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Faro del inversor
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La revolución del gas natural: una perspectiva optimista

América del Norte está aumentando con fuerza su capacidad de exportación y hasta Warren Buffett está tomando posiciones

Tanques de almacenamiento de gas natural licuado (GNL) y un metanero, al este de Tokio Febrero
Tanques de almacenamiento de gas natural licuado (GNL) y un metanero, al este de Tokio FebreroREUTERS

En los últimos años el mercado mundial del gas natural ha experimentado una transformación notable, que apunta a un futuro brillante y próspero para esta fuente de energía esencial. El gas norteamericano que ha surgido como una nueva fuente de suministro energético global, la dinámica geopolítica, las preocupaciones ambientales y las cuidadosas inversiones por parte de los líderes de la industria, son factores que están reforzando una coyuntura muy favorable.

Hasta 2015, el gas americano casi no tenía salida al mar, hasta que llegó el punto de inflexión que dio comienzo a la exportación masiva de esta materia prima: las exportaciones de gas natural licuado (GNL). En la actualidad, los precios del gas natural en América del Norte presentan un descuento sustancial en comparación con los de Europa occidental y Asia, debido a la abundancia en la oferta. Las exportaciones representan aproximadamente el 18% de la producción de gas de Estados Unidos, lo que da una idea de la fortaleza que ha adquirido la región gracias a este impulso exportador.

Una fortaleza que se apoya también en el gas natural de Canadá, que si bien afronta limitaciones para su exportación, sigue gozando de un precio competitivo. Por todo ello, América del Norte en su conjunto se erige como un gran operador en el escenario global, ofreciendo una fuente de energía abundante y asequible.

Es innegable que los factores geopolíticos han influido en la evolución del mercado mundial del gas. El conflicto Rusia-Ucrania y las interrupciones del suministro a Europa occidental han provocado un aumento en la demanda de exportaciones de GNL. En respuesta, los países de América del Norte, particularmente las áreas de la costa del Golfo de Estados Unidos, México y el oeste de Canadá, se han embarcado en una carrera por construir nuevas instalaciones de exportación de GNL. Una expansión masiva de plantas exportadoras que responde al crecimiento de la demanda mundial de GNL y que requiere una mayor producción de gas en América del Norte.

La capacidad de exportación de Estados Unidos alcanza en la actualidad la cifra de 11.44 Bcf/d (miles de millones de pies cúbicos diarios), con otros 7.5 Bcf/d de nueva capacidad en construcción, lo que supone un incremento del 52% para 2025 y un 66% para 2027. Y ello, sin tener en cuenta otras capacidades de exportación adicionales que están pendientes: 6 Bcf/d que esperan una decisión de inversión final (FID) en Estados Unido; 2.1 Bcf/d de LNG en Canadá, actualmente en fase de construcción; y 0.61 Bcf/d en México (con un potencial de 6 Bcf/d si todos los proyectos propuestos reciben FID), también en fase de construcción.

Mientras tanto, países como Qatar y otros productores importantes también intensifican sus esfuerzos de producción, consolidando todavía más la vitalidad del mercado mundial del gas.

Los precios de los futuros superan los actuales, lo que en la práctica supone un fuerte incentivo para que los productores de gas planifiquen y ejecuten nuevos incrementos en la producción. Precios atractivos que también les permiten cubrir las necesidades de producción con varios años de antelación, mitigando el riesgo y garantizando la estabilidad.

Algunos expertos de la industria incluso especulan que podría surgir una estandarización global de los precios del gas, algo similar a lo que ya sucede con los precios del petróleo desde hace mucho tiempo, a medida que la capacidad de exportación de GNL siga creciendo. Esto proporcionaría un nivel de estabilidad y previsibilidad al mercado, que resultaría clave para consolidar dicho crecimiento a lo largo del tiempo.

Gas como combustible de transición

El gas natural se posiciona como un combustible crucial para alcanzar el objetivo de la transición hacia un futuro más verde. Cuando se utiliza para generar electricidad, expulsa aproximadamente la mitad de contaminación que el carbón, siendo por tanto una alternativa más limpia en la fase actual de transición hacia fuentes de energía renovables. Se prevé que las economías emergentes de Asia y África aumenten significativamente el consumo de energía, y el gas natural es una fuente energética bien posicionada para satisfacer esta demanda y, al mismo tiempo, reducir las emisiones de CO2.

Pese a esta perspectiva optimista, existen riesgos en el horizonte para el mercado mundial del gas, incluidas incertidumbres en las proyecciones de crecimiento y eventos imprevistos. Es esencial por ello que los inversores se mantengan vigilantes, especialmente ante la posibilidad de recesión en las economías clave. Sin embargo, vale la pena señalar que, en general, se percibe que los precios del gas son menos vulnerables a los impactos de la recesión en comparación con el nivel de vulnerabilidad de los precios del petróleo.

El gran inversor Warren Buffett confía mucho en el mercado del gas, lo que avala su potencial. Recientes movimientos estratégicos de Berkshire Hathaway Energy, como la compra de los activos de Dominion Energy y la inversión en una terminal de GNL en la costa de Maryland, acreditan tanto el valor a largo plazo, como las perspectivas de crecimiento de la industria del gas. Buffett, uno de los inversores más exitosos del mundo, reconoce con estos movimientos el potencial del gas natural como activo atractivo para invertir.

En conclusión, el mercado mundial del gas natural atraviesa una trayectoria de crecimiento. La expansión de las exportaciones de GNL, la dinámica geopolítica y el papel del gas natural como combustible de transición en el entorno energético cambiante, apuntan a un futuro próspero para este combustible. Si bien los riesgos persisten, las inversiones de algunos gigantes de la industria como Warren Buffett muestran su plena confianza en esta industria energética en crecimiento. Y es que, a medida que el mundo avanza hacia un futuro más verde, el gas natural está preparado para desempeñar un papel fundamental en el mix energético global.

John Tidd es director de Hamco Financial y asesor del fondo Hamco Global Value

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