El Ibex brilla en Europa y avanza hacia máximos con un alza semanal del 3%
El selectivo español llega a tocar los 15.300 puntos y el Dow Jones marca brevemente nuevo récord aunque los indicadores de consumo en EE UU imponen la prudencia

El optimismo generalizado en que navegan las Bolsas mundiales se ha puesto a prueba en la última sesión de la semana. Los inversores confían en que la reunión que celebran hoy en Alaska Donald Trump y Vladimir Putin sobre Ucrania sea un nuevo revulsivo para la continuidad del rally, que en este mes de agosto parece ser inmune a cualquier temor sobre el impacto de los aranceles o de la incertidumbre geopolítica. Los índices avanzan hacia nuevos máximos en una oleada que este viernes llegó a colocar al Dow Jones en un nuevo récord y al Ibex cada vez más cerca de unos máximos hace poco impensables. El selectivo español ha tocado este viernes los 15.300 puntos y ha cerrado con un alza del 0,47%, en los 15.277,2 puntos, el nivel más alto desde diciembre de 2007. Encadena una racha imparable de diez jornadas consecutivas al alza en las que repunta más del 8%. Su avance semanal, del 3,05%, es el más brillante entre las Bolsas europeas y estadounidenses. Y el balance del año resulta claramente ganador, con un alza de casi el 32%.
Los máximos bursátiles se suceden en todas las geografías, desde la Bolsa australiana a la japonesa, pasando por la británica y, por supuesto, la estadounidense. El Dow Jones llegó a marcar este viernes un nuevo récord sobre los 45.000 puntos, al rebasar el anterior máximo del pasado diciembre. Al Ibex le quedan poco más de 600 puntos para alcanzar su propio récord, los 15.945,7 puntos que datan de noviembre de 2007.
Los inversores miran con ansiedad hacia Estados Unidos, motor de las recientes subidas, y los últimos indicadores invitan a la prudencia. Este viernes, la publicación del dato de ventas minoristas de Estados Unidos en julio avivó el optimismo, que se vio poco después frenado por otro importante indicador, el de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, retrocedió de forma inesperada por primera vez desde abril.
Las ventas minoristas crecieron el 0,5% en julio, mientras que el dato de junio fue revisado al alza al 0,9%. El consumo de los particulares se mantiene sólido pero también hay indicadores que alertan de su debilitamiento. El índice de confianza de la Universidad de Michigan retrocedió a los 58,6 puntos, frente a los 62 esperados, y la expectativa de inflación a un año vista entre los consumidores ha subido al 4,9%, desde el 4,4% del mes anterior.
Los inversores ya tienen en mente la esperada bajada de tipos por parte de la Fed en septiembre, un recorte al que los futuros dan un 92,6% de probabilidades. Ello a pesar de que se suceden las señales inflacionistas: este mismo viernes también se conoció un alza mayor de lo esperado de los precios de importación -del 0,4% en julio- y el jueves el mercado encajó el dato de índice de precios a la producción, que repuntó de forma inesperada. El anuncio no pone en cuestión la expectativa mayoritaria de recorte de tipos en septiembre pero sí entierra cualquier especulación sobre una rebaja drástica de medio punto o de una actuación rápida por parte de la Fed.
El impacto de la guerra comercial iniciada por EE UU, en términos de inflación y crecimiento, es de hecho el gran elefante en la habitación de los mercados bursátiles, aunque los indicadores económicos y empresariales, con sólidas cuentas en el primer semestre, no dan de momento argumentos para detener el rally. En Macroyield sí advierten de que “la complacencia, la proporción alta de compradores minoristas en el mercado, la extrema concentración de los avances en unos pocos valores, la volatilidad potencial de agosto y la clara amenaza estanflacionista son factores de cautela de cara a las próximas semanas”.
Esa cautela es la que finalmente se impuso al cierre de la sesión del viernes, que deja un balance semanal de nuevas alzas con toda la atención puesta en la reunión de Trump y Putin en Alaska. La posibilidad de que el encuentro sea el principio de paz en Ucrania ya se hizo notar el viernes en la cotización de las compañías del sector de la defensa, con retrocesos que llegaron a superar el 2% en Rheinmetall, Thales o la española Indra. Destacó especialmente la caída superior al 6% del gigante alemán Thyssenkrupp, que se suma a la del 9% registrada el jueves tras anunciar un profit warning. Con la paz en Ucrania, el sector de la defensa europeo perdería el claro catalizador que ha disparado sus cotizaciones en los últimos tres años, aunque las potentes inversiones en armamento e infraestructuras que prevé Europa vayan a servir de sostén.
Otro de los valores protagonistas del día es la aseguradora de salud estadounidense UnitedHealth, disparada más del 10% tras revelarse como la nueva apuesta inversora de Warren Buffett. En el Ibex, la mayor alza en la semana es para ACS y Solaria, superior al 5,6%, aunque el alza del índice se apoya esencialmente en el avance Iberdrola, cercano al 5%. El ascenso semanal del Ibex, del 3%, es de hecho el mayor entre las Bolsas europeas y estadounidenses, solo seguida de cerca por el Cac francés y el Dow Jones, con avances que rondan el 2%.
La llamada a la prudencia con que concluye la semana en los mercados financieros fue mucho más evidente en los bonos. La entrada de dinero rebajó los precios y elevó de forma notable las rentabilidades: el bono alemán a 10 años subió al 2,776%, máximos desde marzo, y el francés, al 3,45%. Por su parte el euro continúa apreciándose frente al dólar en agosto y concluye la semana en los 1,1713, frente a los 1,14 de principios de mes.
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