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En colaboración conLa Ley

Los notarios ayudan a los palmeros a demostrar que tenían una vivienda

Ya están en marcha tres notarías especiales para agilizar los trámites cuando no hay papeles y se pide una subvención

Tercera boca del volcán de La Palma.
Tercera boca del volcán de La Palma.

La erupción del volcán de La Palma ha afectado a cientos de familias que han tenido que abandonar casas, plantaciones y otras propiedades ante el avance de las coladas de lava. La situación es dramática, especialmente para los vecinos de Tazacorte, Los Llanos de Aridane y El Paso. Cuarenta y seis días desplazados, escuchando el rugido y limpiando las cenizas del Cumbre Vieja día y noche.

Desde este martes, los afectados pueden solicitar las ayudas aprobadas por el Gobierno. Todos aquellos que hayan perdido su casa podrán aspirar a un máximo de 15.120 euros. Según la última actualización del programa europeo Copernicus, la erupción volcánica ya ha arrasado con, al menos, 2.613 construcciones. Pero, para ello, deben poder demostrar la titularidad de las posesiones engullidas por la lava. Una cuestión que no siempre resulta fácil.

El hecho, explica José Alberto Marín, decano del Colegio Notarial de Cataluña, es que “una buena parte de las propiedades afectadas no tienen escrituras”. Se trata, en su mayoría, de viviendas y plantaciones de plátano que se han ido transmitiendo de generación en generación sin necesidad de papeles. Ahora, tras el paso del volcán, se encuentran desamparados.

Para ayudar a estas personas, los notarios han puesto en marcha una gran iniciativa. Desde el pasado martes, día 2 de noviembre, se han abierto tres notarías especiales y gratuitas que atenderán a los palmeros que no tengan documentos oficiales para identificar sus propiedades borradas por el volcán. De forma rotatoria, fedatarios de todos los puntos de España se desplazarán por turnos a estas delegaciones temporales. La medida fue tomada por el decano de Canarias conforme a la autorización concedida por el Decreto Ley 20/2021, de 5 de octubre, de medidas urgentes de apoyo.

Avanzadilla

Los primeros notarios voluntarios en trasladarse a la isla para ayudar a los vecinos que lo han perdido todo y no tienen papeles para demostrarlo, están, pues, en marcha. Instalados en las dependencias cedidas por los ayuntamientos de Tazacorte, Los Llanos de Aridane y El Paso, los decanos de los colegios de Cataluña, Canarias y Valencia son la avanzadilla. Son los propios ayuntamientos los que están informando a los afectados de la apertura de estas nuevas oficinas.

José Alberto Marín, representante del colegio de Cataluña, está en Tazacorte desde el lunes. Ha dejado el traje para enfundarse un jersey con la palabra “notario” y ponerse manos a la obra. En tres días ya ha atendido a unos cuantos palmeros con una situación desesperada. “Muchos tenían terrenos sin documentar y han ido construyendo viviendas o elevando plantas para hijos, nietos, etc.”, apunta. “Nosotros somos el primer paso para la reconstrucción de esa titularidad desconocida o dudosa”, afirma el notario.

El trabajo consiste en hacer “actas de notoriedad”, explica Marín. Un documento que les sirve para solicitar ayudas o subvenciones vinculadas a la propiedad. A partir de las pruebas que puedan aportar los afectados (fotografías, testigos, etc.), y tras publicar edictos para que cualquiera que se sienta perjudicado pueda oponerse, “declaramos notorio, es decir, conocido por todos, que esa persona era el propietario y tenía tal construcción”. El expediente es ágil, pero garantista. Para ello, “también nos apoyamos en el catastro y en sus fotografías”, explica.

Rayo de esperanza

La situación, describe Marín, “es muy dura”. Los palmeros “vienen buscando un rayo de esperanza para rehacer su vida”, relata. Los vecinos siguen durmiendo con el rugido del volcán y los constantes temblores. Reviven traumáticamente el momento en que despertó y les arrebató todo: propiedades y recuerdos. “Hay más de siete mil personas desplazadas”, apunta el notario. Viven al día y necesitan el dinero de las ayudas para volver a empezar. No es poco. Como apunta Marín, las plantaciones de plátano “son de los cultivos más costosos que hay”.

El Cumbre Vieja no ha dado aún señales claras de cansancio. Pero, como subraya Marín, los notarios van a estar con los palmeros “el tiempo que haga falta”.

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