Inversión

Los ahorradores hacen caso omiso a las ofertas bancarias y refuerzan su apetito por las letras

Las rentabilidades de algunos productos de banca ya empatan e incluso superan a la de la deuda a corto plazo

Fachada del Banco de España.

La rebaja de las rentabilidades y la aparición de productos que empiezan a ofrecer unos rendimientos parecidos no han mermado el interés de los pequeños inversores por las letras. El Tesoro captó ayer 4.791,85 millones a los tipos más bajos desde diciembre de 2022 y la demanda, especialmente la de los particulares, se mantuvo al alza. Las órdenes de compra conjunta alcanzaron los 8.493,28 millones. De este importe, 2.007 millones correspondieron a las peticiones no competitivas, epígrafe bajo el que se incluye la demanda de los pequeños ahorradores.

Aunque el grueso de la colocación corrió a cargo de la referencia a un año (3.344 millones), fue la deuda a seis meses la ofreció los mejores rendimientos y registró la mayor demanda. El organismo dependiente del Ministerio de Economía captó 1.447 millones al 2,916%, inferior al 3,242%, de la puja anterior y superior al 2,598% que pagan las letras a 12. La demanda de los particulares subió hasta los 1.075,85 millones, la cifra más alta del año.

El renovado apetito de los pequeños ahorradores por el papel español viene a confirmar el marcado componente estacional que tiene este producto. Superadas las cuentas de enero y septiembre, los inversores que quieren batir a la inflación siguen viendo en las letras la opción más segura. Como se ha venido observando a lo largo del año, el componente de fidelización juega un papel importante. Los inversores que en 2023 se subieron a la ola de las letras aprovechando que estas superaban el 3,5%, han optado por reinvertir la deuda que vence. El objetivo no es otro que seguir arañando algo de rentabilidad antes de que la rebaja de tipos las haga desaparecer el mapa.

Pedro Barbero, un inversor conservador de 43 años, es un buen ejemplo de esta corriente. Desde que en abril de 2023 comenzó a apostar por las letras, ha reinvertido los plazos que le vencían. Barbero acudió a la subasta a seis meses de ayer y, aunque reconoce que los rendimientos que las rentabilidades ya no son lo que eran, ve este producto la forma más sencilla y rentable de batir a la inflación. “La banca tradicional sigue siendo reticente a mejorar las rentabilidades que ofrece la deuda a corto plazo. Además, el procedimiento para participar en las subastas es muy sencillo. Basta con el certificado digital”, asegura.

A diferencia de épocas pasadas, los bancos disponen de suficiente liquidez y no necesitan atraer dinero nuevo de los ahorradores. Pese a ello es posible encontrar opciones que ahora sí superan las letras. Al margen de los depósitos que se contratan a través de la plataforma Raisin, las ofertas más atractivas las comercializa MyInvestor. El neobanco da un 3,25% TAE por un depósito tres meses y el 2,75% a un año. El importe mínimo son 10.000 euros, lejos del 1.000 de las letras. Para obtener estos rendimientos, los inversores tienen que contratar una cartera automatizada desde 150. Si no, los inversores recibirán un 3% para la oferta a tres meses y un 2,5% en el plazo a un año.

Con la rebaja de tipos cogiendo fuerza -los operadores esperan que el BCE vuelva a recortarlos este mes-, los inversores ven complicado que los bancos mejores su oferta. La banca se decanta ahora por las cuentas remuneradas. Según el comparador de HelMyCash a día los neobanco Revolut da hasta un 3,56% para importes hasta 100.000 euros. Entre la banca tradicional, Evo, la firma 100% digital de Bankinter da un 3,05% hasta 30.000 euros con su Cuenta Inteligente Bienvenida. Incluye además la posibilidad de contratar un depósito a cuatro meses al 3,05% TAE para 60.000 euros. Con su cuenta online Sabadell da un 2,5% TAE el primer año para un saldo máximo de 50.000 euros. El segundo año aplicará la rentabilidad vigente en ese momento hasta un máximo de 20.000 euros.

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