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El legado en la empresa familiar: un desafío intergeneracional

¿Somos conscientes de la importancia de preservar el legado y los valores para crecer y pasar a la siguiente generación?

SeventyFour (Getty Images/iStockphoto)

Las estadísticas reflejan que el 90% de los fundadores de empresas familiares desean que la propiedad y la dirección de las compañías que han creado permanezcan en manos de la familia cuando ellos ya no estén. Una aspiración lógica y entendible, sobre todo cuando hablamos de la empresa familiar y de todo lo que hay detrás: propiedad, empresa y, sobre todo, familia. Es decir, decisiones complicadas y complejas, relaciones personales y mucha emocionalidad.

Desde el Instituto de la Empresa Familiar explican que, más allá de su importancia económica, “los valores propios que caracterizan y diferencian a las empresas familiares se han convertido en un importante activo empresarial”. Un activo que, si bien trasciende la parte económica y puramente corporativa, es una pieza fundamental para garantizar el crecimiento y la viabilidad de las empresas a largo plazo y que estas pasen de generación en generación.

La diferencia con cualquier otro tipo de compañías es que en las empresas familiares los valores se construyen sobre la base de un patrimonio propio, con el objetivo de preservar un legado y siempre priorizando la dimensión humana como factor fundamental, tal y como destacan desde la asociación empresarial.

En el informe “El legado como guía para el crecimiento de las empresas familiares”, elaborado por KPMG en colaboración con el consorcio global STEP Project, se pone de manifiesto que las empresas familiares más duraderas y exitosas son las que se han preocupado por construir y preservar el legado familiar. Así, de las encuestas que han realizado destacan, por ejemplo, que el 42% de las empresas que otorgan un mayor valor al legado, obtienen mejores resultados en desempeño o que el 78% de las empresas con altos valores en legado son las que reportan mejores resultados en sostenibilidad.

El legado, herramienta para conectar generaciones y planificar la sucesión

“El legado va más allá de aspectos materiales para incorporar aspectos intangibles como el propósito, los valores, la capacidad de emprendimiento o el compromiso con la sociedad”, comentan en el informe. Es decir, aunque no hay una receta única para todas las empresas familiares, sí existen una serie de valores, de propósitos y de maneras de proceder que se repiten -o deberían- en la mayoría de las empresas familiares: es lo que ayuda a transmitir y a dar sentido a ese legado. La principal, como veíamos, es la visión por el largo plazo y por permanecer en el tiempo a través de las nuevas generaciones, una vocación que solo puede llevarse a cabo si hay unidad, confianza, comunicación, compromiso, responsabilidad y ganas porque la empresa trascienda, siga creciendo, generando empleo, beneficios, etc. y permanezca en manos de la familia.

Belén Alarcón, socia y directora de Asesoramiento patrimonial de Abante, pone el foco en la importancia de que las familias aprendan a comunicarse y se genere transparencia entre todos los miembros. “Las empresas familiares que han tenido éxito y han pasado a la siguiente generación son las que han aprendido a comunicarse y han apostado por la formación. Las que no han olvidado los valores y la historia del fundador y las que han llegado a una visión compartida y han establecido y regulado ciertos acuerdos de mínimos que les den la flexibilidad necesaria para adaptase a situaciones inesperadas y complejas”, explica.

Respecto a la primera parte, es muy importante que todas las personas de la familia vean más allá de su yo individual y entiendan que cada una tiene sus propias circunstancias, unas preocupaciones y objetivos distintos. Se trata de pasar de la visión individual a la compartida, teniendo un objetivo común que pase por mantener el legado, los valores y la historia de la familia, pero consiguiendo que cada persona, a nivel individual, esté satisfecho con su propio proyecto biográfico y con su situación personal y financiera.

Otro factor fundamental que permite mantener el legado, como destacan en el informe de KPMG, es la responsabilidad. De hecho, en la publicación hablan de que el legado es tanto un activo como una responsabilidad para los miembros de la familia. Activo, por todo lo que hemos comentado anteriormente; responsabilidad, porque sin esfuerzo y compromiso el legado no se puede transmitir. ¿Podemos hablar de legado si se queda en una generación?

En el informe destacan la importancia de mirar hacia atrás para entender el pasado para hacerlo llegar al futuro, pero de una forma viva, comprendiendo que tiene que evolucionar y adaptarse: el legado es un aspecto clave de las empresas familiares, ya que conecta generaciones y define la visión a largo plazo del negocio. Cada generación que se incorpora a la empresa asume la responsabilidad de hacer perdurar el legado familiar, por eso es importante que cada generación adapte su legado a los cambios en el mercado y la sociedad”, explican.

Por todo ello, es fundamental que las empresas familiares asuman el legado como un valor clave y como un reto que le vas a permitir crecer y avanzar hacia las nuevas generaciones de forma que la sucesión esté garantizada, entendiendo que es un camino que hay que planificar y trabajar.

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