aumento del paro, que se uniera en torno a la causa de la seguridad energética y la reducción de la dependencia del exterior. Carter abogó por cuotas de importación, un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de los productores de petróleo, invertir en transporte público y que los ciudadanos de a pie bajaran sus termostatos.

Los paneles solares que instaló en el tejado de la Casa Blanca simbolizaban su meta de que el país generara el 20% de su energía a partir de fuentes renovables para el año 2000. Luego fueron retirados por Ronald Reagan, que también se llevó gran parte del crédito político por la dolorosa campaña de la Fed de Paul Volcker, para frenar la inflación, que se había duplicado hasta más del 13% con Carter. Pero fue este quien lo nombró.

Mientras, el establecimiento por Carter de relaciones diplomáticas plenas con China alivió las tensiones militares en Asia y allanó el camino para que EE UU importara productos más baratos. También impulsó con éxito una subida del 45% del salario mínimo.

Casi todas estas cuestiones vuelven a estar en primera línea del debate. Carter aprendió por las malas que los votantes dan prioridad al empleo y la factura de la compra sobre las cuestiones a largo plazo. Pero, a menos que los legisladores se muestren más dispuestos a adoptar el enfoque metódico y con visión de futuro del difunto presidente, hay muchas razones para esperar otra crisis de confianza.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías


Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Archivado En

_
_