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ReTree: bosques inteligentes que compensan carbono y reviven la España vaciada

La empresa ha plantado más de 130.000 árboles y capturado 37 kilotoneladas de CO2. Planean triplicar sus ingresos, entrar en nuevos mercados y comercializar su tecnología

Robledillo de la Jara, en plena sierra del Rincón, es un pequeño pueblo madrileño de apenas 140 vecinos que sufre despoblación y una gran degradación del suelo. Las sequías, los incendios y las antiguas plantaciones de centeno para sobrevivir al hambre de la posguerra han agotado una tierra donde hoy solo parecen prosperar jaras y retamas. Con el objetivo de recuperar ese entorno, trabaja ReTree, una start-up española dedicada a la reforestación regenerativa y a la compensación de dióxido de carbono para empresas.

Su modelo conecta la acción climática con el desarrollo rural: las empresas, como parte de sus proyectos de sostenibilidad, financian nuevos bosques que capturan CO2, mientras revitalizan el empleo y la economía local. Lo que les diferencia: gracias a su tecnología propia, monitoriza el crecimiento de los árboles y la absorción de carbono en tiempo real, garantizando la trazabilidad y la certificación de cada proyecto.

“Esto no va de plantar un árbol y desentenderse”, dice su CEO y fundador, Pedro Pérez de Ayala, durante una jornada con periodistas en El Valle de los Sueños, cerca del embalse de El Atazar, que abastece a la Comunidad de Madrid. “Monitorizamos la supervivencia arbórea, reponemos las marras [árboles que no han arraigado] y aplicamos predicción climática para anticiparnos a los retos ambientales”, explica Pérez de Ayala sobre el terreno.

Además, reconoce que la práctica adolece de credibilidad y busca revertir esa precepción: “Somos conscientes de que el gran reto es devolver la confianza a un sector muy opaco y para eso la monitorización es fundamental. No colaboramos con el greenwashing. Diseñamos estrategias de compensación para aquellas empresas que tienen un plan de reducción de emisiones”.

La compañía facturó un millón de euros el año pasado, con la previsión de alcanzar los 1,6 este ejercicio

El Valle de los Sueños, repartido en varios municipios, suma 150 hectáreas de terreno seco, pedregoso y empinado. “Es el tipo de terrenos que priorizamos”, señala. En los tres años que llevan trabajándolo han conseguido que comiencen a arraigar de nuevo los pinos, los robles y, aunque no es oriunda de la zona, pero se adapta bien al clima de la región, también la cornicabra.

Impacto de la actividad

ReTree ha plantado más de 130.000 árboles y trabaja en Madrid, Almería, Teruel, Toledo, Valencia, Cáceres, Cantabria y en un proyecto en ciernes en el Alentejo portugués que esperan que coja fuerza en 2026, y puede ser el primero de otras iniciativas en el país vecino.

El 70% de los terrenos procede de convenios públicos y el 30% de propietarios privados, aunque buscan aumentar esta última proporción para ampliar su impacto. La firma cumplirá cinco años el próximo mes de febrero y pese a que ha recibido interés de algunos inversores, mantiene un capital 100% nacional, con 16 socios: el mayoritario, su CEO y fundador, que controla el 73% y el resto se reparte entre business angels y empleados.

Su facturación ha crecido de 439.407 euros en 2023 a 1,05 millones en 2024, con previsión de alcanzar los 1,67 millones para 2025 debido al impulso del mercado voluntario de CO2 y la mayor digitalización de sus procesos. Además, ha duplicado su equipo hasta los 14 empleados, aunque son muchos más: su labor involucra a más de 100 trabajadores locales dedicados a la plantación y cuidado de los árboles. Cada año generan más de 30.000 horas de empleo, que impulsan el desarrollo sostenible de la comunidad donde se instalan.

La firma colabora con más de 80 empresas entre las que se encuentra Mahou San Miguel, De­cath­lon, Santander, Sanitas, Capital Energy, NH Hotels o Sputnik. “Más del 90% repite o amplía su colaboración”, comenta orgulloso Pérez de Ayala, que avanza además algunos de sus objetivos a corto plazo, como la certificación internacional de su software antes de que acabe el año y el inicio de la comercialización de su tecnología. “Queremos ser el sistema de referencia en monitorización de bosques y de restauración ambiental de ecosistemas en Europa convirtiendo tierras degradadas en sumideros de carbono medibles y certificables”, concluye.

Monitorizar,  medir y auditar


Innovación. ReTree ha convertido la tecnología en la clave para aportar rigor y credibilidad a la reforestación regenerativa, midiendo en tiempo real el impacto ambiental y social de cada bosque, que los clientes pueden consultar a través de una app. 
Inversión. En 2025 destinará 379.000 euros –el 22% de su facturación prevista– a innovación, certificación y desarrollo tecnológico. Cuatro personas trabajan  en estas áreas, y EY audita los procesos. El resultado: una tasa de supervivencia del 98% de los árboles, muy por encima de la media del sector. 

Plataforma propia. Su sistema Treegital monitoriza CO2 y otros indicadores sostenibles, garantizando trazabilidad. “Cada euro invertido debe traducirse en bosques vivos y medibles”, afirma Pedro Pérez de Ayala, su CEO. En breve lanzarán la tecnología para que otras empresas la utilicen. El cálculo combina datos de misiones espaciales de la NASA, ESA y JAXA con machine learning e IA. El equipo de I+D+i perfecciona continuamente el algoritmo para afinar la medición de los sumideros de carbono.

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