Las paradojas del tiempo de trabajo en España

El exceso de horas extras no remuneradas no es un problema de falta de legislación, sino de incumplimiento y ausencia de control suficiente

Trabajadores en la empresa durante su jornada laboralAgencia Getty

Las jornadas laborales maratonianas se han considerado durante mucho tiempo casi un distintivo de la economía española, fruto de cierta laxitud –cuando no de una indiferencia flagrante– hacia el fenómeno de las horas extras no remuneradas, un problema que persiste pese a las actuaciones inspectoras y las reformas de la legislación. Sin embargo, el fenómeno del trabajo extra no pagado o no compensado con tiempo libre en España no es una cuestión de falta de regulación, sino de incumplimiento claro de la ley y de déficit de control o escasez de medios por parte de la Inspección. La exposición de motivos del real decreto-ley por el que se reguló el registro de jornada en 2019 justificaba ya en parte la medida en la desmesurada cifra de horas extra que se realizan en España y en la abundancia de denuncias por este motivo a la Inspección de Trabajo. Unos excesos de tiempo no computado y no reconocido que suponen un incumplimiento severo de la normativa laboral y convierten en cierto modo en paradójicas las iniciativas para reducir la jornada de trabajo legal, impulsadas a raíz del acuerdo de Gobierno del PSOE y Sumar.

El recorte de la jornada legal puede ser una propuesta interesante, pero no deja de resultar sorprendente ponerla sobre la mesa sin resolver primero el problema de las horas extras realizadas al margen de la ley, puesto que si la jornada actual se supera fuera de las condiciones previstas en la regulación, no hay razones para pensar que la futura jornada recortada pueda sufrir mejor suerte.

La Inspección de Trabajo incrementó el pasado año su número de actuaciones sobre tiempo de trabajo y horas extraordinarias casi un 9% respecto a 2022, lo que se tradujo en 35.500 intervenciones. Una labor facilitada y optimizada por la utilización de la inteligencia artificial, con algoritmos que permiten afilar la puntería respecto a los centros de trabajo más sospechosos de abuso horario, pero que demuestra que se trata de un fenómeno persistente y, desde luego, no resuelto.

El control de la legalidad de las horas extra no es el único debate abierto a día de hoy, sino también su remuneración. El hecho de que en España estas se paguen peor que en el resto de Europa ha llevado a los sindicatos a incluir la cuestión en la negociación tripartita sobre el recorte de jornada. Como en el caso de esta última, se trata de un tema importante, pero su debate debe estar supeditado a exigir previamente el cumplimiento de la legislación actual, porque de poco sirve mejorar la regulación sobre el papel si esta se incumple de forma crónica en la práctica.

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