Los inversores buscan refugio en la deuda en la víspera del BCE
Las rentabilidades de los bonos aceleran los descensos
Los nervios se apoderan de los mercados. Con las Bolsas acusando la caída de los bancos, los inversores buscan refugio en la renta fija, un activo que en las últimas jornadas se está viendo sacudido por los cambios en lo que a expectativas de tipos se refiere. Si ayer la publicación del IPC de EE UU y la relativa calma que vivía el sector bancario sirvió para reflotar la idea de que los bancos centrales seguirán adelante con el ajuste monetario, hoy vuelve a cobrar fuerza la idea de un recorte de los tipos a final de año. La salida de dinero de la renta variable y la posibilidad de que el precio del dinero toque techo este año, acelera las caídas en las rentabilidades.
De nuevo vuelven a ser los plazos cortos los más sensibles. En los primeros minutos de negociación la rentabilidad del bono a dos años de EE UU baja 21 puntos básicos y hace equilibrios sobre la barrera del 4%. Los operadores del mercado están descontando una rebaja de los tipos. Si hace apenas dos jornadas surgieron las primeras voces que apuntaban a la posibilidad de que la Reserva Federal no tocara tipos en la cita de este mes ahora van un paso más allá y los inversores más nerviosos ven la tasa final en 3,8%. Desde los niveles actuales esto supone una rebaja de 100 puntos básicos, un recorte que el consenso considera exagerado.
Las expectativas de un recorte de las tasas en Estados Unidos y la sacudida que sufre el sistema financiero global llevan a mucho inversores a buscar refugio en la deuda. Los descensos de las rentabilidades del mercado estadounidense tenían hoy su réplica en la eurozona. El rendimiento del bono alemán a 10 años bajó 17 puntos básicos, hasta el 2,25% y el español al mismo plazo retrocedió 13, hasta el 3,35%.
El mercado de bonos seguirá mañana con mucha atención la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, del que en principio se espera decida una subida de medio puntos aunque sin descartarse un alza de solo 25 puntos básicos. El BCE había apuntado desde la cita de enero que el aumento de tipos de marzo sería de 50 puntos básicos, pero las graves turbulencias bancarias de esta semana podrían hacer que se replanteara la intensidad de esa subida.
La caída de Silicon Valley Bank ha puesto en el primer plano el impacto de las alzas de tipos sobre los balances de las entidades financieras. El SVB asumió fuertes pérdidas en la venta de su cartera de deuda para afrontar las peticiones de liquidez de sus depósitos. Su colapso promete ahora encarecer el coste de financiación y el crédito.
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