El ruido sobre las eléctricas y el grano y la paja bancarios

La tensión sobre los beneficios de las energéticas se modera una vez pasado el invierno

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.

La polémica en torno a los ingresos y los beneficios de las eléctricas se ha aplacado en público, aunque su recorrido está ahora en los tribunales; en concreto lo está el impuesto temporal extraordinario del Gobierno español. Quizás cuando se acerque el invierno (o el verano, si las altas temperaturas que se prevén obligan a poner a tope el aire acondicionado) el Ejecutivo se replantee nuevas medidas contra las finanzas del sector, que van a velocidad de crucero; en particular, las de Iberdrola. Sus excelentes resultados en el primer trimestre –que la compañía dice que se moderarán en los próximos– vuelven a reflejar que la transición energética está siendo muy rentable para las empresas que han apostado por ella de forma inteligente. Con todo, el consejo de la compañía se está empleando a fondo para convencer a los fondos accionistas de que apoyen su informe de retribuciones. No es algo últimamente exclusivo de Iberdrola ni de las energéticas, ni mucho menos, sino el gran caballo de batalla de las cuestiones de buen gobierno. Ni siquiera las firmas con mejores resultados económicos se libran de ella, después de años en los que se le prestaba demasiada poca atención.

Los accionistas discriminan con acierto el grano de la paja bancaria

A la industria bancaria estadounidense aún le queda un ajuste notable para absorber la realidad monetaria. Los bancos medianos, como el fallido Silicon Valley Bank y First Republic Bank, que anda tambaleándose, han disfrutado de una prórroga en las durísimas condiciones que se impusieron a sus pares de mayor tamaño en EE UU, y a los de Europa en general. Los inversores así lo están entendiendo, y a pesar de cierto nerviosismo en torno a valores como Deutsche Bank, están sabiendo filtrar el grano de la paja. Los ganadores de esta crisis bancaria serán probablemente los gigantes de EE UU.

Los accionistas discriminan con acierto el grano de la paja bancaria

La limitación del precio de los alquileres de Barcelona ha conseguido su objetivo, a costa de que se dispare la compraventa; en Madrid, los arrendamientos suben más, mientras que los traspasos de vivienda están más moderados. La ley de vivienda, que se aprobará hoy, se centra en los alquileres, y puede provocar un aumento de la oferta de pisos a la venta.

Pero ambos mercados deberían de ir frenándose a medida que se vaya notando el efecto de la subida de los tipos de interés en el gasto y en el endurecimiento de los requisitos de la banca para prestar; ya se está viendo en las hipotecas, indicador directo de las ventas, que en febrero fueron un 2% menos que un año antes, y un 4,1% menos que en enero.

La frase del día

“No tiene sentido decir quién tiene razón y quién no en la guerra de Ucrania. Condeno la invasión, y defiendo un cese de las hostilidades como vía para abrir caminos al diálogo”

Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil

Microsoft juega para ganar, y en la compra de Activision, por ahora, pierde

La gracia de los videojuegos es poder competir contra otros, y perder a veces; si se gana siempre, el juego aburre y hay que pasarse a otro. Es lo que piensa la autoridad de competencia de Reino Unido, que temía que Microsoft, que tiende a triunfar en todas las aventuras que se propone, tuviera una posición de excesiva ventaje en el mercado de los juegos con la compra de Activision Blizzard, distribuidora de Call of Duty (La llamada del deber). El gigante tiene ya más del 60% del mercado de juegos en la nube, en una demostración de que sabe ver el lado más práctico de la informática, frente a quienes apuestan por mundos paralelos en los que mirar al infinito, como los del metaverso. A Microsoft le gusta jugar para ganar, y esta vez, por ahora, pierde.

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