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Bessent, tras aconsejar un recorte a la Fed, critica a Japón por tardar en subir los tipos de interés

El yen se fortalece contra el dólar tras la intervención del secretario del Tesoro estadounidense

El secretario del Tesoro de EE UU, Scott Bessent, ha asegurado que el Banco de Japón se está quedando atrás en la lucha contra la inflación. “Se están quedando atrás”, declaró Bessent a Bloomberg TV el miércoles, señalando que esa era su opinión y que ha hablado sobre la inflación en Japón con el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda. “Van a subir los tipos y necesitan controlar su problema de inflación”, añadió. El miércoles, el secretario del Tesoro también expuso en público lo que debería hacer la Reserva Federal, aunque en este caso requería un recorte de en torno a 150 puntos. Tanto las reiteradas presiones a una Reserva Federal como los requerimientos a un banco central extranjero son prácticamente inéditas en el mundo financiero occidental, donde las decisiones de los bancos centrales son autónomas. Pero la administración Trump no opera con las normas habituales.

Los comentarios de Bessent se producen en un momento en que el Banco de Japón sigue teniendo uno de los tipos de interés más bajos entre las principales economías, mientras que el índice de precios clave del país se ha mantenido en torno al objetivo oficial del 2% o algo por encima durante más de tres años. Tras la decisión del Banco de Japón de mantener los tipos sin cambios el mes pasado, Ueda transmitió un mensaje en gran medida moderado y evitó comprometerse con un calendario para la próxima subida.

Tras los comentarios del secretario del Tesoro, el yen se apreció frente al dólar, un 0,6% hasta los 146 yenes por cada divisa estadounidense, mientras que los rendimientos nipones a 10 años subieron ligeramente. “Bessent podría estar tratando de debilitar el dólar a través de sus comentarios”, dijo Hideo Kumano, economista ejecutivo del Dai-Ichi Life Research Institute y antiguo funcionario del Banco de Japón. Considera que, al comentar la política de otro país, “está rompiendo las reglas, y es posible que esto, en realidad, dificulte la adopción de medidas por parte del Banco de Japón”. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado en el pasado a Japón por su política monetaria, alegando que Tokio buscaba una ventaja desleal al debilitar su moneda. El primer ministro Shigeru Ishiba y otros han negado esas acusaciones. En todo caso, en lo que va de año el yen ha bajado un 6,7% contra el dólar pasando de los 158 yenes por dólar a los 146 actuales. La moneda nipona, no obstante, ha bajado contra el euro.

Un portavoz de la autoridad monetaria nipona dijo el jueves que Bessent y Ueda intercambian opiniones regularmente en conferencias internacionales, pero no pueden comentar sobre el contenido o el momento de estas conversaciones. El consenso de mercado espera que Japón suba tipos en la reunión de octubre o a principios de 2026, si bien la próxima reunión se celebra el 19 de septiembre.

Bessent considera que este movimiento sería coherente con los fundamentos económicos. Como resultado de los datos nacionales más sólidos, “el Banco de Japón está subiendo los tipos, por lo que todo esto es natural”, afirmó en abril. “El endurecimiento de la política del Banco de Japón debería continuar en respuesta a los fundamentos económicos nacionales, incluidos el crecimiento y la inflación, lo que respaldaría una normalización de la debilidad del yen frente al dólar”, afirmó el Tesoro de EE UU en un comunicado en junio.

“Si el Banco de Japón sube los tipos justo después del comentario de Bessent y la narrativa del mercado se inclina hacia la presión política, estaré bastante preocupada”, afirmó Anna Wu, estratega de inversión multiactivos de VanEck en Sídney. Tal medida demostraría “cómo Estados Unidos puede ejercer presión sobre una de las economías más avanzadas de Asia”.

En sus últimas previsiones económicas trimestrales, el banco central elevó su previsión media de inflación para el año fiscal del 2,2% al 2,7%, citando los persistentes aumentos de los precios de los alimentos. Las previsiones para los años fiscales 2026 y 2027 también se revisaron al alza, lo que sugiere que el Banco de Japón se está acercando gradualmente a su objetivo de lograr una inflación estable.

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