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En colaboración conLa Ley

¿Cuáles son las prioridades de las nuevas generaciones de abogados?

No quieren saber nada de la jubilación, confiesan que pensarán cada cinco años en cambiar de profesión y dicen adiós a la idea tradicional de crear su propio imperio

Cómo piensan y cómo actúan es crucial para saber dibujar el futuro del sector legal. Los jóvenes abogados lo tienen claro: no quieren saber nada de pensiones y jubilación, perciben el dinero y el ahorro como un medio para vivir experiencias y dicen adiós al estereotipo tradicional del abogado que quiere formar un imperio.

Estas son las principales conclusiones que la Mutualidad de la Abogacía ha sacado en claro tras la celebración del primer Bootcamp, una reunión multidisciplinar con unos 50 jóvenes abogados de diferentes perfiles de 18 a 30 años. Su reto era responder a cómo puede ayudar la aseguradora a las nuevas generaciones de letrados con soluciones de ahorro e incorporar así las nuevas tendencias a la estrategia de negocio de la compañía. “Tienen mucha valentía para proponer las cosas sin miedo al error y al fracaso. La madurez frente al cambio de los abogados no es de otros colectivos”, afirma Fernando Ariza, subdirector general de la Mutualidad de la Abogacía.

El paradigma ha cambiado y lo que siempre ha sido normal ahora está dejando de serlo. La nueva generación de letrados concibe el dinero desde dos perspectivas. En primer lugar, tienen claro que es importante, pero para vivir experiencias. “Ya no existe ese abogado que quiere formar un imperio, si no que quiere vivir y tener un entorno confortable”, afirma Ariza.

Y no es casualidad. Los expertos ya estudian un fenómeno económico propio del siglo XXI: la “economía del nosotros” (disfrutar y tener experiencias), al contrario que ocurrió el pasado siglo con la llamada “economía del yo” (del poseer y tener). El concepto de ahorrar para la jubilación o para tener más bienes está diluyéndose. O, al menos, se encuentra lejos de las prioridades de los jóvenes para quienes ya no es importante poseer dinero, sino que prefieren gastarlo e invertirlo en cuidar a sus familiares, solventar sus problemas de salud, y que les permita vivir experiencias (viajes, cambios de trabajo o vivir en el extranjero). “Un joven te lo dice directamente, y esto es muy diferente a la generación anterior”, agrega Ariza.

Ahorrar sí (para experiencias) pero no me hables de jubilación

En segundo término, el ahorro para ellos es una necesidad, pero confiesan que no saben cómo hacerlo de forma ágil, moderna y rápida. No obstante, el gran mito que se cayó tras la celebración de este encuentro fue el de la jubilación. Fue una palabra que solo salió una vez en todas las presentaciones y de refilón. “No es un problema para ellos ahorrar para su futuro y su jubilación, atienden a problemas más inmediatos y no creen que se vayan a jubilar”, explica el subdirector de la Mutualidad.

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Si algo les preocupa el tema de las pensiones y la jubilación, según explica Patricia Moraleda, coordinadora de la Cátedra Fundación Mutualidad Abogacía, es la baja prestación que van a recibir sus padres que están a punto de jubilarse y la precaria situación de dependencia en la que pueden encontrarse.

Cada cinco años repensarán si quieren seguir en la profesión

Su recorrido laboral también lo afrontan de forma muy diferente a la tradicional. No piensan en tener un trabajo para toda la vida sino que confiesan que cada cinco años repensarán si van a continuar con la misma profesión (ni siquiera hablan de cambiar de especialidad) y para ello quieren estar formados. Así lo cuenta Moraleda, quien asegura que “les preocupa mucho el cambio de trabajo y quieren tener ahorros para poder hacerlo, porque tienen claro que muchas profesiones van a desaparecer y otras nuevas van a nacer, y lo normal será reciclarse y destinar una etapa de su vida a pensar qué quieren hacer”.

En este sentido, en el Bootcamp los participantes sugirieron a la Mutualdiad formación en Soft skills. Las empresas y bufetes ya no solo reclaman a las nuevas generaciones de abogados ser un buen jurista y controlar los conocimientos teóricos, sino también destacar por ser un buen comunicador, estratega y tener una buena marca personal que se vea resaltada en un buen currículum. Además, se mostraron interesados en actividades de mentoring ya no solo con grandes gurús del mundo del Derecho, sino también con economistas. Y para sorpresa de los organizadores, les pareció muy buena idea mentorizar ellos mismos a mayores, por ejemplo, en materia tecnológica.

Los robots son aliados

Otra de las conclusiones es que los jóvenes abogados miran a los robots con admiración, más que con recelo. Estos nuevos compañeros de trabajo no asustan a las nuevas generaciones, que no piensan que les vayan a quitar el trabajo. Es más, quieren estar actualizados en toda la tecnología desde el conocimiento y la formación para competir con su entorno. “Quieren la tecnología como una herramienta, no es rival, es un aliado porque va a ser una variable más para tomar decisiones”, explica Ariza. Incluso, la idea de los jóvenes es concebirlo como un medio para que las tareas que quitan mucho tiempo las resuelva una máquina (como ya ocurre con el auge del Legaltech) y el ser humano se centre en aquellas en las que pueda aportar valor.

Por otro lado, en el ámbito sanitario, la Mutualidad ha comprobado que a un joven le encaja más tener un seguro de salud solo dentro de sus experiencias. Por ejemplo, si se van de viaje, para problemas de salud de terceros, familiares o, incluso, para su perro. Además, debe ser totalmente flexible para que permita contratarlo solo para los días de viaje o porque vaya a disfrutar alguna actividad de riesgo. “Piden inmediatez y personalización, y nos confesaron que no les importa darnos sus datos personales, siempre y cuando el servicio sea mejor y se haga a medida”, apunta el subdirector.

Además, una sugerencia interesante de los aspirantes en el ámbito sanitario fue la posibilidad de incluir en un seguro la congelación de óvulos de cara a la, cada vez más tardía, edad para ser madre. Según Ariza, esto no es baladí cuando estamos en un mundo envejecido y España tiene la segunda tasa de fecundidad más baja de toda la Unión Europea, después de Malta, y nos supera, incluso, el Vaticano. “Si estamos esperando a que las nuevas generaciones nos den más hijos, ellos nos están diciendo que no va con ellos”, advierte, tras explicar que las políticas de natalidad no están a la altura de sus expectativas.

Otro punto interesante es la de la financiación a la hora de emprender. En la actualidad, la voluntad general del abogado es montar su propio despacho y trabajar por cuenta propia. Y esto también cambia según las preferencias de las nuevas generaciones que de los 50 que participaron, solamente uno o dos decían que querían montar su propio despacho. El resto no se lo planteaba, no porque no quisiera, sino porque no podía. “La Mutualidad puede ayudarles a eso. Tradición e innovación no están reñidas”, afirma Ariza, subdirector de la Mutualidad. La entidad tiene en mente transformar en servicios y productos todas estas propuestas e impulsar la segunda edición del siguiente Bootcamp.

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