El Ibex sucumbe a las pérdidas en la semana de la Fed y los máximos de Wall Street
El selectivo español maquilla las recientes pérdidas con una subida del 0,5% este viernes, jornada de vencimiento de opciones y futuros


Superada la tensión de los últimos días, los mercados bajan la presión. Los inversores perciben la rebaja de tipos de la Reserva Federal más como un compromiso con el empleo que como un motor para prolongar las ganancias y, con los índices en niveles exigentes, las Bolsas necesitan un catalizador adicional para seguir subiendo. El viernes, en una sesión marcada por la cuádruple hora bruja —el vencimiento trimestral de derivados sobre acciones e índices—, el Ibex 35 se apoyó en las subidas del sector financiero y avanzó un 0,56%. Pese a ello, el selectivo cedió un 0,3% en la semana, en la que la tecnología y la política monetaria marcaron el ritmo.
Con revalorizaciones anuales que superan el 10% en la mayoría de los índices, cumplir con el guion ya no basta. Thomas Hempell, responsable de mercados de Generali AM, advierte que el margen para los activos de riesgo se está reduciendo. Pero el experto no tira la toalla y mantiene una preferencia moderada por la Bolsa para lograr un rendimiento adicional. Una visión similar comparten los analistas de UBS, que recomiendan aprovechar las caídas para comprar acciones a precios más atractivos.
“A pesar de la debilidad del mercado laboral, la economía sigue resiliente. Salvo recesión, los recortes de la Fed suelen apoyar a las Bolsas al reducir el riesgo de contracción de valoraciones y mejorar las perspectivas de crecimiento y beneficios”, destaca el departamento de análisis del banco suizo. Más allá de los riesgos a corto plazo, los analistas creen que la combinación de crecimiento económico, tasas bajas y tendencias estructurales como la inteligencia artificial debería seguir respaldando a los mercados. La entrada de Nvidia en el capital de Intel para proyectos conjuntos es solo un anticipo de lo que puede venir, y de cómo reaccionan los inversores.
El peso creciente de las grandes tecnológicas añade, no obstante, un matiz de riesgo. El hecho de que las compañías más valiosas del mundo se correspondan en su mayoría con firmas del sector tecnológico ha reavivado el debate sobre una posible burbuja, como la de hace 25 años. Sin embargo, los expertos lo siguen descartando: las valoraciones de Nvidia, Microsoft o Alphabet están respaldadas esta vez por los resultados. Y, según la última encuesta de gestores de Bank of America, la apuesta por los Siete Magníficos sigue siendo la estrategia estrella.
La euforia de Wall Street contrasta con la quietud de las Bolsas europeas. En la recta final de la semana los inversores extreman la cautela y optan por la recogida de beneficios. El Dax alemán y el FTSE británico ceden un 0,15% y 0,12%, respectivamente, mientras el Cac francés (-0,01%) y el Euro Stoxx (0,03%) empatan. Al cierre de los mercado europeos, los índices estadounidenses pelean por mantenerse en cotas máximas. Según cálculos de Bank of America, el apetito de los inversores por los activos de riesgo permanece intacto: los fondos de renta variable estadounidense y global registraron entradas de dinero por un valor conjunto de 126.100 millones de dólares (107.292 millones de euros), el importe más alto desde diciembre.
El gran interrogante ahora es cómo resolverá la Fed el dilema entre una economía resiliente y un mercado laboral debilitado. Los analistas de Bank of America recuerdan los precedentes de 2000 y 2007. En ambas ocasiones, la Fed comenzó a recortar en respuesta a la debilidad del mercado laboral, y el mercado de valores se recuperó inicialmente en torno al 5-10% ante las esperanzas de una política monetaria más flexible. “Sin embargo, el apoyo de la política monetaria fue insuficiente para frenar el deterioro del empleo, lo que se tradujo en un debilitamiento del crecimiento y caídas para las Bolsas”, destacan.
El giro emprendido por el banco central de EE UU ha ayudado a evitar un mal mayor, pero no entusiasma ni a los gestores de renta fija ni a los de renta variable. Como señalan desde Vontobel para los inversores en deuda el mensaje es claro: aunque la tendencia de los tipos es a la baja, el ritmo y la magnitud de los recortes siguen siendo inciertos. Las últimas proyecciones no apuntan a más rebajas de tipos sino a un simple adelanto para aplacar las presiones que llegan desde la Casa Blanca y evitar un enfriamiento mayor de la economía. Las rentabilidades de los bonos, que en las últimas sesiones habían acelerado las caídas, hacen un alto. La deuda de EEUU a 10 años, que el jueves llegó a bajar del 4% unos instantes, corrige hasta el 4,14% con la deuda alemana al mismo plazo en el 2,75% y la española sin cambios en 3,2%. La mejora de las perspectivas de crecimiento y el alza de las nota por parte de S&P confirman el apetito que los inversores siguen teniendo en los bonos españoles.
La agitación de los mercados fue aún mayor para el de divisas. Después de que el euro tocará máximos de cuatro años, la contención de la Fed ha servido para frenar la caída de billete verde. No obstante, la presión no ha desaparecido y los expertos creen que las buenas perspectivas que se ciernen sobre la económica de la zona combinada por un BCE que parece haber concluido el ciclo bajista dan soporte para que la divisa comunitaria siga avanzando posiciones hacia la cota de los 1,2 dólares.
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