Ali Niknam (Bunq): “La gente piensa que los bancos tradicionales son gratis, pero en la práctica son más caros”

El neobanco de origen neerlandés lanza un servicio para invertir en acciones y ETF en España

El fundador de Bunq, Ali Niknam, en una imagen cedida por el banco.

El neobanco Bunq se suma a la guerra por la inversión en España. La entidad de origen neerlandés acaba de lanzar un servicio para comprar acciones y ETF bajo una plataforma que busca captar clientes jóvenes que dan sus primeros pasos en el mundo de la inversión, con la promesa de acceder desde importes bajos (a partir de 10 euros) y con unos costes más reducidos que la banca tradicional.

“El banco quiere dar servicio a clientes que son nómadas digitales, que viajan por todo el mundo y tienen un estilo de vida internacional. Estadísticamente, suele ser gente joven y es importante para ellos construir un equilibrio para el futuro. Una de las formas de generar riqueza es invertir, pero resulta algo complicado para muchas personas, porque no saben cómo hacerlo o tienen miedo. Los otros neobancos ofrecen un servicio de inversión en el sentido tradicional, para personas que ya saben comprar y vender acciones. Así que hemos desarrollado una solución muy simple que permite invertir cantidades pequeñas, a partir de 10 euros, para que el cliente se sienta cómodo”, explica Ali Niknam, el fundador de Bunq en una entrevista con CincoDías y EL PAÍS.

Los usuarios podrán comprar y vender acciones de empresas de EE UU y Europa y ETF multiactivos globales de forma gratuita durante los tres primeros meses y después la entidad aplicará una comisión del 0,99% del importe de la operación. Por dar una idea, si el cliente invierte 10 euros, se le cobrará una comisión de 9 céntimos. Si invierte, 100 euros, la tarifa será de 99 céntimos. “Muchos bancos tradicionales cobran una comisión fija. Pero en nuestro caso no tiene sentido, porque si el cliente invierte 20 euros y después tiene que pagar cinco de comisión, eso no funciona”, detalla Niknam.

En España, Bunq ya ofrece cuentas bajo un modelo de suscripción, similar a servicios como Spotify o Netflix. Dispone de cuatro tipos de cuentas, desde una gratuita, que cubre servicios básicos, hasta una premium (por 18,99 euros al mes), que incluye beneficios adicionales como seguro de viaje, tasas de conversión de divisas más competitivas, la opción de abrir múltiples cuentas y una plataforma de gestión financiera personal. Este modelo de suscripción, común entre los neobancos, contrasta con el enfoque de la banca tradicional en España, que suele ofrecer cuentas y tarjetas de débito sin comisiones. Sin embargo, Niknam defiende que, si se suman todos los costes de los mismos servicios, los neobancos resultan más baratos.

“La gente piensa que los bancos tradicionales son gratis, pero en la práctica no lo son y cuando sumas todos los recibos en realidad son más caros. Si miras a BBVA o Santander ganan miles de millones de euros. Pero no puedes obtener beneficios si los productos son gratuitos. Entonces, esas ganancias tiene que salir de alguna parte, ¿no? Nosotros intentamos ser transparentes con los costes para no tener tarifas ocultas”, asegura Niknam.

Históricamente, los bancos en España ofrecían cuentas sin coste, pero entre 2016 y 2022, debido a los tipos de interés negativos, comenzaron a aplicar comisiones a clientes que no cumplían ciertos requisitos (como domiciliar la nómina, hacer varias compras con tarjeta al trimestre o contratar productos adicionales). Aunque en 2022, con el cambio de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), los requisitos se relajaron, las comisiones se mantienen y las cuentas sin comisiones de mantenimiento están reservadas para clientes online.

Por otro lado, el fundador del neobanco asegura que está estudiando ampliar su catálogo productos para incorporar créditos, pero que las diferentes regulaciones en los distintos países. En ese sentido, reclama una misma normativa en todos los países que permita ofrecer crédito a los clientes de cualquier país dentro de la zona euro, lo que supondría acceder a una oferta más amplia y con precios más competitivos.

“Estamos analizando todos los productos en todos los países europeos, especialmente en lo que respecta al crédito. Pero hay enormes diferencias regulatorias entre los países, por lo que es muy complicado. En teoría todas las normas deberían ser las mismas, pero en la práctica no lo son. Cada país tiene sus propias reglas en cuanto al crédito y especialmente en las hipotecas, y es una pena porque podríamos tener una economía de escala y ofrecer hipotecas a toda Europa, que al final lo que va a permitir es que el consumidor se beneficie de un menor coste”, asegura Niknam.

El empresario fundó Bunq en 2012 y desde entonces ha logrado sumar más de 14,5 millones de clientes en todo el mundo. A nivel global logró obtener un beneficio de 53 millones de euros, en un sector en el que habitualmente las firmas registran pérdidas por las fuertes inversiones iniciales que durante los primeros años superan los ingresos. Bunq estrenó sus servicios en España en 2023 y al cierre del tercer trimestre cuenta con más del doble de clientes que a final de todo el ejercicio del año pasado, aunque no detalla la cifra. Entre sus próximos objetivos están la expansión a EE UU y el regreso al Reino Unido, un mercado que dejó tras el Brexit.

“Espero que dentro de cinco hayamos desarrollado nuestro permiso en Estados unidos y Reino Unido para que todas esas personas que vienen a Europa o se mudan al extranjero puedan convertirse en usuarios del banco y no tengan que preocuparse por su dinero, sino en tener una vida feliz”, concluye Niknam.

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