¿Cuánto va a subir la Bolsa de aquí a 2029? Robeco cree que casi un 40%
La gestora neerlandesa espera retornos anuales del 6,5% en renta variable de economías desarrolladas y del 7,25% en emergentes
La gestora neerlandesa Robeco, una de las más prestigiosas de la Unión Europea, acaba de publicar su esperado informe Expectativas de Rentabilidad 2025-2029. En este documento se dibuja un panorama relativamente positivo para la economía mundial en los próximos años y se pronostica qué retornos van a ofrecer los principales activos financieros. Un avance: las perspectivas no son para tirar cohetes, pero sí invitan al optimismo.
En el caso de la inversión en Bolsa, el rendimiento acumulado en los próximos cinco años rondaría el 40%, con un 6,5% de rentabilidad media anual para las acciones de economías desarrolladas y un 7,25% en los países emergentes. Esto son los rendimientos esperados en términos nominales, pero si descontamos la inflación ya no asombran tanto. Con unas subidas de precios de alrededor del 2,5% por año, se tiene que al generación real de riqueza para alguien que invierte en estos activos sería de un 22%.
Estos cálculos de los especialistas de la entidad son para inversiones en euros. Si fueran en dólares, los retornos serían algo superiores: del 7,5% anual para las Bolsas de países desarrollados. En términos nominales. Del 5% descontando la inflación.
Los especialistas de Robeco —una firma radicada en Rotterdam aunque propiedad del grupo japonés Orix— han dibujado tres escenarios para la evolución de la macroeconomía en los próximos años. El central, al que otorgan un 50% de probabilidad, anticipa “un crecimiento económico moderado y constante, impulsado por los avances en inteligencia artificial, con una previsión de crecimiento del PIB per cápita del 1,75% anual en Estados Unidos (EE UU)”, según se explica en el informe. También prevé que otras economías avanzadas, especialmente en Europa, alcancen a EE UU, contribuyendo así a un crecimiento global equilibrado.
En el escenario negativo (30% de probabilidad) el gran problema sería una inflación persistente en EE UU y un crecimiento estancado mientras que el más positivo (20% de probabilidad) el impacto de la IA sobre la mejora de la productividad sería aún mayor y el crecimiento del PIB podría alcanzar el 5% anual. Para que se diera esta situación debería haber “una mejora de la estabilidad geopolítica”.
Laurens Swinkels, responsable de estrategia cuantitativa de Robeco: explica que, “en el contexto actual, de mercados distorsionados y mayor intervención gubernamental, la obtención de alfa [rentabilidad por encima de los índices] requiere más que nunca un planteamiento basado en el análisis. En nuestro informe se subraya la necesidad de invertir de manera estratégica en este escenario cambiante”.
Las casas de análisis suelen hacer estimaciones de rentabilidad para informar a sus clientes del potencial de revalorización de sus inversiones y para diseñar la mejor catera de activos. Recientemente, la firma suiza Pictet divulgó sus propias previsiones aunque, en su caso, con una visión de aún más largo plazo: 10 años.
En su informe destacaba que las acciones que mayor rentabilidad anual media (descontando la inflación) para la próxima década, sería Japón, con un 5,5 %, seguida de la renta variable de la zona euro (5,1%) y de Estados Unidos (3,4 %). Para países emergentes estimaban un rendimiento medio real del 6,4% en acciones chinas. Este análisis, donde Europa batiría a EE UU contrasta con la realidad de la última década en la que las acciones del Viejo Continente lo han hecho bastante peor que las de Norteamérica.
Inversión en renta fija
En el caso de las inversiones en deuda, el informe de Robeco estima unos retornos medios anuales para los bonos soberanos de países desarrollados del 2,25%, lo que no bastaría para compensar el efecto de la inflación. En general, los rendimientos esperables son inferiores a los generados en la media histórica, salvo algunas excepciones.
Una de ellas son las inversiones de deuda emitida por países emergentes. Otra, las emisiones de bonos por parte de compañías que no tienen la máxima calificación crediticia (conocidos como bonos high yield en la jerga). Para el primer tipo de activo se espera un retorno del 6% anual en el periodo 2024-2029. Para los segundos, del 5,5%.
Todas estas estimaciones no tienen en cuenta un factor más, y es que la mayoría de las personas no invierte directamente en todas estas clases de activos. Lo más habitual es hacerlo a través de fondos de inversión, o de contratos de gestión discrecional de carteras. Entre unas cosas y otras, los asesores se quedan con otro 1% de la rentabilidad obtenida, así que el 22% de rendimiento real acumulado por las inversiones en la Bolsa de pueden quedar en un 17%. O un 3% de retorno medio real y anual, para un activo de riesgo, que implica importantes oscilaciones de su valor.