Wall Street frena con la corrección de las tecnológicas, pero el Ibex resiste el golpe
El selectivo español saca pecho y esquiva las caídas del resto de Bolsas europeas
Sin novedades en el frente comercial, las Bolsas empiezan a mandar señales de agotamiento. Esta tendencia, que ya se había dejado sentir en los índices europeos la semana pasada, se extiende ahora a Wall Street. Tras una racha de máximos consecutivos, la corrección de las tecnológicas —provocada por las decepcionantes previsiones de NXP Semiconductors— actúa como freno. Mientras el Nasdaq se para a coger aire, el miedo a que EE UU y la UE no logren sellar un acuerdo antes del 1 de agosto está haciendo que los inversores apuesten por la cautela y rebaje su apetito por el riesgo.
El rojo se impone en los principales índices europeos, pero el Ibex 35 logra una vez más desmarcarse de esta tendencia y concluye la sesión en tablas (0,07%). En tres de las últimas cinco sesiones, el selectivo español ha empatado, alejándose del ruido que domina en los mercados. Aunque en verano los volúmenes de negociación tienden a disminuir después de que los inversores hayan reajustado sus carteras para evitar sobresalto, los escasos movimientos de la última semana reflejan la incertidumbre que pesa sobre el mercado a la espera de que EE UU concrete los aranceles que empezará a aplicar a comienzos del próximo mes.
Las firmas de energía renovable, que han logrado dejar atrás los mínimos registrados con la subida de tipos, siguen estirando el rally y se cuelan entre los valores más alcistas de la sesión. Con una subida del 6,6%, Solaria lidera las ganancias de la sesión después de que Morgan Stanley le haya mejorado el precio objetivo desde los 8 euros por acción a los 10 actuales. A pesar de esta mejora, el precio que le otorga la entidad estadounidense está por debajo de los 11,3 del cierre. Le siguen de cerca Acciona Energía (2,89%) y su matriz, Acciona (2,62%).
En el lado de los descensos, IAG (-2,58%) y Puig (-2,27%) han sido las cotizadas más bajistas y junto a ellas se cuela esta vez Indra (-1,79%). El campeón de la Bolsa española en el año se ve lastrado por las caídas de la estadounidense Lockheed Martin. El fabricante de los aviones de combate F-38 baja más de un 10,8% después de registrar pérdidas y revisar a la baja las estimaciones para el conjunto del año por los problemas de su programa aeronáutico.
Peor comportamiento han registrado el resto de índices europeos. Mientras el Dax alemán y el Euro Stoxx 50 encajan recortes en el entorno del 1%, el Cac francés cede un 0,7%. Wall Street concluye con signo mixto. Mientras el S&P 500 logra recomponerse y marcar un nuevo récord, el Nasdaq recorta posiciones con las grandes tecnológicas en el punto de mira. Mañana Tesla y Alphabet darán el pistoletazo de salida a las cuentas de los Siete Magníficos.
“Con el optimismo y las valoraciones en zona de máximos, la proximidad del 1 de agosto puede empezar a traducirse en movimientos correctivos en una renta variable de EE UU. Empieza a diluirse la confianza en un acuerdo entre EE UU y la UE, que parece concentrarse en los planes de represalia”, apuntan los analistas de Macroyield. El secretario del Tesoro de EE UU, Scott Bessent, anunció que se reunirá con sus homólogos chinos la próxima semana en Estocolmo. La tregua entre las dos grandes economías expira en 12 de agosto y unos días antes lo hace el respiro que Trump dio a los socios comerciales. Bessent no pierde la esperanza de lograr sellar una oleada de acuerdos antes de la fecha límite. De no ser así, los gravámenes volverían a los niveles del pasado 2 de abril.
Además del frente comercial, los inversores mantienen la mirada puesta en la política monetaria. Trump no pierde ocasión para presionar públicamente a Jerome Powell y exigir una rebaja de tipos. Este martes, tras reunirse con el presidente de Filipinas, el republicano volvió a insistir en la necesidad de relajar las condiciones financieras. El precio del dinero en EE UU permanece sin cambios desde diciembre, en la horquilla del 4,25% al 4,5%. Pese al ruido político, el mercado de deuda permanece estable. La rentabilidad del bono estadounidense a diez años se mantiene en el 4,3%, mientras que el bono español cotiza en el 3,2% y el alemán en el 2,59%.
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