Los fabricantes de semiconductores desafían la tormenta y suben en Bolsa sin miedo a los aranceles
Las promesas de exenciones para empresas que inviertan en EE UU mitigan el impacto y refuerzan la reindustrialización tecnológica


Cuando los inversores pensaban que lo peor había quedado atrás, el presidente de EE UU volvió a sacudir el tablero al anunciar un arancel del 100% a los semiconductores. La noticia, difundida a última hora del miércoles, ha sido recibida con cautela, pero los mercados no han entrado en pánico. El índice que agrupa a las 30 mayores firmas del sector en EE UU se anota un 2%, mientras que Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC), el mayor fabricante de chips del mundo, se disparó un 4,9% en la sesión asiática, marcando máximos históricos. Sus ADR en Wall Street prolongan la tendencia y escalan un 6,4% a media sesión, liderando las ganancias del índice.
Aunque la cifra del 100% suena demoledora, los analistas de Citi ya advertían que su impacto en el mercado sería limitado. La clave está en que los grandes fabricantes de chips se han anticipado a la medida acelerando sus inversiones en plantas en suelo estadounidense. “Vamos a imponer un arancel muy elevado a chips y semiconductores, pero la buena noticia para empresas como Apple es que, si estás construyendo en EE UU, o te has comprometido claramente a hacerlo, no habrá ningún cargo”, aclaró Trump. Las promesas de exenciones han servido para contener el temor a un daño mayor.
TSMC, por ejemplo, ha anunciado una inversión de 165.000 millones de dólares (147.179 millones de euros) en Arizona, y más del 70% de sus ingresos proviene de clientes estadounidenses como Nvidia o Apple. “Según los últimos informes, muchos de estos clientes se han comprometido a aumentar su producción en EE UU”, señalan desde Citi.
Las nuevas amenazas que llegan desde la Casa Blanca tienen un doble propósito: blindar un negocio clave en la era de inteligencia artificial y lograr la tan ansiada reindustrilización. Una estrategia que parece estar dando sus frutos. Con tal de evitar el temido gravamen, la empresa Applied Materials (2,44%) —proveedor de herramientas y tecnologías necesarias para la producción de chips y otros componentes electrónicos— ha anunciado en las últimas horas la inversión de 200 millones de dólares (172 millones de euros) en una fábrica de componentes en Arizona, que se suma a los más de 400 millones (343,7 millones de euros) invertidos en otras instalaciones en EE UU durante los últimos cinco años.
En el caso europeo, firmas como Infineon, que genera el 13% de sus ventas en América, parecen quedar a salvo. Los analistas recuerdan que el reciente acuerdo comercial entre EE UU y la UE confirma la exención de aranceles para las importaciones europeas de semiconductores. La compañía alemana cerró con una subida del 0,5%, mientras que ASML —clave en la fabricación de maquinaria para chips— repuntó un 3%. “Si los aranceles del 100% impulsan una mayor expansión de la capacidad de fabricación de chips en EE UU, eso beneficiará especialmente a las empresas de equipamiento como ASML, que son las más expuestas a este ciclo”, apunta Citi.
Desde UBS, el diagnóstico también es de contención: “El posible impacto de los aranceles a los semiconductores parece manejable”, afirman. Para los analistas del banco suizo el principal riesgo de la industria es el ciclo de reducción de inventarios, tras el fuerte adelanto de pedidos en el primer semestre ante la incertidumbre arancelaria. “Esta posible desaceleración en la cadena de suministro ha sido una de las razones por las que hemos rebajado nuestra visión sobre el sector a ‘neutral’”, explican. Aun así, consideran que se trata de un ajuste cíclico, y recomiendan mantener una exposición equilibrada a lo largo de toda la cadena de valor de la inteligencia artificial.
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