Betancor (Intrum): “Ayudamos a las empresas a incrementar el valor de la recuperación de sus créditos, incluso frente a la insolvencia”
La entidad líder en servicios de gestión de créditos e impagos ofrece asesoramiento para todo tipo de negocios. Victoria Betancor, responsable de procedimientos concursales de la compañía, aboga por un servicio personalizado para abordar el marco que plantea la nueva ley concursal
Los concursos de acreedores han aumentado por séptimo año consecutivo, registrándose en 2022 un 46,3% más que el año anterior, según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Los que más crecieron fueron los de personas físicas sin actividad empresarial, con un incremento del 54,3%, seguidos de los de empresarios, con un alza del 46,3%, y de los de personas jurídicas, con una subida del 31,2%. En total, hubo 27.632 concursos el pasado año.
Victoria E. Betancor, responsable de procedimientos concursales e insolvencias de la compañía de servicios de gestión de crédito y activos inmobiliarios Intrum, asegura que el principal problema no es la creación de empresas, sino que más del 60% desaparece antes de los cinco años de vida.
“La nueva ley concursal fomenta la cooperación en la búsqueda de soluciones que optimicen el valor de las empresas frente a futuras liquidaciones con resultados inciertos” , afirma Betancor
El sistema concursal ofrece una valiosa oportunidad a las empresas en dificultades de pago, ya que brinda una vía para reestructurarse económicamente, protegiéndolas de posibles demandas y permitiéndoles salir más fortalecidas y competitivas al mercado. “Los mecanismos de segunda oportunidad cada vez son más conocidos por el consumidor y el profesional, lo que ha favorecido que esté perdiéndose definitivamente el estigma del concurso por los claros beneficios que ofrece el EPI (exoneración del pasivo insatisfecho)”, señala Betancor.
Más de 30.000 expedientes
El servicio de concurso de acreedores de Intrum brinda asesoramiento, control, seguimiento y recursos durante todas las fases del proceso, y atienden la resolución de cualquier conflicto o incidente que se pueda plantear. Actualmente, gestionan más de 2.300 millones de euros en concursos de acreedores y más de 30.000 expedientes de esta tipología.
Además, la reforma de la ley concursal introduce una serie de cambios significativos que buscan agilizar y simplificar los procesos, fomentar las soluciones extrajudiciales a través de los planes de reestructuración, con alguna especialidad para las pymes, y un procedimiento especial para las micropymes, basado en modelos de formalización con notificaciones y traslados telemáticos.
Desde Intrum valoran la medida, ya que el papel del acreedor cobra mayor importancia. “La reforma de la ley ha convertido al acreedor en coprotagonista principal de las soluciones, de las consecuencias y de los propios institutos preconcursales. Antes, los acreedores se comunicaban con su propio deudor antes que con el resto de los acreedores de su misma clase. La nueva ley fomenta la cooperación en la búsqueda de soluciones que optimicen el valor de las empresas frente a futuras liquidaciones con resultados inciertos”, explica la responsable de procedimientos concursales de la compañía.
Tal y como señala Betancor, para manejar la creciente necesidad de negociaciones en los planes de reestructuración, se requiere la colaboración de expertos en la gestión jurídica y económica para la negociación con deudores y acreedores.
Intrum ofrece un tratamiento dual a través de su red presencial con equipos de gestión amistosa en el terreno, así como una gestión centralizada y coordinada a nivel jurídico mediante un equipo de cerca de 150 abogados internos, y otros abogados colaboradores repartidos por todo el territorio nacional que están siempre atentos y disponibles para sus clientes.
“La nueva ley concursal fomenta la cooperación en la búsqueda de soluciones que optimicen el valor de las empresas frente a futuras liquidaciones con resultados inciertos”, afirma Betancor
“En el caso del procedimiento especial para micropymes, los equipos de Intrum resultan primordiales para las entidades financieras al asegurar la proximidad y conocimiento directo de los deudores. Así es como consigue un adecuado seguimiento de los trámites instados. Por último, la necesidad de una menor duración de los procesos requiere un control y supervisión constantes, lo que Intrum domina con la estructura y organización próxima que caracteriza su servicio, acudiendo donde está el problema”, apunta Betancor.
Gestión de impagos
“Si una empresa no recibe los pagos de sus clientes a tiempo, no contará con recursos suficientes para crecer y generar más empleo, y tampoco podrá innovar ni modernizar su infraestructura, por lo que perderá eficiencia y competitividad. Tampoco podrá hacer frente a sus propios pagos y obligaciones financieras, provocando que los proveedores y los acreedores dejen de prestarle servicios o fondos, abocándola a un futuro incierto”, advierte Betancor.
Con más de 100 años de historia, la experiencia de Intrum avala la calidad de sus servicios de prevención y gestión de impagados en todas sus fases: amistosa y judicial. Su equipo de expertos encuentra y negocia las mejores opciones de pago, con sistemas y tecnologías desarrollados para agilizar y controlar el proceso.
La compañía opera en todos los sectores y tamaños de empresa, contando con una cartera muy diversificada de más de 80.000 clientes en toda Europa, entre los que se incluyen las entidades financieras más importantes y fondos de inversión internacionales.
“Nuestro carácter diferencial reside en el enfoque que adoptamos en la gestión de impagados para establecer planes de pago asequibles y sostenibles, ayudando a las empresas a crecer cuidando de sus propios clientes”, afirma.
La prevención de riesgos, clave para las empresas
El último Informe Europeo de Pagos, realizado por Intrum, refleja que los riesgos macroeconómicos con los que están lidiando las empresas han hecho que la prevención de riesgos se convierta en una de las prioridades inmediatas del entramado empresarial.
Los objetivos más importantes que transmiten las empresas son: mejorar la forma en la que gestionan el riesgo de crédito (77%), fortalecer su liquidez y flujo de caja (76%), digitalizar o transformar sus procesos administrativos y tecnologías internas (74%), mejorar su gestión de deuda (73%) o mejorar sus procesos de pago para garantizar que los proveedores reciban el abono de sus facturas a tiempo (72%).
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