El petróleo cae de los 60 dólares y apunta a su año más bajista desde la pandemia
El Brent roza mínimo anual al filo de los 59 dólares ante el exceso de oferta y la posibilidad de un acuerdo de paz en Ucrania


El precio del barril de petróleo Brent desciende hoy por debajo de los 60 dólares, un nivel al que no caía desde el pasado mayo, y roza mínimos en el año, en un ejercicio en el que acumula un retroceso del 20%. Este ejercicio apunta así a ser el más bajista para el precio del crudo desde 2020, el año en el que la paralización forzada por la pandemia hundió el consumo y el precio del barril, cuyos futuros incluso llegaron a cotizar puntualmente por debajo del cero. Este año el descenso viene marcado por el exceso de oferta de petróleo (se extrae más del que se consume desde hace meses, y se prevé que siga así en 2026), y en esta recta final de 2025, por la posibilidad de un acuerdo de paz en Ucrania que permita la vuelta de Rusia al mercado petrolero y agudice el desequilibrio.
Los intentos para poner fin a la guerra en Ucrania no son nuevos; se suceden desde hace meses sin éxito y sin modificar el entorno petrolero. Hoy, por el contrario, son el detonante para un descenso en el precio del barril Brent, referencia en Europa, superior al 2,5%, con un mínimo en el día al filo de los 59 dólares. El Brent no cotizaba por debajo del umbral de los 60 dólares desde mayo, cuando retrocedió a mínimos de 2021. El mínimo anual intradía está en los 58,4 dólares, marcados el 9 de abril en plena resaca por la guerra arancelaria de Trump.
El barril de referencia en Estados Unidos, el West Texas, ha tocado hoy los 55,3 dólares, muy cerca también del mínimo desde 2021. En el caso del gas natural, el precio de referencia en Europa, el contrato TTF, ha caído a 26,75 euros el megawatio hora, muy cerca igualmente del mínimo en cuatro años.
El presidente de EE UU, Donald Trump, afirmó este lunes que cree que se está “más cerca que nunca” de lograr un acuerdo de paz en Ucrania, después de que representantes estadounidenses se reunieran en Berlín con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Éste, por su parte, ha señalado que ha llegado a un acuerdo con Estados Unidos para que las garantías de seguridad sean legalmente vinculantes mediante una votación en el Congreso, como parte de un acuerdo para poner fin a la guerra de Rusia. Si bien todo depende de un presidente ruso, Vladimir Putin, que no ha cedido en sus exigencias, la posibilidad de la paz hoy se deja ver en el mercado. Rusia produce unos 9,3 millones de barriles de petróleo diarios, casi toda su capacidad, según la Agencia Internacional de la Energía. Pese a las fuertes sanciones, Moscú ha seguido exportando petróleo, principalmente a China e India, aunque a un fuerte descuento frente al Brent o el West Texas que ha llegado a superar los 20 dólares el barril.
El impacto de las conversaciones de paz sobre Ucrania se ve acentuado en un mercado petrolero sin equilibrio entre oferta y demanda. La decisión de la OPEP de ir incrementando desde el pasado mes de abril su producción con el fin de recuperar cuota de mercado —perdida a manos de productores como Estados Unidos, el mayor extractor del mundo, o Canadá— ha puesto millones de barriles de crudo en un mercado ya sesgado por la producción de estos países y por la contención de la demanda, entre otras cosas por la electrificación del transporte en países como China.
Así, aunque la OPEP + (que incluye a Rusia) ya ha anunciado que hará una pausa en esos aumentos durante el primer trimestre de 2026, la Agencia Internacional de la Energía ya ha avanzado que para el próximo año el excedente de petróleo será el mayor jamás registrado, más de cuatro millones de barriles diarios. Los analistas prevén la continuidad de un petróleo a la baja para 2026, con niveles inferiores a los 60 dólares: “Nuestro escenario base sitúa al Brent en torno a 50 dólares por barril. No se espera un colapso drástico, pero tampoco un repunte importante. La previsión refleja un mercado bien abastecido, donde los precios se mantienen contenidos por la abundancia de suministro y la limitada volatilidad de la demanda”, señala Kerstin Hottner, responsable de materias primas de Vontobel AM.
En el año, el Brent se anota un descenso cercano al 20%, con lo que 2025 apunta a ser el ejercicio más bajista para el precio del crudo desde 2020, cuando el oro negro se abarató el 21,5%. El precio del petróleo apenas se ha tensionado este año pese a la convulsa actualidad geopolítica, con graves episodios como el ataque de Israel sobre Irán —que desató la amenaza de Teherán de cerrar el estrecho de Ormuz, la arteria marítima por la que se transporta una cuarta parte del petróleo en el mundo—, las continuas sanciones a la industria petrolera rusa por la guerra en Ucrania o, más recientemente, la tensión entre EE UU y Venezuela, miembro de la OPEP y país con las mayores reservas probadas del mundo de petróleo.
Una escalada continuada en las tensiones con EE UU “podría poner en peligro las exportaciones y cargamentos de petróleo de Venezuela, que rondan el millón de barriles diarios, lo que supondría un impulso alcista a corto plazo para el petróleo”, apunta Citi. El banco estadounidense maneja en todo caso un escenario central en el que el Brent seguirá bajando en el primer trimestre de 2026, moviéndose en un rango entre los 55 y los 65 dólares el barril. En su previsión, Citi contempla que el exceso de oferta mundial tendrá como contrapunto las “fuertes compras continuadas de China y una gestión más activa del mercado por parte de la OPEP+”. En un escenario alcista, de interrupciones de suministro por tensiones geopolíticas, podría subir a los 75 dólares y caer a los 50 dólares en uno bajista. Para esto último tendría que darse un entorno de acuerdos geopolíticos, argumenta el banco, menos compras de China y más oferta de la OPEP+ antes de las elecciones de noviembre en EE UU. No en vano, los productores árabes, con Arabia Saudí a la cabeza, se han revelado como valiosos aliados de Trump en su deseo de un petróleo barato con su decisión de elevar el suministro desplegada este año.
La caída del precio del petróleo es también una buena noticia para los bancos centrales, ya que contribuye a mantener la inflación bajo control, y para los inversores, que confían en que las bajadas de tipos sigan apuntalando los máximos bursátiles. “Esperamos que los precios de la energía bajen un 6% interanual en enero, lo que contribuirá a que la inflación se sitúe por debajo del objetivo del 2% durante 2026″, señala a propósito de la zona euro Josefina Rodríguez, economista de Vanguard.
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