El Ibex rebota un 1,5% de la mano del BCE y la ayuda a Credit Suisse
Tras unos momentos de indecisión, el selectivo español avanza y recupera los 8.800 puntos
Los inversores contaron con varios alicientes para sacudirse las pérdidas desatadas por la crisis de Credit Suisses. Después de caer un 24,24% el miércoles, el banco suizo rebotó un 19,15%. Unos ascensos que se producen después de que la entidad solicitara al Banco Nacional de Suiza una inyección de liquidez de 50.000 millones para frenar la salida de depósitos. A la ayuda se suman las declaraciones del presidente del Banco Nacional Saudí (SNB) que calificó de injustificado el pánico.
Aunque las dimensiones de una eventual caída de Credit Suisse dista mucho de la convulsión que vive el estadounidense Silicon Valley Bank (SVB), como ocurrió a comienzos de semana los inversores optaron por ver el vaso me lleno. Las subidas se impusieron en las Bolsas europeas desde primera hora y aunque a media sesión amagaron con las caídas concluyeron en positivo. Al tirón del sector bancario contribuyó la decisión del BCE de mantenerse fiel al guion y subir los tipos en 50 puntos básicos. El Ibex subió un 1,5% y pone los 8.900 puntos en la diana. Este buen desempeño maquilla, pero no anula las pérdidas registradas un día antes, jornada en la que sufrió el mayor recorte en 16 meses.
Después de las caídas registradas tras la presentación de sus cuentas, Inditex se convirtió en uno de los pilares de las ganancias registradas por el selectivo. El grupo textil avanzó un 3,94%. No muy lejos de este se situaron BBVA (3,41%) y Santander (2,6%), Los dos gigantes del sistema financiero se sumaron a la recuperación del sector bancario en Europa. Una corriente a la que no lograron sumarse las entidades domésticas. La falta de concreción sobre el futuro de la política monetaria unida a los mensajes que ha trasladado Luis de Guindos a los ministros de finanzas de la eurozona sobre la vulnerabilidad de algunos bancos frenó su recuperación. Bankinter (-2,52%), Unicaja (-1,76%), Sabadell (-0,49%) y CaixaBank (-1,32%) se tiñeron de rojo. Solo por encima de las entidades se situaron Grifols, que cedió un 5,47%.
La decesión del BCE de mantenerse firme en su determinación y no amagar con un repliegue insufló optimismo a las Bolsas. El haber rebajado la intensidad del ajuste se habría interpretado como una señal de alarma. Es decir, los inversores podrían llegar a pensar que el riesgo es mayor del que han venido avanzando las autoridades. En este contexto el verde se impuso en las Bolsas. El Dax alemán avanzó un 1,57%; el Cac francés, un 2% y el Mib italiano, un 1,38%. Al margen de las Bolsas de la eurozona el FTSE británico repuntó un 0,89%. “El BCE logró esta vez evitar añadir una señal adicional de estrés, manteniendo su camino y no cediendo al pánico del mercado. Pero sin visibilidad, la alta volatilidad debería permanecer en los próximos días”, señala François Raynaud, gestor de fondos Multi-Asset & Overlay en Edmond de Rothschild AM,
Como entre los componentes del Ibex, las ganancias fueron generalizadas entre los sectores. La banca recuperó, pero con una subida del 1,1% no logró colarse entre los más alcistas. Este puesto quedó reservado para el tecnológico (2,15%), el de ocio y turismo (2,74%) y el de productos de consumo y servicios (2,73%). En la parte de los descensos se situaron el inmobiliario (-1,69%), el energético (-0,84%) y el que agrupa a los recursos básicos (-0,3%).
Aunque Christine Lagarde rehusó dar una orientación sobre los tipos, el mercado interpretó el comunicado de la institución como una señal de que las subidas jumbo (50 puntos básicos o más) han concluido. Es decir, aunque se acometan más subidas del precio del dinero estas serán graduales y más moderadas. Uno de los defensores de esta idea es Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro. El experto considera que más allá de evitar que se agrave la situación de inestabilidad que vive el sector financiero, el experto señala que la institución prevé una inflación mucho más baja.
Las rentabilidades de la deuda suben
La renta fija, un activo que las últimas sesiones ha sido presa de la volatilidad, logró pasar la prueba de fuego. Durante la comparecencia de Lagarde, los bonos de la eurozona apenas experimentaron movimientos. Fue al cierre cuando las rentabilidades retomaron las subidas. Un comportamiento que se explica ya no solo por la subida de los tipos, sino por el mayor apetito por el riesgo que mostraron los inversores.
Al contrario de lo sucedido en las sesiones anteriores, fueron muchos los que vendieron bonos y se lanzaron a la compra de acciones. Esto se tradujo en un incremento de las rentabilidades. El bono alemán a 10 años avanzó 16 puntos básicos, hasta el 2,75% mientras la deuda española al mismo plazo sumó 12, hasta 3,38%. A pesar de esta recuperación, los rendimientos están a cierta distancia del 2,75% y 3,7% que tocaron la semana pasada cuando el mercado empezó a poner en precio una tasa final de tipos entorno al 4%.
Antes de conocerse la decisión del BCE, el Tesoro español probó suerte con una emisión de bonos y obligaciones a medio y largo plazo. El organismo que dirige Carlos Cuerpo vendió 6.298,2 millones. En un momento de fuerte volatilidad, España logró rebajar el tipo que paga por la deuda a 10 años. En la deuda con vencimiento en 2033, el interés se situó en el 3,361%, 40 puntos básicos por debajo de su última reapertura hace dos semanas. Las otras dos referencias, en cambio, sí experimentaron un alza de los rendimientos. En la deuda a cinco años, el interés fue del 2,993%, superior al 2,633% previo y para la referencia a 30 años, el 3,821%, frente al 3,346% anterior.
El mayor apetito por el riesgo tuvo su réplica en EE UU. En una jornada en la que los inversores celebraron las noticias que apuntan a que varios bancos estarían dispuesto a aportar dinero a Frist Republic para evitar su caída, las ganancias se impusieron en las Bolsas. Esto unido a la posibilidad de que la Reserva Federal siga los pasos del BCE y suba tipos impulsó las rentabilidades. El bono a dos años avanzó 28 puntos básicos, hasta el 4,1%. Como se desprende de una encuesta realizada por Bloomberg, la mayoría de los partícipes esperan que Jerome Powell eleve los tasas un 0,25% la próxima semana, Ante la persistencia de una elevada inflación, algunos no descartan unos tipos ligeramente más altos, una idea que cayó en saco roto esta semana por la sacudida que sufre la banca regional.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días