El púlpito intimidatorio de Elon Musk se pone en evidencia
La entrevista del dueño de X a Donald Trump expone cómo su imperio industrial le da influencia sobre los políticos
El poder engendra poder. Elon Musk acumula cada vez más. El multimillonario responsable del fabricante de cohetes Space X y del gigante de coches y baterías Tesla mantuvo una entrevista con Donald Trump el lunes en X, la plataforma de redes sociales de la que es propietario. La charla de dos horas reveló poca información nueva sobre las opiniones del candidato presidencial republicano. Dijo más sobre la forma en que Musk ha convertido su propiedad de industrias críticas en un púlpito político.
La conversación con Trump se retrasó y fue farragosa. Entre otros temas, el expresidente afirm...
Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS
El poder engendra poder. Elon Musk acumula cada vez más. El multimillonario responsable del fabricante de cohetes Space X y del gigante de coches y baterías Tesla mantuvo una entrevista con Donald Trump el lunes en X, la plataforma de redes sociales de la que es propietario. La charla de dos horas reveló poca información nueva sobre las opiniones del candidato presidencial republicano. Dijo más sobre la forma en que Musk ha convertido su propiedad de industrias críticas en un púlpito político.
La conversación con Trump se retrasó y fue farragosa. Entre otros temas, el expresidente afirmó sin pruebas que otras naciones están enviando prisioneros para entrar ilegalmente en Estados Unidos. Criticó al presidente Joe Biden por su gestión de Rusia y culpó de la reciente inflación al Partido Demócrata. Pero Musk también tuvo mucho tiempo en antena. Además de presionar por un rol en un Gobierno de Trump, defendió la tecnología sostenible y los riesgos de las emisiones de dióxido de carbono.
Puede que Trump accediera a hablar en X porque es la plataforma que solía utilizar mucho, y a la que ha vuelto recientemente. Pero también es un reflejo de la propia importancia de Musk. La corona de su imperio es el fabricante de vehículos eléctricos Tesla, valorado en 650.000 millones de dólares, pero la influencia del magnate en ascenso va mucho más allá de los coches. Las gigantescas baterías de Tesla serán cada vez más vitales para la prosperidad de Estados Unidos a medida que se extiendan las energías renovables. La empresa de cohetes Space X, de la que posee el control de voto, es crucial para los lanzamientos estadounidenses y europeos. Su filial Starlink proporciona apoyo satelital al ejército ucraniano.
No es que el imperio de Musk vaya siempre viento en popa: La rentabilidad de Tesla se hunde; el proyecto Hyperloop, que pretendía revolucionar el transporte, no llegó a ninguna parte; y Musk ha atraído muchas demandas e investigaciones gubernamentales sobre temas que van desde la ley de valores a supuestas infracciones laborales. Sin embargo, el efectivo –y el acceso al crédito– que proporcionan esas empresas han financiado nuevas incursiones como la adquisición de Twitter, como se conocía anteriormente a X. Esa operación fue un fracaso financiero, pero ha ayudado a su propietario a ganarse la atención del que podría ser el próximo presidente.
Musk no es ni mucho menos el primer industrial con influencia sobre los políticos. Sin embargo, su relación con el Estado es cada vez mayor: Reuters informó en marzo de que Space X está construyendo satélites para la inteligencia estadounidense. Desde subvenciones y adjudicaciones de contratos hasta investigaciones, quienquiera que se siente en la Casa Blanca tras las elecciones de noviembre tendrá cada vez más influencia sobre la fortuna empresarial de Musk, lo que hace aún más importante que pueda resistir la influencia que fluye en el otro sentido. En lo que respecta al lado republicano del pasillo, la acogedora charla del lunes pone eso en duda.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días