Beatriz Corredor: “La coyuntura nos ha llevado a valorar las empresas como agentes sociales”
La presidenta de Redeia confía en que la transición energética y digitalización no suceda a costa del bienestar de las comunidades
“Cuando el alcalde de la Línea de la Concepción, un municipio al sur de Cádiz, supo que teníamos la intención de instalar una subestación de internet en una zona destinada al desarrollo económico, aseguró que tendrían que pasar por su cadáver para levantar la planta”. Con esta anécdota, Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, ilustra una rencilla histórica: la de las comunidades alejadas de los grandes centros urbanos con la implementación de infraestructuras que muchas veces son hostiles para las sociedades aledañas. Sin embargo, la directiva explica que ese panorama está cambiando. Confía en que las entidades económicas cada vez tienen más conciencia del impacto inherente al desarrollo de sus actividades y expansión en España. La máxima representante de la multinacional, que ha participado esta tarde en el Impact Day, organizado por Neture Impact, ha suscrito la importancia de que las firmas “generen un valor positivo” allí donde desplieguen sus actividades. Y ha explicado cómo desde la firma, que preside desde 2020, han desarrollado un plan para que la instalación de infraestructuras en los siguientes años no suponga un lastre de ningún tipo para las localidades cercanas.
Corredor ha puesto énfasis en las operaciones del segmento de las telecomunicaciones y de las redes eléctricas, especialidades de Redeia. Asegura que durante muchos años el sector ha trabajado basándose únicamente en informes de ingeniería, “sin conocer las verdaderas necesidades económicas y las realidades culturales de los lugares”. En consecuencia, comparte que ahora la compañía prioriza las visitas al territorio y la interlocución con los lugares donde se van a asentar los proyectos. Sin embargo, resalta que no ha sido un proceso sencillo en su implementación. “Es un cambio de paradigma que ha modificado claramente la cultura de la compañía”, asegura y explica que antes el grupo solo disponía de un área de innovación social muy pequeña y un departamento de despliegue por territorio reducido, “que no dialogaban entre sí y donde no sabían lo que hacían los otros departamentos”. El reto fue mayor porque, según Corredor, “hubo que cambiar la gobernanza sin duplicar equipos, crear más puestos directivos y que no constituya un exceso presupuestario”.
Al final, la línea de conexión que Redeia pretendía levantar en el municipio andaluz terminó siendo soterrado hasta una subestación cercana a Algeciras, algo que los ingenieros catalogaban de imposible, rememora la directiva. Corredor también es enfática en que el sector debe optar por esta óptica en un momento de especial incertidumbre en lo político y lo económico. “Hemos tenido una crisis detrás de otras: primero la pandemia, luego una crisis económica y finalmente dos guerras”, resalta la directiva, quien cree que a este complejo escenario se une la dificultad de satisfacer la creciente demanda energética. “El consumo ya no es solo requerido por la industria tradicional, sino que tenemos nuevos demandantes como es la parta tecnológica”, expone.
En el evento también han participado Óscar Hernández, director de comunicación y asuntos públicos de Pascual, quien también considera que es necesario establecer una nueva forma de diálogo con las comunidades que son afectadas por las actividades económicas del sector privado. Pone como ejemplo, el ramo agrario que, según Hernández, es fundamental en la cadena de valor de muchas industrias en España. “Hay que incluirles en el desarrollo. Si se queda alguien atrás en el campo vamos a tener un problema muy grave”, esclarece. Este directivo cree que es necesario mejorar la comunicación de las compañías con el entorno. “Es algo que hacer si queremos ser diferentes”, ha concluido.
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