El fin del ciclo alcista está cerca por culpa de las valoraciones y de la amplitud de mercado

Las firmas tecnológicas estadounidenses se han revalorizado en los últimos meses, pero el resto de valores ha perdido capitalización de mercado

Un inversor mira a una tormenta.RomoloTavani (Getty Images/iStockphoto)

El de Estados Unidos es desde hace un tiempo un mercado extraordinariamente caro. Ya no comparado con épocas que quedan lejanas, sino incluso con el rango de valoraciones observadas durante las últimas 3 décadas. Así, el ratio PER del índice S&P 500 utilizando los beneficios estimados de los próximos 12 meses, se encuentra en 20.47 puntos, un nivel que solo ha tocado en los momentos finales de la burbuja tecnológica entre los años 1998 y 2000 y durante el explosivo rally bursátil que se produjo durante la pandemia, al calor de los enormes estímulos monetarios y fiscales que lanzaron las autoridades competentes. Como todos sabemos, tras esos excesos de valoraciones llegaron mercados bajistas, incluido el gran mercado bajista entre 2000 y 2002, donde el S&P 500 perdió la mitad de su valor.

Ahora bien, un mercado muy caro no es una señal de venta per se. Más bien es un factor de alto riesgo, al igual que una persona de 93 años tiene una mayor probabilidad de morir mañana, comparada con la de un jovenzuelo de tan solo 15 años. Si utilizamos esta analogía, este mercado es como un señor mayor de más de 90 años: nadie sabe cuando fallecerá, pero las estadísticas están en su contra y sería extraordinariamente raro que viviera más de 105 años.

Lo más preocupante, más allá de este factor de riesgo más o menos abstracto, es que han comenzado a darse signos de que este mercado alcista nacido en octubre de 2022 está en su fase final. Ya sabes, técnicamente el mercado alcista nació en 2022 porque previamente el índice S&P 500 había declinado más de un -20% desde máximos históricos, pero también muchos argumentamos que aquello solo fue una parada más del gran mercado alcista que nació en marzo de 2009, cuando en medio de la Gran Recesión muchos dudaban del sistema capitalista.

¿Y cuáles son estos signos que me preocupan y que históricamente se han dado al final de los mercados alcistas? Nada menos que importantes divergencias entre lo que están haciendo unos pocos valores líderes y el resto del mercado. Así, mientras Nvidia y otros valores se han revalorizado durante los últimos tres meses, el resto del mercado ha perdido capitalización de mercado en este mismo periodo. Esto es un signo clásico de un entorno macroeconómico adverso, donde solo pueden brillar unos pocos valores que están más allá del bien y del mal (y de los altos tipos de interés), mientras el resto del mercado no consigue levantar el vuelo.

Y la realidad es que cuando se están ante estas condiciones macroeconómicas adversas y el conjunto del mercado se resiente, históricamente ha sido un signo clásico de fin de ciclo. Puede que Jerome Powell siga celebrando el llamado soft landing, una situación donde la economía sigue creciendo y el desempleo no repunta significativamente a pesar de las subidas de tipos de interés oficiales, pero la amplitud de mercado está señalando que el entorno actual es adverso y que el peligro es máximo. O dicho de otra manera, un mercado extraordinariamente caro y mostrando importantes divergencias en la amplitud de mercado es una bomba de relojería. Personalmente, sigo alcista en este mercado, pero reconozco que estoy con el gatillo preparado para salirme de mis posiciones e incluso abrir cortos en los principales índices si detecto un punto interesante desde el que hacerlo.

Desde mi esquema analítico, solo faltaría una cosa para volverme bajista y posicionarme de forma acorde a ello en este mercado: que el indicador adelantado de la OECD gire a la baja, algo que aún no ha hecho, pero que podría hacer en los próximos meses según mis cálculos. Este indicador, diseñado específicamente para detectar las diferentes tendencias del ciclo económico global (utilizo el dato de 20 países miembros de la OCDE que la propia organización denomina como G20), es una buena guía para entender si la economía global está acelerando o desacelerando. No es que tenga capacidad de predecir una recesión, pero sí te indica si esa economía global ha entrado en una desaceleración económica. Y recordemos que, primero, las desaceleraciones económicas globales le sientan muy adversamente al mercado de acciones y, segundo, que toda recesión siempre comienza como una desaceleración económica. Dicho en otras palabras, si ves el indicador de la OCDE declinar, mi mejor consejo es que dejes de ser alcista sobre el mercado de acciones.

Si este giro se produjera, y mis cálculos con los últimos datos habidos me sugieren que es probable que así sea en los próximos pocos meses, entonces me volvería bajista y buscaría posicionamientos bajistas en el mercado. Por supuesto, sabiendo que este es un mercado muy sobrevalorado, llegado el momento iría a por sus partes más débiles. No me pondría corto del índice Nasdaq 100 o del índice S&P 500, sino de versiones equiponderadas del índice S&P 500 o de índices de empresas de pequeña capitalización como el Russell 2000, ya que son estas partes del mercado las que más débiles se están mostrando ahora mismo y las que permitirían un mejor ratio beneficio riesgo llegado el caso. Dicho esto, sigo alcista, pero con el dedo en el gatillo para disparar si las cosas se suceden tal y como he señalado aquí.

Hugo Ferrer es gestor GPM S.V. y director Club Bursátil Confidencial

@contrainvest

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