El capital privado llama al timbre de los bufetes españoles: ¿abrirán la puerta a los inversores?
La entrada de fondos capitalistas en los despachos apunta a consolidarse en el sector legal; las inversiones son aún puntuales entre las firmas nacionales

Los despachos de abogados se dejan querer por los fondos de capital privado, una corriente que lleva tiempo consolidándose en Estados Unidos y que también empieza a fluir en España. Prueba de ello es la entrada, en julio de 2024, de Alia Capital en Ecija o la alianza de Auren con Waterland Private Equity del pasado mes de marzo. Estos fueron los primeros bufetes nacionales en dar la bienvenida a los socios de capital, pero podrían no ser los únicos. El objetivo pasa por ingresar suculentos fondos para ampliar la mira hacia nuevos mercados y multiplicar su crecimiento a un ritmo vertiginoso.
Otras firmas también se han sumado a esta ola. Es el caso de Sagardoy, que el año pasado selló una alianza junto a Carrillo Asesores para facilitar la incorporación del fondo suizo Ufenau Capital Partners a su estructura. La última en abrir la puerta al capital inversor ha sido Grant Thornton España, aunque el negocio principal es la auditoría, con la entrada del fondo estadounidense New Mountain.
¿Será tendencia en los próximos años? Los expertos creen que sí. “Nos encontramos con indicios bastante sólidos para pensar que la entrada de los fondos en bufetes y otras firmas podría consolidarse como una tendencia emergente en los próximos años”, opina Carlos García-León, socio director de Legal Reputation. Si bien el experto considera que el bum de los fondos no ocurrirá en el corto plazo: “Seguirá siendo minoritaria y gradual”, aunque reconoce el furor de los capitalistas por invertir en los despachos. “Es innegable que los fondos han puesto la vista en las firmas de abogados en España y, desde hace meses, se están produciendo acercamientos y conversaciones”.
Este tipo de operaciones también transforman el diseño operativo de los despachos. “Veremos estructuras muy novedosas, pasando de los modelos de negocio tradicionales a fórmulas más innovadoras, lo que puede suponer un gran avance para el mercado legal”, comenta Miguel Riaño, socio fundador y presidente ejecutivo de Carbonia Investments. El sector legal “tiene potencial en términos de márgenes y rentabilidad”, opina el experto, pero tradicionalmente “no es muy sofisticado desde el punto de vista financiero”. Por ello, Riaño entiende que el private equity puede fomentar “procesos de consolidación y mejorar la competitividad de muchos despachos”.
Los fondos están llamados a desempeñar un papel clave en el futuro de la abogacía. “Aportan una capacidad de escalado que muchos despachos, por sí solos, no pueden alcanzar o tardarían mucho tiempo en hacerlo”, señala García-León. Asimismo, es posible que, con las inyecciones de capital externo, “y dado que los fondos buscan organizaciones rentables y consolidadas, asistamos a una mayor concentración del sector, especialmente en el middle market”, subraya Riaño.
Rafael Mery, socio director de Mirada 360 en Latinoamérica, apunta que sellar un acuerdo con un inversor no solo aporta ingresos inmediatos, también ofrece a los despachos la oportunidad de distinguirse en un sector cada vez más competitivo. “El capital privado aparece como un facilitador de crecimiento, profesionalización y apertura a nuevos mercados”, indica. “No solo traen dinero fresco a la industria, aportan visión y management”, añade. En opinión del experto, las firmas que abran las puertas a las inversiones de capital “podrán diferenciarse ofreciendo a sus clientes un modelo de servicio más dinámico, tecnológico y coherente a escala mundial”.
Falsas creencias
A pesar del interés que han demostrado los inversores privados en los bufetes, el sector es tradicionalmente reacio. ¿La entrada de fondos compromete la estructura de los despachos? Para Hugo Écija, presidente y fundador de Ecija, es una preocupación infundada. “El gran mito es pensar que un fondo condiciona la independencia del despacho o su cultura. En realidad, cuando se elige bien al socio financiero, ocurre todo lo contrario”, afirma. Después de la alianza con Alia, “seguimos siendo una firma de abogados dirigida por abogados, pero con una mentalidad empresarial y tecnológica que nos permite competir en un mercado cada vez más exigente”, asevera.
Lejos de perder su identidad, Hugo Écija asegura que la entrada de fondos supone un cambio de paradigma en el sector. Según el fundador del despacho, la entrada del capital privado les ha permitido acelerar proyectos estratégicos. “Especialmente en inteligencia artificial, talento y expansión internacional, reforzando la presencia como la firma española con más presencia en Iberoamérica”, concluye.
Este tema se debatirá el próximo 21 de octubre en la sesión plenaria del Legal Management Forum, organizado por la Fundación Aranzadi LA LEY e Inkietos.