Rafael Suárez de Lezo: “Invertir en pagar mejor a los jueces sería un buen negocio para España”
"Es bueno que todos los abogados tengan experiencia en intervenir en juicios" "El interés de la Administración pública no puede estar por encima del interés general"
El despacho Albiñana & Suárez de Lezo cumplirá 60 años en 2018. En este tiempo, ha pasado de ser un pequeño bufete local tradicional a formar parte de una firma internacional, CMS, que en su último ejercicio ha superado los 1.000 millones de euros de facturación a nivel global. Rafael Suárez de Lezo, socio director de la firma en España, ofrece su visión sobre el despacho, el sector y el entorno jurídico y económico.
- R. Albiñana y Suárez de Lezo se incorporó a CMS en 2005, ¿qué balance hace de estos años formando parte de una firma global?
- R. Estamos muy satisfechos con el resultado. Nuestro despacho siempre fue muy competitivo en España y uno de los líderes, pero llegó un momento en el que nos dimos cuenta de que necesitábamos estar en una organización internacional. Habíamos tenido la oportunidad de ser la oficina madrileña de despachos europeos, algunos de los mejores, pero creímos que para nuestros clientes era preferible seguir siendo un despacho español, aunque integrado en una organización europea. Uno de los puntos fuertes de CMS es que son despachos locales dentro de una organización internacional. No es una organización de un país con oficinas en muchos sitios, sino una organización europea con despachos importantes en cada jurisdicción, lo que permite ofrecer un mejor servicio. Eso fue lo que nos convenció de CMS: hay decisiones que se toman a nivel general, en el comité ejecutivo, pero otras muchas se toman a nivel local.
- R. ¿Qué papel ha jugado España dentro de la estrategia de la firma en Iberoamérica?
- R. Hemos sido impulsores. Estaba entre los objetivos de CMS, pero quisimos que dejara de ser un objetivo teórico para pasar a llevarlo a la práctica. Nos hicieron caso, lo comprendieron y nos pusimos a trabajar en ello junto a Portugal con la oficina de Brasil, que ha sido muy útil. En Latinoamérica ahora ha pasado lo mismo que pasó en España en los 90. Han empezado a llegar firmas extranjeras y, a la larga, si las locales no se internacionalizan puede que se conviertan en menos competitivas porque lo que te aporta una organización internacional es mucho. Creo que en Latinoamérica los despachos están pensando qué hacer porque ven la llegada de muchos operadores internacionales. Y creo que la idea de CMS les gusta porque se dan cuenta de que muchas de las decisiones las van a seguir tomando ellos en su despacho a nivel local, como ahora, y otras se tomarán a nivel internacional, pero participando ellos también. La alternativa es integrarse en una organización anglosajona o en una española donde gran parte de las decisiones se toman en Madrid, en Londres o en Nueva York.
- R. ¿Qué tipo de operaciones están adquiriendo mayor peso en el despacho?
- R. Somos un despacho multidisciplinar y atendemos todo lo que puede necesitar el mundo de los negocios. Fusiones y adquisiciones fue desde el principio muy importante, y tiene un aspecto procesal también muy relevante en sectores regulados. En este ámbito estamos entre los líderes en España. Crecemos bastante en otras áreas como propiedad intelectual o inmobiliario, que estuvo bastante parado y sin duda ahora está fuerte, y somos fuertes también en laboral, que está creciendo con nuevas incorporaciones.
- R. En España la facturación del despacho se contrajo casi un 6% en 2016, ¿a qué fue debido?
- R. A que 2015 fue muy bueno y tuvo una operación atípica que hizo que subiera mucho la facturación. Fue un año en el que tuvimos varios asuntos muy grandes, en el que los honorarios fueron muy altos y se disparó la facturación, pero la tendencia en los diez últimos años es creciente y en 2017 vamos a estar en torno a un 5% por encima del año pasado. Habrá que ver cómo termina el año porque el mes de diciembre siempre es muy importante.
- R. ¿Qué es más importante, la rentabilidad o la facturación?
- R. Nosotros no queremos ser los más grandes sino los que demos mejor servicio al cliente y, en consecuencia, los más rentables. Y no por cobrar de más a los clientes sino por solucionarles los problemas y que te lo reconozcan. A nivel de honorarios estamos en un mercado muy competitivo. Yo creo que los clientes se dan cuenta de que los asuntos complejos hay que resolverlos con personas preparadas y cualificadas. Y ahí están dispuestos a pagar unos honorarios que retribuyan una actividad que genera valor a las compañías.
- R. ¿Ha cambiado el modo de facturar en los despachos y lo que piden los clientes?
- R. En un mercado competitivo como el nuestro, sin duda. Los clientes te piden unas estructuras de honorarios que no son la tradicional norteamericana de horas. Pero yo creo que los empresarios saben que, para los asuntos complejos en los que se necesita mucha preparación, mucho estudio y experiencia y para asuntos en los que se juega la empresa que dirige el cliente algo importante, los honorarios tienen trascendencia a la hora de elegir abogados, pero no es lo que más miran. Lo importante es quién creen qué puede resolverles los problemas.
- R. ¿Qué habilidades se valoran más en los nuevos abogados que se incorporan a la firma?
- R. Lo primero, que estén muy bien preparados. El mundo del Derecho es muy complejo por lo que tienes que estudiar mucho y encontrar la manera de resolver problemas. A los abogados no nos llaman por simpáticos e inteligentes -que siempre viene bien-, sino por saber Derecho y resolver problemas. Además de eso, creemos que es muy bueno que todos los abogados tengan una cierta capacitación para intervenir en pleitos. No necesariamente que cada uno vaya a juicio, porque eso requiere mucha especialización, pero que sepan lo que es un juicio, cómo funciona la Justicia, cómo se ejecuta un contrato, qué dice la Ley de Enjuiciamiento Civil que se puede hacer cuando se incumple una obligación y saber también cómo reacciona un testigo, tener la experiencia de preparar una declaración, etcétera. Eso forma mucho a los abogados. Por eso intentamos que todos nuestros abogados hayan aparecido y visto lo que es un pleito, una demanda, una contestación, una audiencia previa… en fin, que sepan de qué va un pleito porque a la hora de redactar los contratos las cosas salen mejor que si no lo sabes.
- R. ¿Cree que, como auguran algunos, la tecnología podrá llegar a sustituir el trabajo de los abogados?
- R. Yo creo que es posible que determinada tecnología sustituya en algunas cuestiones a los abogados, pero mientras que los que decidan gran parte de lo que pueda afectar a las personas y a los negocios sean personas -funcionarios, jueces y otros empresarios-, sustituir abogados por ordenadores no va a ser fácil. Si les sustituyes también a ellos, entonces sí.
- R. ¿Externalizáis trabajo a otros despachos?
- R. Es posible que algunas materias, no exactamente de abogacía, se puedan externalizar. Y estamos encantados de trabajar en coordinación con otros despachos. Hay clientes muy importantes nuestros que tienen a dos o tres despachos de cabecera y colaboramos mucho con ellos y exitosamente. Colaborar nos parece bien, pero externalizar no es nuestra política.
- R. ¿Ha superado ya España los años de crisis?, ¿se nota la recuperación en el número y el tipo de operaciones que entran en el despacho?
- R. Sí, se nota la recuperación. Yo creo que todavía se nota más en el mundo de los negocios -las compañías son más solventes, más competitivas-, pero creo que falta algún tiempo para que lo note de verdad el pueblo, la clase trabajadora. Eso espero que llegue pronto.
- R. ¿Cómo ve la situación de la Justicia en España?
- R. Creo que hay magníficos profesionales pero el resultado no es el óptimo. Hice mi tesis sobre "La tutela judicial en el mercado de valores". En ella se mantiene que en materia no sancionadora en el mercado de valores no hay tutela judicial: que una sentencia llegue dos años después de decir la CNMV que no a una OPA no sirve de nada y no se puede arreglar con medidas cautelares. La justicia española tiene un retraso importante que no va bien para determinados sectores y que conviene arreglar. El presupuesto que se gasta en Justicia en España es bajísimo y creo que es un error porque una Justicia eficaz y rápida, con gente bien preparada y que decide pronto hace la economía mucho más competitiva. Los retrasos judiciales afectan claramente a la economía. Creo que una inversión en pagar mejor a los jueces, que estén más motivados y que tengan más medios sería un gran negocio para España.
- R. ¿Y esta situación de la justicia se percibe en otros países o es algo exclusivo de España?
- R. La experiencia que he tenido en juicios fuera de España, que no es que sea grande pero es significativa, es que pasa en bastantes países. Creo que sí funciona muy bien, en cambio, la justicia inglesa, es muy rápida y en general bastante eficaz. Y hay momentos en que la española también funciona muy bien, hay magníficos jueces que son súper trabajadores, súper preparados, que hacen unas sentencias estupendas y que funcionan tan bien como el mejor. Quizás carezcan de los medios.
- R. ¿El marco regulatorio favorece la llegada de inversión extranjera?
- R. El marco regulatorio en gran parte es el europeo. Lo que creo es que las administraciones públicas españolas tienen que ser más respetuosas con la seguridad jurídica y no confundir sus intereses con el interés general, que no siempre es lo mismo. Se tienen que dar cuenta de que el interés de una administración pública, o incluso del Estado, no está por encima del interés general. Los cambiazos de modelos jurídicos, aunque a veces sean entendibles, no son buenos. El interés general también es crear confianza, independientemente de que en algún momento a algún ministerio o administración le pueda venir mal. La confianza y seguridad que da a los inversores un país que siempre cumple sus compromisos es importante. Y en caso de que no sea así, tiene que haber una jurisdicción contencioso administrativa que ponga en su sitio a la administración.
- R. ¿Ha afectado de alguna manera la situación en Cataluña al despacho?, ¿ha tenido algún impacto para la oficina en Barcelona la salida de empresas de la comunidad autónoma?
- R. El escenario más realista es que no habrá independencia y eso es lo que nos da seguridad, por lo que la oficina de Barcelona seguirá siendo una oficina importante para CMS, cuenta con todo nuestro apoyo y confiamos en que prevalezca el interés general, que consiste en que Europa sea fuerte y que esté lo más unida posible. En cuanto a la salida de empresas, por ahora no está afectando a la oficina de Barcelona, siguen trabajando con los clientes habituales. Existe cierta preocupación, evidentemente, pero más de futuro que de ahora mismo. De hecho, estamos trabajando para algún cliente que está pensando en tomar medidas, por tanto no está afectando ahora mismo a nuestra facturación. Pero, en todo caso, lo bueno para la oficina de Barcelona, para Cataluña, para España y para Europa es que no haya problemas, que los asuntos se resuelvan con buena voluntad por todo el mundo, que se siga la legalidad. Hay unos procedimientos para tomar decisiones que están en las leyes y es lo que tienen que cumplir todos: funcionarios, políticos y ciudadanos.