La partitura musical de la OCDE para España y la barrera psicológica del motor

Las propuestas del organismo suenan razonables, pero ejecutarlas no es plato de buen gusto frente a la opción de fiar el arreglo de los desajustes al crecimiento

Nueva sede de la OCDE

La economía española goza de una salud envidiable en comparación con algunos de sus compañeros de viaje en Europa, pero tiene sus propias carencias, arrastra lastres conocidos y debe esquivar algún que otro iceberg. No es un diagnóstico nuevo, como tampoco es nueva la receta para tratarlo. Como si se tratara de una vieja partitura, los organismos internacionales –el último ha sido la OCDE– alaban regularmente la recuperación de la economía española y sus expectativa...

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La economía española goza de una salud envidiable en comparación con algunos de sus compañeros de viaje en Europa, pero tiene sus propias carencias, arrastra lastres conocidos y debe esquivar algún que otro iceberg. No es un diagnóstico nuevo, como tampoco es nueva la receta para tratarlo. Como si se tratara de una vieja partitura, los organismos internacionales –el último ha sido la OCDE– alaban regularmente la recuperación de la economía española y sus expectativas de crecimiento, pero insisten también en la necesidad de que España avance hacia sus objetivos fiscales, reforme las políticas activas de empleo, aumente la productividad y ajuste realmente las tuercas al sistema de pensiones. La OCDE añade, además, que es hora de limitar el impacto de las ayudas sociales, desplegadas en 2022, y de elevar los ingresos públicos con un aumento “gradual” de la base del IVA, más tributación verde y una mejor eficiencia en el gasto. Las propuestas del organismo suenan razonables, el problema es que ejecutarlas no es plato de buen gusto para un Gobierno que, mientras pueda, seguramente preferirá fiar al crecimiento económico los posibles desajustes de la locomotora.

La industria del motor puede superar su barrera psicológica sin acudir al diván

El millón de matriculaciones que la industria del motor se ha fijado como barrera psicológica que hay que superar se ha convertido casi en una cifra mágica, al modo de un paraíso perdido al que regresar. Desde el parón de la pandemia, el sector ha luchado por elevar las matriculaciones sin dejar de insistir en la necesidad de alcanzar esa marca. A la vista de los datos de esta primera parte del año, especialmente de abril, todo apunta a que la industria del automóvil puede terminar 2024 con la satisfacción de haber batido la cifra de seis ceros, y de haberlo hecho sin pasar por el diván del psicólogo.

La jubilación de abogados y procuradores: en casa del herrero, cuchara de palo

La crisis que ha estallado en los colectivos de abogados y procuradores por las deficiencias de su sistema de previsión para la jubilación, articulado a través de mutuas, ha dejado al descubierto las sombras de una profesión cuyo perfil no es, mayoritariamente, el de los abogados estrella. El cambio de las mutualidades, desde un sistema de reparto y solidario a otro de capitalización individual, marcó el declive de un modelo que genera rentas insuficientes para retirarse en la vejez. El Gobierno ha accedido a la petición de ambos colectivos de que se les permita convertir el dinero ahorrado en la mutualidad en años cotizados a la Seguridad Social, aunque con límites. La situación de los profesionales de más edad es dramática, aunque su descuido no deja de recordar que en casa del herrero, cuchara de palo.

La frase del día

“Madrid es una región con ciudadanos tolerantes, hospitalarios, amables, educados, comprometidos, solidarios (...), virtudes que en ocasiones echamos de menos en sus gobernantes”.

Felix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes

Cuando la jurisprudencia se limita a recordar el menos común de los sentidos

Los tribunales de justicia están para aplicar e interpretar las leyes y dirimir conflictos legales, pero a veces parece que existen para reafirmar el sentido común. Es lo que se desprende de una sentencia del Tribunal Supremo que afirma que los ciudadanos que reciben pensiones por gran invalidez pueden compatibilizar la prestación, con realizar trabajos ocasionales o residuales, pero no con tareas que impliquen recibir rentas regulares y estar incluido en la Seguridad Social. Parece una conclusión de perogrullo, pero es evidente que no lo es para todo el mundo. La lógica del tribunal se entiende sin haber estudiado Derecho: si una persona recibe una pensión por gran invalidez es, precisamente, porque no puede desempeñar un trabajo de forma regular.

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