El euro se resiste a la corona del dólar
Los mercados creen que los tipos europeos bajarán más que los de EE UU, pero la moneda comunitaria gana terreno
Es una victoria de la que Pirro se habría sentido orgulloso. El euro se dispara frente al dólar a pesar de que los operadores esperan que los tipos del bloque bajen más que los de EE UU, lo que en teoría debería traducirse en un billete verde más fuerte. Hay buenas razones, pero una moneda fuerte tensará aún más la economía de la zona euro.
El euro ha subido casi un 3% frente al dólar este mes y el miércoles alcanzó su nivel más alto en más de un año. El movimiento va en contra de la idea de que los diferenciales de tipos de interés impulsan las divisas. Los operadores apuestan por que...
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Es una victoria de la que Pirro se habría sentido orgulloso. El euro se dispara frente al dólar a pesar de que los operadores esperan que los tipos del bloque bajen más que los de EE UU, lo que en teoría debería traducirse en un billete verde más fuerte. Hay buenas razones, pero una moneda fuerte tensará aún más la economía de la zona euro.
El euro ha subido casi un 3% frente al dólar este mes y el miércoles alcanzó su nivel más alto en más de un año. El movimiento va en contra de la idea de que los diferenciales de tipos de interés impulsan las divisas. Los operadores apuestan por que los tipos de la eurozona se sitúen en el 2,3% en julio de 2025, frente al 3,75% actual, mientras que en EU UU solo se espera que caigan al 3,4%, frente al 5,4% actual. Esa diferencia debería impulsar la demanda en EE UU y fortalecer su divisa.
En la práctica, varios factores presionan a la baja. El primero es el temor del mercado a que la Fed aplique recortes mayores y más rápidos si la economía y el mercado laboral empeoran. El segundo es la incertidumbre política. El candidato republicano, Donald Trump, ha dicho que quiere un dólar más débil si gana.
La tercera preocupación es la deuda. La Oficina Presupuestaria prevé que el endeudamiento federal supere el 122% del PIB en 2034, frente a menos del 100% actual. Además, es posible que el dólar siga sufriendo las consecuencias de la liquidación del carry trade este mes. Esta estrategia aumentó la demanda del billete verde. Aun así, la subida del euro es un quebradero de cabeza para el BCE. Una moneda fuerte aumenta los precios de las exportaciones, haciéndolas menos competitivas. Es un problema porque representan casi un tercio del PIB. En el primer trimestre de 2024, aumentaron un 1,3% respecto a los tres meses anteriores, frente a la atonía del resto del mundo.
Lagarde podría bajar tipos aún más rápido para contrarrestar, pero sería arriesgado mientras la inflación esté por encima del 2%. También puede esperar que el dólar recupere su fuerza, por ejemplo, si una crisis mundial provoca una huida hacia el refugio seguro de los bonos del Tesoro, o si la gravedad de los diferenciales de tipos de interés acaba por imponerse. Hasta entonces, la economía de la eurozona tendrá que esperar que el BCE pueda arrebatar una derrota monetaria de las fauces de una victoria pírrica.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Pierre Lomba Leblanc, es responsabilidad de CincoDías.
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