El PP multiplica su poder
Los comicios, planteados por todos los jugadores como unas primarias de cara a las generales de final de año, definen una nueva parrilla de salida para las generales
Los resultados de las elecciones autonómicas y municipales celebradas ayer confirman el ascenso del Partido Popular y el retroceso de PSOE y Podemos –socios de Gobierno–, así como el hundimiento de Ciudadanos y la fortaleza de Vox. El partido de extrema derecha alcanza importantes cotas de poder. No solo consolida su presencia en las instituciones, sino que podrá ser determinante en comunidades y ayuntamientos para formar gobiernos con el PP, que ya ha roto ese tabú en Castilla y León. Queda al margen de esa dependencia el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid, donde José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso obtienen la mayoría absoluta. La derecha arrebata a la izquierda ciudades importantes como Valencia, donde lograría la mayoría absoluta con Vox, y Sevilla. Los socialistas han perdido también Extremadura, aunque conservan Castilla La Mancha. En Barcelona gana Xavier Trias, de Junts per Catalunya, aunque el socialista Jaume Collboni podría formar gobierno.
Este lunes quedarán muchos flecos sueltos –buena parte de los gobiernos dependen de los pacto– pero resulta imposible no extraer lecturas nacionales de una campaña que se ha jugado, básicamente, en esos términos. Estos resultados implican un duro golpe al Gobierno de Pedro Sánchez. La buena evolución de la economía ha demostrado poca influencia en el ánimo de los votantes. Asuntos como la vivienda o la sanidad, claves en elecciones de carácter autonómico y local, apenas captaron el foco al principio de la campaña. La derecha centró la conversación en Bildu y la presencia en las listas de terroristas con delitos de sangre y los casos de compra de votos en Melilla. Además, pesa el impacto de la inflación en los hogares, prolongado en el tiempo, que drena los ingresos de las familias y hace más que evidente en el día a día su pérdida de poder adquisitivo. La progresiva convergencia de la clase media con los llamados “colectivos más desfavorecidos” complica el relato económico y las políticas sociales han quedado opacadas en el citado ruido electoral.
Los comicios, planteados por todos los jugadores como unas primarias de cara a las generales de final de año, definen una nueva parrilla de salida con la vista puesta en el segundo semestre. Para el PSOE, se hace necesaria una revisión de perfiles autonómicos y de la estrategia nacional. El PP, que, sin duda, logra un espaldarazo para su líder, Alberto Núñez Feijóo, que tendrá que hilar fino en sus pactos regionales de gobierno y, desde luego, explicar al detalle sus alianzas con Vox, si es que estas se consuman.
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