Las claves: el frenazo del Gobierno a la opa sobre Talgo, y una virtud indispensable para inversores
El Ejecutivo veta la operación por “riesgos para la seguridad nacional”
El Gobierno dio ayer por terminado el verano, y la opa sobre Talgo de Ganz Mavag. Tras un largo culebrón, que comenzó con el anuncio de la oferta en marzo de este año –tras conversaciones que había comenzado el noviembre pasado– el Ejecutivo alude “riesgos para la seguridad nacional”, y no permitirá que el grupo húngaro, dirigido por empresarios cercanos al primer ministro, Viktor Orbán, tome control del fabricante de trenes español.
Si las negociaciones y la posterior opa pillaron por sorpresa a casi todo el mundo, el no del Gobierno presidido por Pedro Sánchez no lo hace tanto. El Ejecutivo ha sido palmario desde el principio y ha mostrado su rechazo sin ambages a una operación que suscitaba no pocas dudas. Tanto que el Ministerio de Transportes dirigido por Óscar Puente ha intentado en los últimos meses alentar una operación alternativa, como un padre que busca una alternativa a un yerno poco querido. Así las cosas, le toca a Škoda estar a la altura de las circunstancias. Y de las exigencias de los inversores, que, por lo pronto, no se han tomado bien el veto.
Los dos mundos del crudo y sus contradictorias previsiones
El mundo del petróleo no tiene muy claro su futuro. Mientras que la mayor firma fósil de Occidente, ExxonMobil, cree que el consumo se mantendrá prácticamente estable de aquí a 2050, la Agencia Internacional de la Energía atisba una fuerte caída por la transición a las energías limpias. En un mercado como el petrolero –donde la oferta del producto es limitada artificialmente por un pequeño número de productores– ante cualquier dato cabe preguntarse sobre la amplitud de la línea que separa las previsiones de los deseos. A algunos les va la vida en que sus deseos se cumplan. Y, de ser así con las de Exxon, le va al mundo.
Una virtud indispensable para ganar dinero en Bolsa
“Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya”, reza uno de los poemas de Antonio Machado en su Campos de Castilla. Un consejo que vale para la vida, y para la inversión: el pequeño lunes negro de hace unas semanas es un ejemplo perfecto. El pánico cundió entre los inversores, que sacaron con la facilidad que les caracteriza los tambores de la recesión. Pasados unos días, resulta que la Bolsa estadounidense vuelve a estar en máximos.
Un estudio de Schroders evidencia que las inversiones más rentables son aquellas que se sobreponen a las crisis del mercado. Esperar vale la pena, y si no, como termina aquel poema de Machado: “Y si la vida es corta / y no llega la mar a tu galera, aguarda sin partir y siempre espera / que el arte es largo y, además, no importa”.
Tenemos que defender nuestro territorio y hacemos uso de todos los medios desde el territorio de la Federación Rusa para evitar que ocupen el nuestroVolodímir Zelenski, presidente de Ucrania
Un pequeño patio cordobés que resiste todavía y siempre al invasor
Como cierta aldea gala, hay en Córdoba un patio andaluz que resiste todavía y siempre a la invasión. No de los romanos –tampoco de los árabes, en su momento, vista su arquitectura– sino de la turistificación y de la especulación. La poción mágica que ha permitido este milagro de los tiempos modernos es la unión de seis familias y la asociación PAX Parios de la Axerquía, que han recuperado una antigua casa de vecinas en Córdoba gracias a un proyecto cooperativo que ejerce de faro de las muchas acciones desarrolladas por la organización.
Detrás del colectivo, como en los tebeos de Goscinny y Uderzo, hay dos héroes. O, mejor dicho, dos heroínas, que tiraron del carro en los inicios y que crearon el equipo de trabajo.
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