El traje nuevo de la CNE y la enigmática jerga de la CNMV
Aunque devolver la independencia al regulador energético ha generado tensiones, el movimiento parece razonable
La recuperación de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) como organismo independiente suena a dé jàvu, pero es un recuerdo 100% real, porque supone volver a un esquema que funcionó hasta 2013, año en que el organismo pasó a integrarse en la entonces recién estrenada CNMC. Aunque devolver la independencia al regulador energético ha generado tensiones, incluidas las interministeriales, el movimiento parece razonable y ha sido respaldado por la CNMC. Tiene a su favor argumentos convincentes, como el de su especialización y el hecho de que hasta 24 países europeos repliquen el mismo modelo. Pero una vez elegida la independencia, toca preocuparse por los medios para mantenerla. La CNMC insiste, y hace bien, en que el regulador de la energía necesitará un traje nuevo para su rentrée, es decir, cambios que refuercen su independencia, su coordinación y hasta su transparencia. También reclama un buen equipamiento en medios materiales y humanos. No en vano, el sector de la energía afrontará en los próximos años problemas suficientes como para desear perder casi la independencia.
La CNMV no halla “errores”, pero sí “deficiencias” en los números de Grifols
Es sabido que los reguladores tienden a desarrollar una jerga propia. Es legendaria la de los presidentes del BCE, que salpican sus intervenciones con giros que los mercados analizan con la exactitud de un compás. El problema es que las jergas son lenguajes muy particulares y, como tales, pueden generan confusión. El utilizado por la CNMV para responder a las acusaciones de Gotham City Research contra Grifols afirma no haber identificado “errores significativos” en las cuentas anuales de la compañía, pero sí encuentra “deficiencias relevantes”. La Bolsa, como era de esperar, acogió el viernes el galimatías... con caídas.
Fiar el ajuste fiscal solo al crecimiento o cómo desafiar el mes de abril sin paraguas
El Gobierno se siente cómodo con el ritmo de crecimiento de la economía. España lidera el pelotón de cabeza en Europa y lo hace con un modelo que el ministro de Economía, Carlos Cuervo, ha definido con tres palabras: equilibrado, sostenible y responsable. También es verdad, y es relativamente fácil olvidarlo, que junto a los buenos datos, la economía española sigue arrastrando las malas debilidades, como una tasa de paro poco presentable respecto a nuestros vecinos europeos. Pese a todo, el Gobierno ha decidido fiar el ajuste fiscal que el país debe abordar al vigor del crecimiento económico, lo cual no deja de tener su punto de riesgo –en un entorno todavía incierto– similar al de salir de excursión en primavera sin paraguas.
La frase
“Las preocupaciones que tienen los agricultores son legítimas y estamos decididos a apoyarlos”.
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo
El secreto intangible que explica el éxito del turismo español
La industria turística española se ha convertido en una verdadera gallina de huevos de oro que bate récord tras récord sin apenas despeinarse. Las previsiones para esta Semana Santa son espectaculares, con los precios más caros de la historia, 51 euros por persona y noche y un crecimiento del 35% en las ventas respecto al año anterior. Junto a factores como el buen tiempo, la calidad de los establecimientos españoles y la excelente gastronomía, los expertos aseguran que el secreto de España es la seguridad. Un intangible que proporciona a la industria española una ventaja notable sobre otros destinos del mediterráneo y que es imprescindible cultivar.
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