Ola de rentabilidad para las empresas turísticas
Las firmas españolas sacan pecho a las buenas previsiones y acumulan avances superiores a los del Ibex
Con la primera ola de calor del verano disparando los termómetros de media España, aunque los expertos calmen los ánimos diciendo que durará poco, hay quienes pueden refrescar sus pensamientos visualizando cómo las buenas expectativas de la campaña estival van a impulsar al sector turístico cotizado. Ante un Ibex 35 que avanza un 9,7% en lo que va de año y lidera las alzas de la Bolsa europea, las firmas turísticas españolas sacan pecho a las buenas previsiones y acumulan rentabilidades superiores a las del índice.
Lo que para algunos ha pasado a denominarse turismo de revancha, provocando en algunos casos el malestar de vecinos y comerciantes, sirve para que otros se sigan recuperando del duro impacto de la pandemia en sus cuentas de resultados. Si se cumplen las previsiones, este año llegarán a España casi 100 millones de turistas extranjeros. Un tipo de viajero que acapara ya dos de cada tres reservas para este verano y que seguirá creciendo: según estudios recientes, España se convertirá en el país con más turistas del mundo en 2040 por delante de Francia y Estados Unidos.
El calor de este verano bien puede ayudar a que las empresas turísticas mantengan un “rendimiento asombroso”, que les permite irse acercando, poco a poco, a los niveles de valoración bursátil que tenían antes de la crisis provocada por el Covid-19, dado que solo el gestor aeroportuario Aena ha logrado superar dicha valoración. Por lo pronto, los analistas destacan que ya se encuentran en niveles de actividad superiores al estallido de la pandemia y que cuentan además con una más que favorable previsión de ganancias y diversificación geográfica.
Más allá de récords y alzas en Bolsa, la industria turística nacional afronta la necesidad, urgente, de ser rentable y sostenible, un lema que bien debería ser visto como parte de una estrategia nacional dado el relevante peso que tiene el sector en la economía.
Las aerolíneas y gestores de aeropuertos han sufrido esta semana, por otra parte, al igual que bancos y empresas de servicios esenciales, los problemas que puede entrañar la reducida competencia en algunos mercados. El caos que ha sembrado en todo el mundo una simple actualización informática ha provocado la aparición del temido gran apagón al tumbar al sistema operativo de Windows. La pandemia puso en el orden del día de las empresas los planes de contingencia, unos planes que este viernes han vuelto a salir del cajón.
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