La débil economía china espera nuevos remedios

Los últimos datos del PIB subrayan la necesidad de que esta semana se adopten medidas decisivas

El presidente de China, Xi Jinping.Tingshu Wang (REUTERS)

Los dirigentes chinos no se hacen ilusiones sobre los retos que deben afrontar en el segundo semestre y más allá. Mientras unos 370 altos cargos del Partido Comunista se reunían el lunes para celebrar la reunión quinquenal del Tercer Pleno, los datos sorprendentemente débiles del PIB, publicados el mismo día, ponían en juego la hoja de ruta política que se decidirá en la reunión. La economía registró un mediocre crecimiento...

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Los dirigentes chinos no se hacen ilusiones sobre los retos que deben afrontar en el segundo semestre y más allá. Mientras unos 370 altos cargos del Partido Comunista se reunían el lunes para celebrar la reunión quinquenal del Tercer Pleno, los datos sorprendentemente débiles del PIB, publicados el mismo día, ponían en juego la hoja de ruta política que se decidirá en la reunión. La economía registró un mediocre crecimiento interanual del 4,7% en el segundo trimestre. Los economistas esperaban un dato menos halagüeño tras el 6,3% del mismo trimestre de 2023 y el 5,3% del primero de 2024. La última cifra es aleccionadora.

La inversión inmobiliaria cayó un 10,1% en los seis primeros meses. Los precios de la vivienda nueva bajaron un 4,5%, el ritmo más rápido de descenso en nueve años. Esto sugiere que las medidas anunciadas en mayo, como la flexibilización hipotecaria y la financiación adicional para que los gobiernos locales absorban el inventario sin vender, no son suficientes.

Esto también es un lastre para el consumo. Las ventas al por menor se ralentizaron hasta solo el 2% en junio. El comercio exterior ofrece uno de los pocos puntos brillantes; las exportaciones crecieron un 6,9% en el semestre. Sin embargo, seguir dependiendo de este motor para apuntalar el crecimiento agravará las tensiones con Estados Unidos y la Unión Europea, cuyos gobiernos se preocupan por el exceso de capacidad de China.

Según sus propias medidas, China no va demasiado desencaminada. El Consejo de Estado fijó un objetivo de crecimiento de “en torno al 5%” para 2024, lo que da margen a la economía para seguir creciendo al ritmo actual. Pekín da a entender que está dispuesto a tolerar una cifra más lenta para alejarse de un viejo modelo impulsado por la deuda y el ladrillo, hacia uno centrado en innovación y en calidad por encima de cantidad. Hay pocas pruebas de que el reequilibrio esté funcionando. Xi Jinping ha hablado en los últimos meses de sus planes de “una serie de medidas importantes” para relanzar el crecimiento, y los Terceros Plenos de 1993 y 1978 sacudieron la economía. Los últimos datos del PIB subrayan la necesidad de que esta semana se adopten medidas decisivas.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Pierre Lomba Leblanc, es responsabilidad de CincoDías.

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