Ganadores y perdedores del mercado cuando llega la recesión

El análisis de lo sucedido en las últimas décadas muestra que los refugios más sólidos son la deuda y el dólar

Belén Trincado Aznar

El aterrizaje suave de las economías mientras suben de forma fulminante los tipos de interés es el objetivo que se han marcado los bancos centrales. Aunque hasta la fecha la economía estadounidense está ofreciendo una mayor resistencia, día a día son más las voces que apuntan a una recesión. Una idea que ha cobrado un especial protagonismo después de la sacudida financiera que siguió a la caída de Silicon Valley Bank. Schroders ha analizado los datos de los últimos 50 años de la economía estadounidense y tienen claro que este año se producirá una recesión. Pero toda crisis tiene sus oportunidades y desde la gestora consideran que, pese a las turbulencias que están por llegar, se pueden encontrar espacios en el mercado por donde moverse sin tener que deshacer la cartera.

La gestora recuerda que los activos de riesgo siempre han empeorado durante las recesiones de los últimos 30 años. Así, al extraer lecciones de lo sucedido en décadas pasadas, los activos que más sufren cuando se contrae la economía son la renta variable y las materias primas, en especial los metales industriales y la energía. En contraposición, los bonos del Tesoro se han consolidado en esas ocasiones como el mejor activo refugio y, en menor medida, el dólar estadounidense, que también mantiene su estatus de valor seguro.

Desde Schroders destacan que a pesar de que “las acciones estadounidenses casi siempre han tocado fondo durante las recesiones, han repuntado con fuerza hacia el final del periodo”, por eso recomiendan no perder de vista la revalorización del mercado. La combinación de unas valoraciones baratas de las acciones y las expectativas a futuro de mejora de la actividad económica son la base de la recuperación de la renta variable.

Comportamiento de la renta variable

El comportamiento de la renta variable ha sido inestable durante las épocas de recesión y las pérdidas han sido inevitables. Pero hay diferencias por sectores en la magnitud de las caídas. Los peores resultados se los llevan sin duda los sectores cíclicos, especialmente el financiero y el industrial. Y también existen nichos que resisten en mayor medida y han obtenido mayores rentabilidades, como son los productos de consumo básico y el sector de la salud. “Esto se debe a que los inversores han buscado empresas que ofrezcan una rentabilidad superior y balances sólidos en épocas de tensión económica”, explica la gestora.

En todo caso, en la gestora británica puntualizan que algunos de los sectores con peores resultados durante las recesiones, como el inmobiliario y el financiero, se han recuperado con fuerza hacia el final de la recesión. En el caso de los bancos, cuentan a favor con la mejora de márgenes que permiten las subidas de tipos y también con el aumento de los ingresos por intereses cuando han subido los rendimientos de los bonos. “Incluso el comportamiento de algunos de los sectores cíclicos más sensibles a los tipos, como el de consumo discrecional y el tecnológico, se ha recuperado antes de que la recesión haya concluido”, añaden en Schroders.

Como excepción al mal balance que presentan en recesión las materias primas, el oro sí tiende a brillar en estos períodos gracias a su condición de refugio seguro.


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