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En colaboración conLa Ley

Los riesgos asociados a la ciberseguridad y a la IA quitan el sueño a los abogados ‘in house’

El ICAM publica una radiografía de los letrados de empresa, un perfil versátil que asume más responsabilidades estratégicas en los negocios. Casi un tercio ha tenido que lidiar con vulneraciones del secreto profesional.

Eugenio Ribón, en la sede del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, presenta el informe sobre riesgos de ciberseguridad para los abogados 'in house'

Un profesional altamente cualificado y un perfil que evoluciona para adaptarse a las exigencias de la realidad empresarial y a los objetivos del negocio: así son hoy en día los abogados de empresa. Seis de cada diez acumulan más de once años en este rol dentro de la compañía y siete de cada diez aportan experiencia previa en despachos, un profesional híbrido altamente integrado en las estrategias de negocio. La mayoría se desempeña en el sector financiero, tecnológico, energético y de infraestructuras y el 68% trabaja en empresas grandes, de más de 250 empleados.

El principal reto de este colectivo de la abogacía es apoyar a las organizaciones en la toma de decisiones en un entorno marcado por la incertidumbre. Con una media de edad de 47 años y con presencia casi paritaria de hombres y mujeres, el 81% de los letrados de empresa trabaja en exclusiva para su compañía, mientras que el 19% restante lo compatibiliza con actividades académicas o despacho propio.

Estas y otras conclusiones se pueden extraer del informe que el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) ha presentado esta mañana en su sede de la calle Serrano. El análisis de las 893 encuestas a profesionales del derecho que ejercen sus funciones en el mundo corporativo ha corrido a cargo de la consultora GAD3. La evolución de su rol en el seno de las compañías les ha hecho ganar protagonismo. Suponen el 20% de los colegiados.

El estudio desgrana el perfil de un colectivo que ha ido ganando protagonismo por el peso estratégico que tiene su función en el día a día de las empresas. Ocho de cada diez trabajan exclusivamente como in-house y un alto porcentaje (82%) está colegiado como ejerciente. La mayoría de los departamentos jurídicos están integrados por entre dos y cinco personas (37%) y algo más de un tercio (34%) trabaja en asesorías jurídicas internas con más de diez profesionales, frente al 16% que ejerce sus funciones de asesoramiento legal en solitario, una realidad que le obliga a tener un conocimiento multidisciplinar de las distintas ramas del derecho.

La función legal, crítica para el negocio

Los datos recabados dejan patente que la versatilidad es la tónica en este segmento de la abogacía. El protagonismo que ha ido adquiriendo el abogado in house en el entorno corporativo queda patente con un dato: el 78% ocupa posiciones de alta responsabilidad en el organigrama empresarial. De ellos, el 39% es director jurídico y el mismo porcentaje se desempeña como abogado sénior. Sin embargo, la brecha de género vuelve a aparecer en el acceso a puestos de alta dirección: mientras las mujeres representan el 42% de los abogados sénior, solo el 35% ocupa una posición de liderazgo directivo en el área jurídica de su organización, frente al 44% de los hombres.

Además, el 42% asegura que interviene activamente en el desarrollo de la estrategia empresarial, mientras que el 26% forma parte del comité de dirección y otro 23% ejerce como secretario del consejo. Además, casi un tercio está implicado de manera directa en la definición de la estrategia corporativa y sus funciones se extienden a áreas clave como las relaciones institucionales (20%), la sostenibilidad (17%) y los recursos humanos (17%), donde su conocimiento jurídico aporta valor añadido.

Ciberseguridad, IA y la sostenibilidad

Conscientes de su impacto en la buena marcha del negocio, los abogados internos hacen suyos los principales riesgos legales que afectan a sus compañías. Y entre estos, un 86% destaca en especial la ciberseguridad, sobre todo en firmas de la industria tecnológica, medios de comunicación o construcción.

Otro reto más centrado en la digitalización de las asesorías jurídicas internas es la integración de herramientas de inteligencia artificial (IA). El 27% de ellas ya ha dado pasos en este camino, sobre todo el sector farmacéutico, tecnológico y audiovisual, aunque la implantación es desigual. Y en cuando a la sostenibilidad, el 63% sostiene que su compañía aplica ya criterios ESG (enviromental, social and governance, por sus siglas en inglés: medioambiente, social y gobernanza).

El secreto es “irrenunciable”

Otra de las preocupaciones de este colectivo es la garantía que ofrece el secreto profesional, que consideran que está escasamente protegido. Así lo señala más de la mitad de los encuestados (52%) y casi un tercio (30%) confiesa que ha tenido que lidiar con vulneraciones de la confidencialidad en sus comunicaciones. Recientemente la European Company Lawyers Association (ECLA) destacaba la necesidad de reforzar esta garantía para los profesionales del derecho en todas las jurisdicciones europeas, tanto en la práctica privada o en la empresa, para que puedan cumplir con sus obligaciones sin interferencias.

La transformación de los perfiles de los letrados internos, que han pasado de un asesor técnico dedicado a la gestión del cumplimiento a otro más involucrado en la estrategia corporativa y en la innovación empresarial no es algo anecdótico. “Esta evolución no es casual: responde a un entorno jurídico y económico cada vez más complejo, más regulado e interconectado”, concluyó Eugenio Ribón, decano de la Abogacía Madrileña. También recalcó que la cobertura del secreto profesional a la actividad de este colectivo es “un pilar esencial” no solo para su ejercicio profesional, sino también para el Estado de derecho. La confidencialidad de las comunicaciones entre abogado y cliente es “irrenunciable”, también en el contexto empresarial, ha recalcado.

Para Ribón, la información recabada en el estudio que se ha dado a conocer hoy supone una llamada a la acción en los intereses concretos de este colectivo y a una formación adaptada a las realidades de las distintas industrias y a las necesidades de las compañías para las que trabajan.

A la presentación del informe también acudieron varios representantes de la abogacía in house de grandes empresas y el detalle de los resultados corrió a cargo de Narciso Michavila, presidente de GAD3, que destacó que en un 76% de las empresas en las que trabajan los letrados internos promueven iniciativas más o menos estructuradas para cuidar el bienestar y la salud mental. “Hay momentos evidentes que los que estén trabajando en las inversiones, estos días hayan estado más estresados, pero esto no puede ser una cosa sostenible”, señaló. La presentación también contó con Roberta Poza, diputada del ICAM y presidenta del consejo editor de la revista Otrosí, cuyo último número se presentó hoy.


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