Qué errores deben evitar los abogados para no perder un juicio virtual
Los letrados deben adecuarse al entorno online; ropa, posición corporal o fondo de la sala son clave para una buena predisposición del juez
No son ni mucho menos una realidad generalizada en la Administración de Justicia, pero todo indica que los juicios virtuales irán abriéndose paso en nuestro sistema judicial. La duda es a qué ritmo. Como acelerador de los mismos actúan la pandemia, la necesidad de aliviar el atasco judicial y el ser un mecanismo que permite reducir costes, tanto de tiempo como de dinero.
Trasladar las vistas al entorno digital, no obstante, plantea un importante reto de adaptación para los letrados. El dominio de la escena (o, dicho de otro modo, la capacidad de persuasión) presenta en la comunicación online unas características muy diferentes a las de una sala física. Por ello, los abogados deben prever y entrenar cómo desenvolverse en este nuevo contexto, y evitar una serie de errores que pueden distraer al juez o al tribunal de lo esencial. O, en el peor de los casos, crearles una mala predisposición.
En la jornada Persuadir en los juicios virtuales, impartida por Jordi Estalella, socio de la consultora Alterwork, y Óscar Fernández León, abogado experto en habilidades profesionales, se expusieron algunos de los fallos que deben evitarse en los juicios virtuales. Procedimientos, según explicó Estalella, que presentan cuatro grandes características: la inmediatez, una mayor exigencia de atención a lo que sucede en la sala (todo lo que sucede está recogido en una única pantalla), la posibilidad de disimular las distracciones y la ralentización de los tiempos de reacción.
Dispositivos
En primer lugar, es necesario contar con unos buenos dispositivos (que no necesariamente deben ser los últimos modelos en el mercado) para evitar que cualquier fallo técnico pueda perturbar las intervenciones del abogado o su seguimiento del juicio. Cuestiones básicas como que la conexión a internet sea por cable y no por WiFi, porque es más segura, o disponer del cargador del móvil cerca, evitarán molestias o distracciones. También es recomendable, si se usan auriculares y micrófono, que estos sean discretos. Unos aparatos de gran tamaño o muy llamativos pueden desviar la atención del juez del discurso del letrado.
Localización y vestimenta
En la misma línea, el abogado debe evitar que lo que se vea a través de su cámara genere distracciones que diluyan su mensaje. En este sentido, son claves la localización y la vestimenta. "La composición del lugar físico donde nos situamos debe ser equilibrada", explica Estalella, que recomienda que tras el profesional no haya ningún elemento que distraiga la atención como ventanas, objetos o un gran espacio. "Un fondo neutro, como una pared blanca o con pocos cuadros, consigue que estés perfectamente centrado en la persona", remata Fernández León.
Tampoco son aconsejables, explican, los fondos profesionales que han popularizado algunas aplicaciones de videoconferencia, porque crean un halo alrededor de la persona que puede distorsionar algunas zonas de la imagen. Asimismo, la iluminación debe ser la adecuada, objetivo que se logra con luces que provengan de detrás de la pantalla del ordenador (es decir, que enfoquen hacia la cara del letrado) y que preferiblemente se sitúen en los costados, en un ángulo de 45º.
En relación con la vestimenta, ambos expertos advierten de que los trajes o prendas con estampados y las camisas blancas no se ven bien en cámara. En este último caso, sería conveniente llevar siempre una chaqueta de tono preferiblemente oscuro.
Posición corporal y mirada
La comunicación no verbal es parte esencial del mensaje. "Hay que dirigir la mirada al juez y, para ello, en los juicios virtuales es necesario enfocar los ojos a la cámara y no a la pantalla del ordenador", advierte Fernández León que, incluso, ve conveniente, cuando el magistrado esté hablando directamente al letrado, que este también mire al visor. Igualmente, agrega Estalella, si el abogado necesita consultar documentos, lo ideal es que estos se encuentren en altura (en un atril, por ejemplo) para que no haya agachar la cabeza para consultarlos.
Otro elemento relevante es la posición corporal, que debe ser erguida. Si bien inclinarse hacia adelante en una sala de vistas física puede servir para ayudar a enfatizar el mensaje, ante una webcam puede resultar invasivo, resalta el experto. Por ello, lo más conveniente es elevar el visor a la altura de los ojos.
No son las únicas diferencias con los juicios presenciales. Los movimientos de manos, convenientes también en el entorno virtual para reforzar la comunicación verbal, deben ser, eso sí, más pequeños y siempre pegados al cuerpo. Tampoco resulta adecuado coger bolígrafos o lápices, cruzar los brazos (porque transmite incomodidad o rechazo) o abusar de gestos que pueden indicar nerviosismo como tocarse la cara, la nariz o el pelo.
Entonación
En la comunicación verbal, la entonación y las pausas son dos recursos con los que cuenta el abogado. También debe emplearlos en los juicios virtuales, pero teniendo en cuenta las particularidades de una videoconferencia. Así, si eleva excesivamente el tono, el micrófono y los auriculares pueden distorsionar sus palabras. Asimismo, las pausas deben reservarse solo para el informe final porque en otras intervenciones pueden malinterpretarse.
Prever los imprevistos
Si bien los problemas técnicos y los imprevistos son inevitables, un alto grado de previsión y preparación por parte del abogado ayudarán a que estos tengan el menor impacto negativo posible. Tener alternativas por si, por ejemplo, falla un documento archivado en el ordenador (con el impreso físico al lado) o ser proactivo proponiendo al magistrado soluciones si la conexión da algún fallo, ayudarán a evitar una predisposición negativa contra las posiciones del letrado.