Claves: el interés carente de emoción de la Fórmula 1, y un soplo de aire fresco entre los más ricos
El fútbol interesa... y el automovilismo también, aunque carezca de emoción
Dice Gerard Piqué que los jóvenes ya no ven un partido de fútbol entero, porque dura demasiado para sus ojos, acostumbrados a los vídeos de TikTok. Pero aún hay una importante cantidad de espectadores, aunque sean de generaciones más veteranas, que sigue muy pendiente de los movimientos de 22 varones en pantalones cortos corriendo detrás de un balón. El capital riesgo de EE UU Arctos ha batido el récord de un fondo especializado en deporte con 4.100 millones de dólares, que se suma a otro de unos 3.000 millones. El PSG o los clubes de la Premier League interesan a fondos estadounidenses y a in...
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Dice Gerard Piqué que los jóvenes ya no ven un partido de fútbol entero, porque dura demasiado para sus ojos, acostumbrados a los vídeos de TikTok. Pero aún hay una importante cantidad de espectadores, aunque sean de generaciones más veteranas, que sigue muy pendiente de los movimientos de 22 varones en pantalones cortos corriendo detrás de un balón. El capital riesgo de EE UU Arctos ha batido el récord de un fondo especializado en deporte con 4.100 millones de dólares, que se suma a otro de unos 3.000 millones. El PSG o los clubes de la Premier League interesan a fondos estadounidenses y a inversores de Oriente Próximo que tienen el dinero por castigo, y están formando una especie de liga del Golfo en el exilio.
La compra de Dorna, la organizadora del campeonato del mundo de motociclismo, por parte de Liberty Media, señala que el interés va más allá del fútbol. Liberty pretende llevar a las motos el éxito de su gestión en la Fórmula 1. Desde luego, es digno de estudio cómo consigue atraer tanto interés hacia un torneo que casi siempre tiene un dominador claro, y en el que la emoción se reduce a los premios menores.
Masorange, una marca de sonoridad exótica que agrupa a otras muchas
Va a costar acostumbrarse a la exótica enseña Masorange, mezcla de MásMóvil y Orange, que es el primer operador español por número de clientes, y que a su vez aglutina un amplio grupo de marcas, desde Yoigo a Jazztel, pasando por Simyo y Pepephone. El principal reto de la compañía recién creada es reducir el apalancamiento, y tampoco descarta una salida a Bolsa, ni salidas voluntarias de empleados. La reducción de la competencia que implica la fusión debería de hacer algo más fácil el negocio para los próximos años. Pero la pujanza de Digi, por ejemplo, demuestra la dificultad de la industria.
En el motor, los rivales de nuestros rivales pueden ser nuestros amigos
Uno de los factores que no se tiene en cuenta lo suficiente a la hora de valorar la competencia entre las empresas chinas y las europeas es el tamaño de unas y de otras. En el sector del automóvil, aunque está bastante concentrado en el Viejo Continente (desde luego, más que las telecomunicaciones), las compañías del país asiático también tienen ventaja. De ahí que firmas como Renault abran la puerta a alianzas con rivales tradicionales como Volkswagen a fin de desarrollar modelos eléctricos competitivos en capacidad y precio. Mientras, la firma francesa, la sueca Volvo y la naviera CMA CGM han creado un fabricante de furgonetas eléctricas. El mercado del motor se mueve rápido, y hay que pensar en que los rivales de nuestros rivales pueden ser nuestros socios.
La frase del día
“Creo que viene la semana laboral de cuatro días. Por eso invierto en golf. Pero mis traders y gestores seguirán trabajando cinco días semanales. Tomarse el viernes libre cuando se tiene una cartera... sería un problema”
Steve Cohen, fundador de Point72 Asset Management
Taylor Swift, un soplo de aire fresco en el endogámico club de los más ricos
Siempre es de agradecer que en la a veces monótona lista de los más ricos se cuele una cantante como Taylor Swift. Aunque lo haga al final del ranking de Forbes, en el puesto 2.545, con 1.100 millones de dólares, justo por encima del límite inferior para ser milmillonario.
Swift revoluciona las economías locales allá donde va con su gira, y de paso engrosa su cuenta corriente, que le permite utilizar su avión privado incluso para comprar el pan, como quien dice. Aun así, no ha llegado todavía a la fortuna de Rihanna, que posee 1.400 millones, gracias en parte a Fenty Beauty, la marca de cosméticos que lanzó junto a LVMH. Cuyo cofundador Bernard Arnault, por cierto, es el más rico del mundo. No deja de ser un club bastante reducido y endogámico.
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