El BCE lucha contra una imaginaria espiral salarial
En 2022 y 2023, los precios de la zona euro crecieron casi el 7% anual; los sueldos, el 4,3%
El BCE quiere que los trabajadores ganen menos. Sin contención salarial, sostiene Christine Lagarde, la inflación seguirá alta y también los tipos. Pero los ingresos de los asalariados no hacen sino ponerse al día con la subida de los precios. Lejos de avivar la inflación, el aumento de los ingresos puede ayudar a la zona euro.
La delincuencia, como es sabido, no es rentable. Pero trabajar en la zona euro tampoco. En los dos últimos años, los salarios no han podido seguir el ritmo de la inflación, según nuestro análisis de los salarios recogidos por el portal de empleo Indeed. En 2022 y...
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El BCE quiere que los trabajadores ganen menos. Sin contención salarial, sostiene Christine Lagarde, la inflación seguirá alta y también los tipos. Pero los ingresos de los asalariados no hacen sino ponerse al día con la subida de los precios. Lejos de avivar la inflación, el aumento de los ingresos puede ayudar a la zona euro.
La delincuencia, como es sabido, no es rentable. Pero trabajar en la zona euro tampoco. En los dos últimos años, los salarios no han podido seguir el ritmo de la inflación, según nuestro análisis de los salarios recogidos por el portal de empleo Indeed. En 2022 y 2023, los precios de la zona euro crecieron una media anual de casi el 7%; los salarios, solo el 4,3%.
Pese a ello, el BCE insiste en que necesita una desaceleración significativa de las subidas salariales antes de que los tipos puedan bajar del actual máximo histórico del 4%. Hay que reconocer que algunos datos salariales están candentes. Los costes laborales unitarios –una medida que combina los salarios con la productividad de los trabajadores– subieron a una tasa anual del 6,6% en el tercer trimestre, un ritmo récord aparte de la pandemia. Pero esos datos son antiguos, y parte del salto de los costes se debió a una caída de la productividad que debería de revertirse en los próximos meses a medida que las empresas dejen de “acaparar” trabajadores y los que quedan tengan que trabajar más. El propio personal del BCE prevé que el crecimiento de los costes laborales unitarios se ralentice hasta el 4,1% en 2024.
Los sueldos aumentan aún menos. Indeed, estima a partir de los anuncios de empleo que la media móvil de tres meses de los salarios de la zona euro creció a una tasa anual del 3,8% en diciembre, por debajo del 4,8% de diciembre de 2022. Se acerca al 3% que el BCE considera compatible con su objetivo de inflación del 2%.
Ikea, TotalEnergies o la filial francesa de Uber han subido los salarios de sus trabajadores. Y los Gobiernos alemán y holandés, entre otros, han elevado el salario mínimo. Pero en vez de alimentar la inflación, estas alzas podrían dar a la zona euro un impulso muy necesario. El BCE espera que el consumo privado suba un 1,4% en 2024, por debajo de la tasa media de crecimiento del 1,7% de 2015-19. Con la previsión de que el PIB del bloque crezca solo un 0,8% este año, los bolsillos de los trabajadores no tienen por qué ser la principal preocupación del BCE.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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