Alonso trasladará al ICAM su larga experiencia en gestión
El nuevo decano aplicará criterios empresariales en la gestión del Colegio Quiere lograr que la abogacía madrileña tenga mayor peso institucional
Llegó el día. El 13 de diciembre era la fecha marcada en rojo por la abogacía madrileña, o al menos por una pequeña parte de ella, ya que tan sólo un escueto 7,6% del censo acudió a su cita con las urnas. 5.924 letrados, de un total de 77.000, se acercaron al Hotel Novotel, el lugar que acogió las elecciones más convulsas de la abogacía capitalina.
Aunque el recuento de votos se extendió 9 horas y media desde el cierre de las urnas –la candidatura vencedora fue anunciada de madrugada, a las 5:30 horas-, ya desde el principio del recuento empezaba a percibirse que la balanza se inclinaría definitivamente a favor de la lista encabezada por el abogado José María Alonso Puig. Es el candidato que, junto a Javier Íscar, partía como favorito en la carrera por lograr dirigir el colegio profesional más grande de Europa. Finalmente, un total de 4.406 votos otorgaron la victoria a Alonso, frente a los 3.880 de Íscar.
El ya nuevo decano del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) llega a la institución con la idea de introducir numerosos cambios en la gestión. No en vano, Alonso lleva 40 años dedicado a la profesión, con cargos de responsabilidad al frente de grandes despachos, como Garrigues, donde fue socio director, o más recientemente, el despacho internacional Baker McKenzie, cuya oficina en Madrid ha dirigido hasta que el pasado mes de septiembre decidió ceder el testigo a Rodrigo Ogea y apostar por cerrar su carrera profesional convirtiéndose en decano del Colegio. Objetivo logrado.
Toda esta experiencia es la que quiere trasladar ahora al Colegio, aplicando criterios empresariales en la gestión del mismo. De hecho, cuando decidió presentarse a las elecciones, aseguró que lo hacía tras una larga vida profesional, con la intención de "devolver a la abogacía todo lo que me ha dado".
Alonso, que cuenta en su lista con prestigiosos abogados a la cabeza de grandes firmas como Luis Fernando Guerra, de Deloitte Legal, o Manuel Martín, de Gómez-Acebo & Pombo, quiere otorgar a la institución un mayor peso específico. El nuevo decano se ha fijado la meta de lograr que la abogacía madrileña pueda estar en pie de igualdad con las demás instituciones y que se haga oír su voz en asuntos de relevancia jurídica y social.
De hecho, en una reciente entrevista con este medio señalaba que entre sus principales proyectos en caso de ser elegido decano figuraba cerrar convenios de colaboración para la "creación de comisiones mixtas del Colegio con el Ministerio de Justicia, el Consejo General del Poder Judicial, la Fiscalía, la Abogacía General del Estado, la Agencia Tributaria y los reguladores, con el fin de analizar e intervenir en la producción legislativa y para garantizar que el ejercicio del derecho de defensa sea respetado".
Además, José María Alonso también se propone incorporar al Colegio las mejoras prácticas del mercado en formación, búsqueda de empleo y gestión del conocimiento. "Todo ello, si es posible, de forma gratuita y, en todo caso, a costes muy reducidos", ha asegurado. Quiere, asimismo, "recuperar las subvenciones a los jóvenes durante los tres primeros años en las primas del seguro médico, para potenciar la fortaleza de MUSA –el seguro médico de los abogados- y conseguir una reducción de las primas a los mayores de 65 años.
Por otra parte, ha anunciado medidas en materia de apoyo a los abogados jóvenes, la creación de un departamento de cazatalentos que ayude a buscar salidas profesionales a los colegiados, y mejoras en las condiciones del turno de oficio, propugnando la revisión de los baremos retributivos abonados por la Administración.
Declaraciones tras el triunfo
Tras la victoria electoral, Alonso ha emitido un comunicado en el que muestra su "satisfacción" por haber resultado elegido, y "el mayor de los honores" por que los abogados le hayan "encargado el deber" y hayan "depositado la responsabilidad" en la candidatura que lidera para conformar una nueva junta de gobierno en el ICAM. El nuevo decano anuncia su voluntad de ponerse "al servicio de todos los abogados madrileños" y pide "a aquellos a quienes voy a servir que sean exigentes y escrupulosos con el Decano y con cada uno de los miembros de la nueva Junta de Gobierno". Asegura que será el decano de todos y dice que asume "este encargo con la máxima ilusión, con la máxima esperanza".
El comunicado, cargado de optimismo e ilusión ante la nueva etapa que arranca en el Colegio, asegura que harán todo lo posible por transformar la institución colegial: "Estamos en un momento precioso, desafiante, para imprimir un cambio de velocidad, una transformación que a todos nos involucre. Voy a ser un Decano al frente de una Junta de Gobierno inconformista, que va a elevar la voz con firmeza. Seguramente encontraremos limitaciones en nuestra tarea. Por supuesto. Seguramente cometeremos errores. Será inevitable. Pero doy mi palabra, nuestra palabra: agotaremos todas nuestras fuerzas y todas nuestras ideas en defensa de un Colegio más útil: de un Colegio generoso, solidario, distinto y mejor al que hoy conocemos".