¿Por qué Warren Buffett ve con buenos ojos invertir en las empresas japonesas?
Muchas compañías están adoptando medidas para mejorar el retorno para los accionistas ya que casi la mitad de las cotizadas lo hace por debajo del valor en libros
Warren Buffett, inversor legendario y consejero delegado de Berkshire Hathaway, ha captado una vez más la atención del mercado por haber incrementado sus posiciones en las empresas japonesas conocidas como Sogo Shosha, grandes conglomerados comerciales típicos de ese país. A pesar de las fuertes revalorizaciones que estas compañías han vivido desde que Berkshire tomó posiciones en ellas, Buffett ha dejado claro que aún no han terminado sus inversiones en Japón. Esto plantea la siguiente pregunta: ¿Qué ha visto Warren Buffet en las empresas japonesas y por qué está invirtiendo en ellas, pese a que han estado cotizando a precios bajos durante décadas?
Para comprender las peculiaridades de las compañías japonesas y sus valoraciones es importante tener en cuenta la historia y el contexto en el que operan. Después de la burbuja inmobiliaria y de la Bolsa de finales de los años 80, Japón entró en una década perdida, con retornos negativos tanto en los activos financieros como en los bienes raíces. Durante este período, las empresas japonesas acumularon grandes reservas de liquidez para afrontar un entorno económico complicado. El gobierno corporativo en Japón tomó un rumbo conservador, priorizando la estabilidad financiera y realizando inversiones limitadas que se financiaban internamente.
En 2014, el gobierno japonés comenzó a tomar medidas para cambiar esta situación, reconociendo en primer lugar que las prácticas de gobierno corporativo estaban perjudicando a la sociedad japonesa en su conjunto. El Tokyo Stock Exchange (TSE), el principal mercado de valores japonés, endureció los criterios para las empresas que cotizaban en este mercado. Como resultado, se crearon tres segmentos en el mercado de valores nipón, dejando fuera a entre el 10% y el 20% de las empresas que no cumplen los nuevos requisitos para poder cotizar, y obligando a dichas empresas a realizar cambios en su gobierno corporativo
Además, el TSE anunció en febrero de 2023, que requerirá a las empresas cotizadas cuya valoración sea inferior a su valor contable, que divulguen políticas e iniciativas específicas para mejorar dicha valoración en Bolsa. Esto significa que el equipo directivo y el consejo de administración deberán identificar adecuadamente tanto el costo de capital como la eficiencia del capital de cada empresa, vinculándolos con la capitalización bursátil, y también deberán definir medidas concretas para mejorar dichos ratios y su valoración bursátil.
Es importante destacar que alrededor del 50% de las empresas cotizadas en Japón se encuentran en niveles de valoración por debajo de su valor en libros o valor contable, mientras que sólo el 3% de las compañías que cotizan en el S&P 500 en Estados Unidos están en esta situación. Las compañías niponas suelen tener retornos sobre el capital más bajos debido a su exceso de capital en los balances y aquellas que cotizan por debajo de su valor contable tienen retornos aún más pobres. Por lo tanto, estas empresas deberán analizar si su retorno es superior a su costo de capital, y buscar formas de maximizar esa diferencia para mejorar su valoración bursátil.
En respuesta a la implantación de estas nuevas regulaciones para mejorar la valoración, se detecta un cambio en el comportamiento de las empresas japonesas. Muchas están publicando planes estratégicos con medidas específicas para mejorar el retorno para los accionistas. Se están anunciando incrementos en las políticas de reparto de beneficios, recompras de acciones a precios bajos y un enfoque en mejorar los retornos sobre el capital de los accionistas (ROE). Todo ello sugiere que las empresas japonesas están tomando medidas concretas para impulsar su valoración bursátil y aportar más beneficios a los inversores.
La percepción general es que, aunque el éxito en la mejora del gobierno corporativo en Japón ha sido limitado en el pasado, este impulso de la Bolsa de Tokio podría marcar un cambio significativo en los próximos años. La directiva de la Bolsa japonesa que pretende que las empresas que cotizan por debajo del valor contable presenten planes de mejora de capital tiene implicaciones enormes para las acciones japonesas y para el valor general del mercado nipón. Sobre todo, si se tiene en cuenta, como hemos mencionado, que casi la mitad de las acciones en la Bolsa de valores de Tokio cotizan por debajo del valor contable.
Este impulso hacia un mejor gobierno corporativo en Japón no solo beneficiará a los inversores, sino también a la sociedad en su conjunto. Un mejor gobierno corporativo puede fomentar la transparencia, la rendición de cuentas, y la eficiencia en las empresas, lo que a su vez puede contribuir al crecimiento económico y a la creación de empleo en el país.
A medida que las empresas japonesas implementen cambios y mejoren sus políticas de retorno para los accionistas, es probable que el mercado nipón atraiga cada vez más la atención de los grandes inversores internacionales. Inversores value, como Warren Buffett, están viendo oportunidades en las empresas japonesas y reconocen el potencial de mejora en el gobierno corporativo y su posible impacto en las valoraciones bursátiles.
En conclusión, al parecer Warren Buffett está viendo con buenos ojos los cambios que se están produciendo en el gobierno corporativo de las empresas en Japón. Pese a las fuertes revalorizaciones de muchas empresas, Buffett aún ve elevado potencial en dichas compañías. A medida que estos cambios se lleven a cabo, el mercado japonés podría experimentar un impulso significativo y brindar oportunidades emocionantes para los inversores value.
John Tidd es director de Hamco Financial
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