Elon Musk planta cara a la SEC en vísperas del relevo en el supervisor
El magnate acusa al organismo de estar instrumentalizado políticamente para perseguirle
Para alguien acostumbrado a saltarse las normas como Elon Musk, la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) de Estados Unidos ha sido un dolor de cabeza permanente. El supervisor ha abierto varias investigaciones contra el hombre más rico del mundo por posibles violaciones de la legislación de los mercados. Ahora, el relevo en el supervisor se acerca y Musk se ha envalentonado. El magnate ha acusado a la SEC de perseguirle por razones políticas y ha difundido una carta de sus abogados en la que, además de desvelar la reapertura de una investigación sobre su empresa de implantes cerebrales Neuralink, arremete contra el supervisor.
Como principal aliado del presidente electo Donald Trump y encargado de plantear una reforma drástica de la Administración y las autoridades regulatorias, Musk puede confiar en que algunas de las investigaciones dirigidas contra él queden aparcadas. El multimillonario aceptó unos años una multa de la SEC, que le había acusado de fraude con valores, y someter a supervisión legal sus tuits sobre Tesla tras su afirmación de que tenía financiación asegurada para lanzar una opa de exclusión sobre la compañía, cosa que nunca hizo. El supervisor también le investiga, entre otras cosas, por no haber comunicado adecuadamente su entrada en el capital de Twitter, que luego compró y rebautizó como X.
La carta que ha divulgado ahora hace referencia precisamente a ese caso, que el supervisor parece querer cerrar pronto, quizá pensando en que si no lo hace quedará en agua de borrajas. Va dirigida a Gary Gensler, el actual presidente de la SEC
“Ayer, el personal de la Comisión emitió una demanda de conciliación que exigía que el señor Musk aceptara en 48 horas un pago monetario o se enfrentara a cargos por numerosos conceptos”, dice la carta, firmada por Alex Sapiro, abogado de Musk. “Indicaron que esta demanda era el resultado de una directiva de sus superiores y que se presentarían cargos de forma inminente a menos que el señor Musk accediera. Esta demanda sigue a una investigación de varios años y a más de seis años de acoso al señor Musk por parte de la Comisión y su personal. Más recientemente, el personal me citó a mí, el abogado del señor Musk, para testificar y amenazó con enviar a un agente judicial si no cooperaba inmediatamente. Me negué categóricamente. Esta semana, la Comisión también ha reabierto una investigación sobre Neuralink”, continúa la misiva.
“Esta serie de acontecimientos deja claro que la Comisión no está motivada por buscar la verdad, sino que está inmersa en una campaña indebida contra el señor Musk y las personas y empresas asociadas a él. Exigimos saber quién dirigió estas acciones, si usted o la Casa Blanca. Estas tácticas y este plan erróneo no nos intimidarán. Nos reservamos todos los derechos”, concluye la carta.
“Oh Gary, ¿cómo has podido hacerme esto?”, ha tuiteado el magnate al difundir la carta. Antes, aprovechando que un tribunal ha anulado los requisitos de diversidad de los consejos aprobados por el Nasdaq, ya había aprovechado también para atacar al organismo. “La SEC es solo otra institución armada que hace el trabajo sucio político”, tuiteó.
El presidente de la SEC, Gary Gensler, anunció que dejará el cargo el 20 de enero, justo al tomar posesión Donald Trump. El presidente electo ya ha elegido para el puesto a Paul Atkins, un defensor de las criptodivisas, que está en contra del exceso de regulaciones y de las grandes multas a las empresas, pues considera que en última instancia perjudican a los accionistas. Más allá de esa filosofía de Atkins, el hecho de que Musk sea un aliado preferente de Trump permite especular con una relación más placentera con los reguladores en los próximos cuatro años.
En la carta no se da ningún detalle sobre el alcanza de la investigación sobre Neuralink, la empresa de implantes informáticos cerebrales de Musk. En 2023, el grupo de defensa de los animales Comité de Médicos por una Medicina Responsable y cuatro congresistas de Estados Unidos pidieron a la SEC que investigara a Musk y Neuralink por posible fraude de valores. Aseguraban que la empresa hizo afirmaciones engañosas sobre los ensayos con monos.