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Sigfrido Herráez: “A Madrid le falta playa, pero no creo que quede mucho para que la tenga”

La creciente afluencia turística y el cambio que ha supuesto el dejar de ser un lugar de paso para convertirse en un destino apuntan a que la capital tiene algo especial, si bien, es complicado identificar un icono único de la ciudad

Sigfrido Herráez, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
Sigfrido Herráez, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.COAM
Fernando Belinchón

La ciudad de Madrid tiene muchas cosas, pero hay algunas que no. Además de no tener mar ni una playa en condiciones, no es fácil nombrar un símbolo único que evoque su recuerdo sin dudar. A la pregunta de si necesita uno o no, Sig­fri­do Herráez, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, responde que lo que ocurre es que ya tiene muchos símbolos.

Pregunta: En diferentes listas de ciudades más bellas del mundo, o cuando se le pregunta a la inteligencia artificial cuáles son las urbes que vale la pena visitar por su belleza, Madrid no aparece en las respuestas, ¿por qué?

Respuesta: Hay una parte de subjetivo en eso. El otro día me llamó la atención el volumen de gente que había en el Mercado de San Miguel a las 11 de la mañana de un lunes. Vienen mareas y mareas de personas a visitar Madrid, y eso es porque tiene un atractivo. Hay un atractivo por excelencia en las ciudades que es el que aporta la propia ciudad en sí. Su trazado, su historia. La arquitectura siempre es un atractivo. De cualquier ciudad del mundo que vayamos tendremos el recuerdo concreto de una plaza, de un edificio. No nos engañemos. Madrid tiene esos atractivos y eso explica la afluencia turística. Eso está empezando a crear problemas de convivencia entre los tradicionales moradores y los turistas, pero, por otro lado, hay algo en la ciudad de Madrid que atrae.

P: ¿Qué le falta a Madrid para entrar en esas listas? Estambul tiene la explanada de las mezquitas; Praga, el puente... ¿Existe un punto así en Madrid?

R: Existe. La afluencia de gente así lo indica.

P: ¿Quizás los que vivimos aquí no lo vemos?

R: El otro día vino un amigo mío de Pontevedra. Le llaman la atención cosas que a nosotros no porque las vemos siempre. La arquitectura, la ciudad, los museos. Muchos vienen pensando en el Prado, pero luego se quedan tomando unos huevos en Casa Lucio. Hay unas imágenes con las que la gente se queda de Madrid. La Plaza Mayor, el edificio del ayuntamiento, el Círculo de Bellas Artes. Hay una serie de edificios que no hace falta ser un erudito para admirarlos. Comparando con Berlín, por ejemplo. Berlín es una arquitectura del siglo XX, muy buena, pero no tiene un centro histórico. Aquí te metes a callejear en el Madrid de los Austrias y tienes la sensación real de que estás en esa época. Esa mezcla hace que Madrid debiera estar en esas listas.

P: ¿Los visitantes aprecian Madrid? ¿Cómo ha evolucionado su percepción de nosotros?

R: Hace 20 años la pernoctación era de una noche. Era gente que paraba de paso para luego ir a la playa. Ahora no. Ahora la pernoctación es de tres, cuatro noches o una semana. Tienen un día de museos, otro para la gastronomía, otro para visitar Toledo, otro para El Escorial...

P: ¿Le falta algo a Madrid?

R: No sé si le faltan focos de atracción. ¿Un museo de arte moderno? El Reina Sofía es un gran museo. ¿Una pinacoteca? Yo creo que están en una liga muy similar el Hermitage, el Louvre y el Prado. Estamos en el top de casi todo. Lo que no tenemos es mar. A Madrid le falta una playa, pero no creo que quede mucho para que la tenga a base de potabilizar y aumentar el caudal del río. Sería un atractivo evidente.

P: Quizás no tenemos ese sitio, ese símbolo. No tenemos la Sagrada Familia, un Guggenheim, una Torre Eiffel o una Estatua de la Libertad. Ese símbolo que la gente lo vea y lo relacione con Madrid. ¿Tal vez lo más parecido es la Puerta de Alcalá?

R: Tenemos tantos que es difícil hacer sobresalir uno solo. El Museo del Prado es un templo arquitectónico, y luego mira lo que tiene dentro. El Guggenheim es un foco incomparable de atracción, y el que lo ideó merece todas las alabanzas, pero ¿es necesario un Guggenheim en Madrid con todo lo que tenemos? Por ejemplo, el edificio de la Fundación La Caixa. Es un edificio de los arquitectos Herzog & de Meuron, absolutamente reputados a nivel internacional. Ahora mismo hay colas en el Palacio de Cibeles. Luego aparecen hitos del siglo XXI como es el Bernabéu. Me has puesto el ejemplo de la Puerta de Alcalá, pero tenemos otras tres. La de Toledo, la del Hierro y la de San Vicente. Yo creo que Madrid tiene y puede presumir de mucha calidad en la arquitectura y en el urbanismo.

P: ¿Cree que podríamos ver un proyecto emblemático en los próximos años en Madrid?

R: Pienso que todos los alcaldes tienen como una especie de obligación de tener un proyecto por el que se les recuerde. Para Álvarez del Manzano fueron los cruces este-oeste, María de Molina y Cristo Rey. En los distritos no había centros de tercera edad ni polideportivos. Estuvo 12 años y dejó Madrid cambiado con más infraestructura y equipamientos. Alberto Ruiz-Gallardón logró eso con Madrid Río. Transformó una parte de la ciudad. Este discurso es el que le transmito siempre a Almeida. Es necesario tener un proyecto de ciudad, que puede ser Campamento o Madrid Nuevo Norte. Algo que deje un recuerdo de su legislatura. Madrid Nuevo Norte va despacio. Hay que pensar en proyectos a cuatro años. El río lo fue. El hito de Enrique Tierno Galván fue el cambio cultural en Madrid. Cada alcalde es recordado por un hito y ahora mismo José Luis tiene que dibujar el suyo. Puede ser la playa a lo mejor.

P: ¿Qué más cosas podría ser ese proyecto?

R: Madrid Nuevo Sur. Es un proyectazo. Es continuar con el eje del río, hacer la curva de la M-30 de Vallecas. Méndez Álvaro. Todo esto es un proyecto que se llama Madrid Nuevo Sur. Consiste en dar continuidad a Madrid Río de tal forma que pueda llegar hasta el puente de Ventas. Es un proyecto que hay que pensar muy bien, no solo la parte técnica, sino el qué poner allí. Mantener el equilibrio de la ciudad es uno de los grandes proyectos de la urbe.

P: En su opinión, ¿cuál es la ciudad española que más tiene que decir desde el punto de vista arquitectónico?

R: Barcelona ha tenido y tuvo un protagonismo enorme en arquitectura de ciudad. Los arquitectos gobernaban la ciudad de la mano de Maragall. Todo se hizo muy bien tanto en equipamientos como en infraestructuras. Hay un proyecto de ciudad y de arquitectura a años luz de todo lo demás. Ejemplos de modelos que tienen algo: Valencia o Bilbao. ¿Dónde está apareciendo nuevamente esa concepción de ciudad que recuerda a lo que pasó en la Ciudad Condal? El Barcelona del año 92 de hoy es Málaga. El alcalde malagueño ha atraído a los grandes museos, ha trabajado con fineza en la ciudad y ha buscado la calidad de vida desde el diseño urbano. Luego merecen mención aparte las ciudades tradicionales que tienen su encanto sin necesidad de hacer nada. Santander, San Sebastián, Santiago de Compostela, Toledo, Granada… Una cosa es lo que nos ha dado la historia y luego otra cosa es lo que han transformado los gestores.

P: ¿Hasta qué punto tiene libertad un arquitecto?

R: Los concursos de arquitectura y de urbanismo dan libertad. Se hace un concurso, se presentan 50, 60 estudios y ahí está la libertad y la creatividad. Pero además también está la calidad. Cuando los jurados vemos 70 proyectos sabemos cuáles son los tres mejores. Los grandes edificios de Madrid son consecuencia de concursos y esto la gente no lo sabe. El Círculo de Bellas Artes fue resultado de un concurso. Lo ganó un hombre joven entonces, Antonio Palacios. Llegó con algo transgresor con la norma en altura. Le dieron ganador y se construyó. Fíjate en la belleza del edificio. El palacio de telecomunicaciones igual, otro concurso. Todos los grandes edificios buenos son concursos. En el urbanismo también es importante que se comparen propuestas. En Madrid estamos haciendo los mismos desarrollos urbanos que se hicieron en los años sesenta. Es muy anodino que estemos haciendo el mismo urbanismo.

P: ¿Por qué cree que pasa esto en el urbanismo? ¿Acaso porque los plazos son demasiado largos?

R: Puede ser. Qué ha pasado con Madrid Nuevo Norte, la parte rica de la ciudad de Madrid. ¿Por qué se ha acelerado? Porque ahora tienen que tirar con todo. Yo eso se lo he escuchado decir a los responsables, tanto del proyecto en sí como del ayuntamiento. ¿Por qué? Porque no pueden permitirse perder ni un minuto más en cambios del proyecto. Nadie quiere oír nada que no sea la orden de tirar para adelante. ¿Qué pasa?, que esto tiene su precio en los estudios de calidad. Lo están intentando, el discurso lo tienen muy bien. Tú hablas con los responsables y todo es medioambiental y ahorro energético. En Los Berrocales ha pasado lo mismo. Tantos años paralizados hacen que, cuando arrancan, los desarrollos no quieran perder ni un solo minuto. Luego hay que elegir buenos profesionales. Hay gente que trabaja de una forma y otros que no. Hay gente muy resolutiva que te hace un proyecto de reparcelación en 10 minutos y hay otra que te pregunta por cómo es el trazado de calle para que la sombra en verano evite que la gente ande a 40 grados por el sol. El secreto está en elegir bien a los profesionales. El otro día le dije al alcalde todo esto en relación con Campamento. Campamento no puede ser más de lo mismo. Ahora la prioridad debe ser urbanizar y construir en precio asequible. Si eso no es la prioridad de todos en todo momento, apaga y vámonos.

P: Primero se para todo y luego entran prisas… ¿Hace esto que se haya optado por tapar agujeros sacrificando la estética en pos de la funcionalidad?

R: Te pongo un ejemplo muy criticado, el Ensanche de Vallecas. Yo fui presidente de la Junta de Compensación porque los privados me eligieron. Yo aposté por hacer algo diferente y ahí están esos edificios tan raros que ves allí. Queríamos hacer mucha vivienda pública y una cosa que hasta entonces era rarísimo. Yo compré suelo desde el ayuntamiento al privado. Suelo en desarrollo, muy barato. ¿Por qué en 10 años se hicieron 10.000 viviendas, cosa que no hace nadie? Porque se compró ese suelo. Si tú te fías solo de las cesiones dependes de que se hagan, cosa que lleva años. Para ejecutar viviendas protegidas públicas necesitas tener voluntad. Voluntad es dinero. El ensanche tuvo las primeras galerías de servicio de todo Madrid. El gas, la luz… va por galerías transitables. Arriba se hizo una buena arquitectura en parte. Hubo privados que hicieron lo que quisieron y luego lo público que es lo que llama la atención. Vallecas adelantó a todos los PAU que llevaban haciéndose 10 años. Era el más grande, con 26.000 viviendas. Se puede y se debe hacer. No nos podemos permitir seguir haciendo lo mismo solo porque tengamos mucha prisa en hacerlo. Hay que hacerlo muy rápido, pero hacerlo muy bien, con parámetros del siglo XXI. Urgencia sí, porque la hay, pero calidad también. No solamente por lo bien hechas que estén construidas las viviendas, sino por cómo quedará configurado el espacio.

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Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.
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