El testamento profesional suma adeptos: así se ‘heredan’ los casos de otros abogados
La idea surgió en la pandemia por las consecuencias de la elevada tasa de fallecimientos y ya está disponible en Granada, Sevilla e Islas Baleares
Los clientes que acuden a un letrado confían en que este resolverá su caso personalmente. Pero, ¿qué ocurre con los expedientes cuando un abogado fallece en un accidente, está hospitalizado o padece una enfermedad grave y repentina? Los grandes bufetes cuentan con la estructura y los protocolos necesarios para afrontar este tipo de situaciones, pero los despachos más pequeños y los abogados que ejercen como autónomos suelen tener más dificultades cuando ocurre algo inesperado.
El testamento profesional colegial facilita un traspaso más ágil de los procesos en activo en caso de fallecimiento o enfermedad prolongada. Se trata de un instrumento que ha impulsado el Ilustre Colegio de la Abogacía de Granada y al que se han adherido otros colegios con el objetivo de resolver este tipo de imprevistos de forma oportuna y con seguridad jurídica.
La idea surgió en plena pandemia. Debido al aumento inesperado de la mortalidad por Covid-19, en el colegio granadino se detectaron algunos casos especialmente complejos. A partir de esas experiencias, se planteó la posibilidad de crear un procedimiento que a modo de testamento, pero sin ser un documento público ni una declaración últimas voluntades, propusiera una lista de abogados para que “heredaran” los asuntos.
Su desarrollo corrió a cargo de María José Arcas-Sariot, diputada y presidenta del grupo de sucesiones y donaciones del colegio granadino. “El testamento profesional colegial permite nombrar hasta tres sustitutos y autoriza a la junta de gobierno a contactar con ellos para facilitarles la información que se incluye en el mismo, como las claves de acceso a los expedientes”, apunta la experta.
La designación de profesionales sustitutos también se puede hacer por materias. Por ejemplo, fijar la regla de que los casos penales los lleve el primer abogado; los de civil, el segundo; y así, sucesivamente. También se incluye un apartado de observaciones para incluir información adicional sobre la forma de proceder. El documento debe estar firmado electrónicamente por el abogado testador —en algunos casos se exige enviar copia física al colegio para que tenga validez— y se deben adjuntar los escritos de aceptación de los sustitutos.
El protocolo en caso de fallecimiento consiste en comprobar si existe un testamento profesional registrado en el colegio. De ser así, se contacta con los letrados designados y será el propio sustituto quien acceda a los expedientes y comunique a los clientes la nueva situación.
Si se produce un accidente, ocurre algo parecido. La junta de gobierno cursa una autorización para que el sustituto se haga cargo de los asuntos que están en tramitación. Se le facilitan las claves del correo mientras dure la contingencia, mientras que, en caso de fallecimiento, se entregan por un periodo de 30 días.
Todos los colegios que han implantado esta herramientas disponen de guías online en las que se detalla el funcionamiento.
Vacío legal
Hasta la creación de este instrumento, que recientemente también han puesto en marcha los colegios de Sevilla y Baleares, existía un vacío legal y se generaban situaciones conflictivas, especialmente cuando el letrado trabajaba solo. El cliente, en algunos casos extremos, ni siquiera se enteraba de que su abogado había fallecido, teniendo que asumir las consecuencias porque los procedimientos seguían su curso, incluso, la nulidad de los juicios. Para Luis Aparicio, diputado de la junta de gobierno del Ilustre Colegio de la Abogacía de Sevilla, “se trata de una medida de prudencia profesional especialmente pensada para abogados autónomos o que tienen pocos compañeros. El documento se puede modificar todas las veces que sea necesario y el cambio suele ser ágil”.
Los expertos recalcan que no existe obligación por parte de los abogados de aceptar los casos que se proponen, algo que también rige para los clientes, que pueden optar por cambiar de asesor legal.
“Lo que hay que dejar claro es que este documento no es vinculante y que el cliente es soberano de decidir a quién le encarga el asunto. La relación de confianza entre cliente y abogado es extraordinaria. Si el sustituto no le genera confianza, puede cambiar a otro letrado”, puntualiza Luis Aparicio. Aspecto que confirma María José Arcas-Sariot, que destaca: “El testamento también respeta el reparto de honorarios de acuerdo con lo que hace cada abogado”. Además, “de cara a los herederos, por ejemplo, no existiría conflicto con la actuación profesional del letrado sustituto. Es un documento administrativo, una herramienta para agilizar estas situaciones, pero no sustituye un testamento notarial”, aclara.
El ICAM tendrá el testamento profesional este mes
A partir de octubre, los colegiados madrileños también tendrán a su disposición el testamento profesional y se podrán adherir a esta iniciativa de forma voluntaria. Así lo ha confirmado a CincoDías Javier Mata, diputado responsable de defensa de la abogacía del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM). Desde su punto de vista, es un documento útil, que resuelve situaciones complejas para los profesionales.
“Lo aprobaremos en las juntas de gobierno a principios o a lo largo del mes, por lo que estará a disposición de los abogados madrileños a finales de octubre. La idea es coadyuvar a los profesionales a que no dejen a sus clientes en situaciones de indefensión cuando sufren un accidente grave, cuando están hospitalizados o en caso de fallecimiento”, explica Mata.
El ICAM resolvió implantar el testamento profesional colegial a finales de julio. Y el trabajo se ha retomado en septiembre para plantear una propuesta que satisfaga las necesidades de la profesión. Hay más colegios que están trabajando en preparar instrumentos de este tipo que resuelvan situaciones conflictivas.
Las fuentes consultadas señalan que todavía es muy pronto para valorar el funcionamiento de esta herramienta, ya que en Granada se presentó en junio pasado, mientras que en Sevilla e Islas Baleares se lanzó en el mes de septiembre. Poco a poco se verá si es necesario realizar ajustes adicionales para perfeccionarlo, como ampliar la lista de abogados.
