Los desafíos económicos de la legislatura
España sigue liderando el crecimiento europeo, pero las previsiones de Bruselas apuntan a una economía en desaceleración y a una inflación que no baja la guardia
La legislatura que tiene por delante el próximo Ejecutivo, tras la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno gracias a los apoyos de Sumar (nuevo socio de coalición), Bildu, ERC, BNG, Junts, PNV y CC, tendrá que afrontar como primer gran desafío la dificultad de aprobar unos Presupuestos y de gobernar el país con unos apoyos políticos y parlamentarios cuyos intereses difícilmente pueden ser más heterogéneos.
En un contexto condicionado por ese complejo rompecabezas, por la presión de la oposición y por la tensión que ha generado la propia investidura, el nuevo Ejecutivo tiene por delante una serie de retos en materia económica de los que depende muy directamente el bienestar material del país, y que incluyen el nombramiento, ya sea ahora o en unos meses, de un titular de Economía que esté a la altura de la gestión llevada a cabo por la actual ministra en funciones, Nadia Calviño.
Entre los temas pendientes para la legislatura, en la que España ocupa la presidencia de turno del Consejo de la UE, figuran viejas asignaturas y nuevos desafíos. Entre los primeros, destaca una reforma fiscal cuyas líneas maestras fueron plasmadas en un libro blanco que se ha quedado guardado en el cajón del Gobierno y que convendría desempolvar. A ello hay que unir cuestiones que han generado un amplio debate entre las empresas, como el compromiso de alcanzar el tipo efectivo del 15% en el impuesto sobre sociedades y el modo de llevarlo a cabo, junto a otras largamente pendientes, como el rediseño de la financiación autonómica, cuya negociación constituye un auténtico reto.
La inflación se presenta también como un problema heredado de la anterior legislatura y todavía no resuelto, pese a que la presión de los precios se ha moderado como consecuencia de la política monetaria del BCE. España sigue liderando el crecimiento en la zona euro, pero las previsiones de Bruselas apuntan a una economía en desaceleración y a una inflación que no baja la guardia, todo ello en un contexto europeo en el que la recesión ya ha asomado la cabeza.
En el terreno de la política empresarial, el Ejecutivo debe resolver asuntos prioritarios, como la ecuación que plantea la necesidad de proteger a las empresas estratégicas sin lanzar un mensaje hostil a la inversión extranjera y sin abrir una vía para un intervencionismo no justificado en la economía. El compromiso de regreso de las empresas que abandonaron Cataluña tras el órdago independentista es otro punto caliente de la agenda, y su cumplimiento exigirá algo más que un discurso político, mientras que cuestiones como la prórroga de la excepción ibérica marcarán la tónica de una legislatura que se presenta densa y compleja.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días